EL CALAFATE.- Un principio de incendio ocasionado por conexiones eléctricas clandestinas del hotel inactivo que la familia Kirchner tiene en El Chaltén, dejó sin electricidad al Puesto Sanitario del pueblo, ubicado en el terreno lindante al hotel derruido. En su interior, un centenar de personas lo ocupan de manera clandestina hace por lo menos dos años. La falta de controles y el perjuicio público generó un fuerte reclamo del personal de salud ante las autoridades.

Se trata del hotel La Aldea, en El Chaltén, que se encuentra en el ingreso principal del pueblo de montaña. Si bien el fondo de comercio del hotel nunca figuró en las declaraciones juradas de Néstor y Cristina Kirchner, un peritaje de la Corte Suprema determinó que el hotel ya estaba construido y funcionando cuando fue adquirido en 2009 por Los Sauces S. A., la sociedad de los Kirchner dedicada a la actividad inmobiliaria.

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Una nota firmada por los profesionales que trabajan en el puesto de salud fue presentada al intendente Néstor Ticó y a las autoridades provinciales. Reiteran que el único y modesto edificio que alberga el cuidado de la salud de toda la población se ve afectado por la toma que hace largos meses afecta a la hostería La Aldea. Esta situación se da en el marco de la profunda crisis por la falta de terrenos en El Chaltén -pueblo creado dentro del Parque Nacional Los Glaciares-, lo que llevó a cientos de personas a vivir en casillas rodantes, casas sobre trineos y asentamientos irregulares.

“Nos encontramos actualmente sin energía eléctrica, debido a un principio de incendio, producto de conexiones clandestinas con las que hacen uso indebido a la bajada de luz que alimenta a este puesto sanitario. Por este motivo, lamentablemente, nos vemos en la obligación de que la atención se vea afectada, ya que implica no poder usar los equipos de rayos, el compresor de odontología, estufas eléctricas, ecógrafos, respirador, nebulizador, aparatos de kinesiología, laboratorio, heladeras con medicamentos”, detalla la nota, a la que tuvo acceso LA NACION.

En la misma nota ponen en conocimiento e invitan “a que pasen por la calle de salida que circunda al puesto sanitario, donde hay autos, camionetas y hasta una casilla estacionada, lo que hace que la ambulancia no pueda salir hacia la plaza en caso de urgencias, teniendo que usar solo la salida hacia el río”.

Si bien pasado el mediodía del sábado el área de Servicios Públicos pudo resolver la situación eléctrica en la unidad sanitaria, la situación de precariedad en la que viven los ocupantes del hotel La Aldea, se mantiene. “Cuando el hotel quedó cerrado, de manera paulatina empezó a ocuparse y hoy hay un montón de personas viviendo en su interior, en condiciones de precariedad y de inseguridad. Las autoridades locales dicen que no pueden hacer nada y la posibilidad de que surjan incidentes más graves está siempre latente”, afirmó a LA NACION el doctor Dante Ardenghi, director hospitalario de la Unidad Formenti, que cubre la salud provincial en El Calafate, El Chaltén y Tres Lagos.

Fachada del hotel La Aldea con la ampliación que quedó inconclusa y hoy está ocupado por personas sin vivienda.

El derrotero del hotel

Luego de ser adquirido por los Kirchner, el hotel estuvo operado por Valle Mitre, la sociedad con la que Lázaro Báez administraba los hoteles de los Kirchner en El Calafate y El Chaltén hasta 2013, y después por IDEA S. A., la sociedad anónima a la que los Kirchner le confiaron la gerencia de los hoteles hasta el 2016, cuando quedaron judicializados, con la sospecha de haber estado involucrados en operatorias de lavado de dinero en las causas conocidas como Hotesur y Los Sauces.

La temporada 2015-2016 fue la última en que el hotel estuvo abierto al público. Ese año se iniciaron obras de ampliación que quedaron inconclusas hasta 2021, al igual que el resto de los hoteles de los Kirchner. Estuvo bajo una veeduría judicial, que designó y contrató a una persona para que lo habite y cuide la propiedad.

En 2021, el Tribunal Oral Federal N° 5 devolvió el control de los hoteles y propiedades a la entonces vicepresidenta Cristina Kirchner y sus hijos Máximo y Florencia Kirchner, en las causas Los Sauces y Hotesur, en las que se los investiga por supuesto lavado de dinero y se retiró la veeduría judicial. A pesar de que les fue devuelta la administración de la propiedad, la misma sigue embargada y afectado al desarrollo de las causas judiciales. Según confirmaron fuentes judiciales a LA NACION, a mediados de diciembre Máximo Kirchner se presentó en la causa, a través de sus abogados, y solicitó que se levantaran los embargos y se es restituyan completamente las propiedades.

Sin embargo, el 17 de diciembre pasado, la Corte Suprema de Justicia rechazó el último recurso de Cristina Kirchner y despejó el camino hacia el juicio oral en el caso Hotesur-Los Sauces, contra la expresidenta y su hijo Máximo Kirchner, por lavado de dinero. El hotel, está dentro de las propiedades escenario de lavado que se investigan en ambas causas.

Hotel La Aldea, El Chaltén, Santa Cruz.

Una escritura a medida

La Aldea no escapó de las confesiones de Alejandro Manzanares, contador de la exfamilia presidencial, quien aseguró que el valor real de la compra fue de US$1.200.000, aunque reconoció que la operación se inscribió por un monto mucho menor. Según reconstruyó LA NACION a partir de documentos oficiales, lo pagaron por el doble de su valor, pero lo escrituraron por 22 veces menos, de acuerdo a una investigación publicada en 2019.

Diez años antes, durante la primera presidencia de Cristina Kirchner, Los Sauces S. A., la sociedad de los Kirchner dedicada a la actividad inmobiliaria, adquirió la propiedad. La compra quedó asentada el 13 de abril de ese año en el informe de dominio 3645, asiento 6, por $200.000, de acuerdo con la documentación cotejada.

Por ese mismo monto y ante la presencia del escribano Leandro Albornoz, Los Sauces escrituró la compra a Refugio Austral SRL y la pagó a través de un cheque del Banco Santa Cruz, según las actas societarias. Sin embargo, el contador Manzanares, en los testimonios como arrepentido que hizo ante la Justicia, afirmó que “el valor real” de la compra fue de US$1.200.000, según le refirió el propio vendedor.

Manzanares debió asentar la operación inmobiliaria, como contador de Los Sauces, y recordó que años después de la venta del hotel, el dueño anterior le confió que aún le adeudaban U$S 200.000, según contó durante sus declaraciones como arrepentido.

¿Cuál era el valor real del hotel La Aldea, en El Chaltén, en abril de 2009, cuando lo compraron los Kirchner? De acuerdo con los peritajes oficiales realizados en noviembre de 2016 por el Tribunal de Tasación de la Nación, en abril de 2009 el valor del terreno con la hostería construida en él era de $2.890.000: 14 veces más que el valor por el cual fue escriturado.

Según el contador Manzanares, el valor real de la venta, que no figura en los papeles, fue de US$1.200.000. al valor del dólar en abril de 2009, que era de $3,70. Es decir que la compra habría alcanzado los $4.440.000. Entonces, Los Sauces pagó casi el doble del valor real y 22 veces más que el valor escriturado, que fue de $200.000.