El cambio en las condiciones macroeconómicas modificaron abruptamente el auspicioso escenario para los bienes durables

En el primer semestre de 2025, la estabilidad del tipo de cambio de pesos por dólar, una mayor oferta de productos a valores más bajos, la financiación a tasas de interés accesibles y la recuperación salarial promedio generaron una especie de burbuja en el sector. Sin embargo, la tendencia se revirtió abruptamente en los últimos meses.

El cambio de las condiciones de liquidez monetaria modificó de forma repentina el contexto favorable para los bienes durables. Las ventas, que en los primeros meses de 2025 crecían al 40% o 50%, en agosto apenas lo hicieron al 12,7% interanual.

Incluso, en julio, la suba fue del 16%. Hay un efecto estadístico, ya que el segundo semestre de 2024 tuvo mejores cifras y, por lo tanto, la base de comparación es más alta; sin embargo, la ralentización también está vinculada con el estancamiento de la economía.

Estos números los recopila la consultora Nielsen, a partir de cadenas tradicionales, ventas online y supermercados. Si bien el aumento en unidades frente a 2024 es claro, la desaceleración es notoria, especialmente si se considera que los precios casi no variaron y, en promedio, los productos de las 52 categorías relevadas aumentaron solo 1,9%, con casos de baja en muchos rubros.

Si bien el aumento en unidades frente a 2024 es claro, la desaceleración es notoria, especialmente si se considera que los precios casi no variaron (Nielsen)

“El mercado se va desinflando de a poco. El sector electrodomésticos, como otros, que están ligados al dólar barato y al crédito, tuvieron un impulso fuerte en la primera mitad del año. Esa foto de mercado de durables, que contrastaba con el resto, se empieza a ir desinflando”, explicó Eduardo Echevarría, market CS manager de Nielsen,

En diálogo con Infobae, el directivo remarcó que “ya se empezó a ver el cambio en las condiciones de negocios; el indíce de confianza que cayó mucho en agosto versus julio y que ya empezó a repercutir en el consumo”. “Y en septiembre se va a ver mucho más”, auguró.

La Universidad Torcuato Di Tella difundió el último viernes el Indice de Confianza correspondiente a septiembre, que volvió a registrar un descenso, aunque de apenas 0,33% frente a agosto, cuando el índice se redujo 13,9% mensual.

El subíndice de Confianza del Consumidor de disposición a comprar bienes durables bajó en septiembre 14,87 por ciento (Foto: Agencia Andina)

El informe de la casa de altos estudios detalla que la baja en las expectativas de decisiones de compra se explica principalmente por una peor percepción sobre las condiciones presentes y la disposición a comprar bienes durables.

Respecto de agosto, el subíndice de disposición a comprar bienes durables bajó 14,87%. Dentro de este, la predisposición a comprar automóviles y casas disminuyó un 21% y la de electrodomésticos, 10,7 por ciento.

Las categorías más afectadas

Entre los rubros más golpeados por el freno en las ventas se encuentran los celulares, que en agosto solo crecieron en volumen 4,6%, con precios que aumentaron 7,2%. Esto reflejó la dificultad del sector para mantener la demanda.

El comportamiento de celulares contrasta con el de otras categorías, donde la leve deflación o subas de precios moderadas se combinaron con incrementos de ventas.

La apertura importadora generó un aluvión de productos y la mayor oferta hizo que los precios sean similares o más bajos a los de 2024 (Foto: On City - Inhouse)

En el caso de los lavarropas, las ventas subieron un 33% y los precios bajaron 8%. Actualmente existe una oferta más amplia de marcas, sin problemas de abastecimiento. La presencia de productos propios de las cadenas, con precios más competitivos, marca la diferencia.

Directivos del sector señalan que los costos crecieron y que las tasas de financiamiento se elevaron mucho, lo que complica porque los clientes siguen esperando acceder a planes de cuotas largas. “Conseguimos seis cuotas, aunque todavía tratamos de llegar a doce”, describió un directivo de una cadena. En los pequeños electrodomésticos, en cambio, se financian en menos cuotas porque los importes son bajos.

Los costos crecieron y las tasas de financiamiento se elevaron mucho, lo que complica porque los clientes siguen esperando acceder a planes de cuotas largas

En televisores el informe de Nielsen muestra una baja de 2,9% en los precios, mientras la cantidad de unidades vendidas en agosto creció 19,7% respecto al año pasado. Esta combinación de precios más bajos y mayor volumen vendido evidenció el atractivo de la categoría en un contexto de menor acceso al crédito.

Las ventas de aires acondicionados retrocedieron 7%, aunque los precios subieron 2,2%. En el mercado se destacó la mayor presencia de equipos inverter, que mejoraron la oferta tecnológica frente a los modelos tradicionales.

En heladeras, la caída de precios fue del 8% y las ventas, por unidades, crecieron 29%. La mayor disponibilidad de marcas y competencia entre cadenas alentó a los consumidores a aprovechar las ofertas.

Por su parte, las cocinas tuvieron un incremento en las ventas del 14% y el precio promedio subió el mismo porcentaje. En este sector, todavía no hay una gran presencia de productos importados, lo que le permitió a las marcas nacionales mantener su participación..

El debate sobre la apertura importadora

En el sector abundan las críticas a la falta de estímulos al consumo. Representantes de cadenas remarcan que la reducción de planes de cuotas limita la demanda, mientras que la apertura de importaciones incrementa la competencia en precios.

La apertura importadora impulsó los volúmenes y, al mismo tiempo, generó deflación de precios en varios segmentos (Foto: EFE)

“Si no bajo el precio, mi competidor lo baja. Todos tienen que pagar sueldos a fin de mes. Hay cadenas que buscan mantener market share a cualquier costo”, afirmó una fuente del retail.

La línea blanca, los pequeños electrodomésticos y algunos productos de tecnología resultaron favorecidos por el cambio en la oferta. La apertura importadora impulsó los volúmenes y, al mismo tiempo, generó deflación de precios en varios segmentos.

El volumen de importaciones de electrodomésticos en el primer semestre superó al de 2017, un año en el que también hubo dólar apreciado. La diferencia, según Nielsen, es que en esta etapa se produjo con una flexibilización mucho mayor y con valores de ingreso imposibles de igualar para la producción local. Esa presión de la oferta importada explica parte de la caída en precios y el aumento de ventas.

Entre los pequeños electrodomésticos, los artículos más demandados fueron las cafeteras expreso, las air fryers y las aspiradoras robot. Estos productos captaron el interés de los consumidores que priorizaron innovación y precios más accesibles en comparación con la línea blanca tradicional.