El vuelo AI-171 de Air India, un Boeing 787-8 Dreamliner con destino a Londres, se estrelló minutos después del despegue desde el aeropuerto de Ahmedabad el jueves, cobrando la vida de al menos 204 personas en una de las peores tragedias aéreas de la India. Mientras los equipos de rescate continúan trabajando en el lugar del siniestro, los investigadores han priorizado la recuperación de la caja negra del avión, considerada la evidencia más crucial para determinar las causas del accidente.
La aeronave despegó de la pista 23 a las 1:39 PM hora local y emitió una llamada de emergencia MAYDAY poco después, según informó la Dirección General de Aviación Civil (DGCA). El avión se estrelló en el área residencial de Meghani Nagar, fuera del perímetro del aeropuerto, después de alcanzar apenas 200 metros de altitud, explotando en una enorme bola de fuego.
El vuelo transportaba 232 pasajeros y 10 miembros de la tripulación hacia el aeropuerto de Gatwick en Londres. Entre los pasajeros se encontraban 169 ciudadanos indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. La tripulación estaba comandada por el Capitán Sumeet Sabharwal y el Primer Oficial Clive Kundar. Hasta el momento se confirmó un solo sobreviviente, un pasajero que viajaba en el asiento 11A.
La importancia crítica de la caja negra
Contrario a la creencia popular, las “cajas negras” de los aviones son en realidad dispositivos de color naranja brillante diseñados para resistir impactos extremos y fuego. Cada aeronave comercial lleva dos de estos registradores alojados en carcasas reforzadas construidas para soportar explosiones, fuego, presión del agua y choques a alta velocidad.
El Registrador de Datos de Vuelo (FDR) registra parámetros técnicos críticos incluyendo altitud, velocidad, empuje del motor y datos de trayectoria de vuelo. Las aeronaves modernas como el Boeing 787 siniestrado pueden registrar miles de parámetros que cubren todo, desde las entradas de comando de la cabina hasta los sistemas de aire acondicionado.
Por su parte, el Registrador de Voz de Cabina (CVR) captura todo el audio de la cabina: conversaciones de pilotos, transmisiones de radio, alarmas de advertencia y sonidos mecánicos ambientales que podrían proporcionar pistas cruciales sobre los momentos finales antes del impacto.
Estos registradores almacenan continuamente 25 horas de información, incluyendo datos de vuelos anteriores dentro de ese período, lo que a veces puede revelar indicios sobre fallas mecánicas que se desarrollaron con el tiempo.
Claves para la investigación del accidente de Ahmedabad
Para la investigación del accidente de Ahmedabad, la caja negra podría establecer definitivamente si el desastre resultó de una falla mecánica, mal funcionamiento del motor, impacto de aves, incendio a bordo o error humano. Las grabaciones revelarán detalles cruciales sobre la llamada MAYDAY de la tripulación, cualquier advertencia automatizada recibida y las maniobras de recuperación intentadas durante esos momentos críticos después del despegue.
Dado que la aeronave tuvo dificultades para ganar altitud y se estrelló a solo 200 metros, el Registrador de Datos de Vuelo mostrará parámetros precisos de rendimiento del motor, posiciones de superficies de control y advertencias del sistema. El Registrador de Voz de Cabina podría capturar cualquier lista de verificación de emergencia ejecutada, esfuerzos de coordinación de la tripulación o discusiones sobre problemas mecánicos.
El proceso de análisis
Una vez recuperados, los dispositivos serán enviados a laboratorios forenses bajo la DGCA o la Oficina de Investigación de Accidentes de Aeronaves de India, donde expertos extraerán y decodificarán los módulos de memoria, sincronizarán los datos de voz y vuelo, y correlacionarán los hallazgos con registros de radar y registros de control de tráfico aéreo.
El proceso de análisis típicamente toma de días a semanas dependiendo del daño del dispositivo y la complejidad del incidente. Sin embargo, las evaluaciones iniciales usualmente se proporcionan dentro de las 24 horas para guiar la dirección de la investigación.
Los registradores de vuelo proporcionan a los investigadores una reconstrucción segundo a segundo de los eventos que llevaron al accidente, ofreciendo el relato más objetivo de lo que ocurrió en la cabina y en los sistemas de la aeronave. Sirven como el equivalente en aviación de la evidencia de ADN en casos criminales, proporcionando testimonio definitivo e imparcial cuando los testigos humanos pueden no estar disponibles.
El accidente ha tenido un impacto devastador tanto en el aire como en tierra. Según fuentes policiales citadas por el diario Indian Express, más de 100 cuerpos, la mayoría gravemente carbonizados, fueron trasladados al hospital gubernamental local para autopsia. El avión se estrelló sobre el comedor del hostal del Colegio Médico B.J., administrado por el estado, matando también a varios estudiantes de medicina.