El ahora exsenador Edgardo Kueider aparece relacionado con una trama de empresas sin actividad económica o domicilio ubicable. No obstante, hay una que si está muy activa y que se dedicó, merced a los bueno oficios políticos del legislador, a instalar fibra óptica en diversas localidades de Entre Ríos.
La empresa es Iceler SA. Kueider no figura en la sociedad, sino que lo hace su socio y amigo Rodolfo Daniel González, el dueño de la camioneta con la que cruzó a Ciudad del Este con 211.000 dólares y de la empresa que es dueña de tres departamentos en una torre en Paraná. En la firma Iceler, Iara Guinsel Cosa es apoderada y el propio Kueider aparece como garante del local que alquilaron en la ciudad de Diamante, hasta que dejaron abandonadas las obras.
Según publica en la revista entrerriana Análisis el periodista José Amado, “desde su arribo a la cúspide del poder en Entre Ríos, a finales de 2015, Edgardo Kueider se obsesionó con el negocio de la red de fibra óptica”, con la que cableó la ciudad de Diamante, de la mano del exintendente Juan Carlos Darrichón.
A mediados del año pasado, la empresa Iceler se instaló en Diamante para la prestación de servicios de internet. Alquiló un local y comenzó con la colocación de postes y el tendido de la red de fibra óptica, sin haber presentado documentación sobre la obra en la vía pública y, principalmente, sin la autorización de la municipalidad, dice Análisis.
Recién luego de perder las elecciones, el entonces intendente Darrichón emitió el decreto que concedía la intervención en el espacio común de la ciudad. Iceler figura a nombre del empleado de la Biblioteca del Congreso de la Nación Rodolfo Daniel González, amigo de Kueider. También aparece como socia de Iceler Adriana Crucitta, abogada, consultora legislativa según su LinkedIn y también empleada de la Biblioteca del Congreso. La firma se encuentra inscripta en el Enacom, el organismo nacional que regula las comunicaciones, explica Análisis, que dirige Daniel Enz.
Rodolfo Daniel González le emitió un poder para representar a Iceler ante la Municipalidad de Diamante a Iara Guinsel Costa. Ella firmó el contrato de alquiler fechado el 1° de julio de 2023, del local donde iba a funcionar la empresa de servicios de internet, en la esquina de Domingo Dasso y Eva Perón, en Diamante, por tres años a un precio de 200.000 pesos por los primeros tres meses. El contrato dice además que la locataria tiene prohibido subalquilar, aunque hoy está en funcionamiento allí un local de ropa, dice Análisis. En la cláusula sobre las garantías, aparecen como fiadores Kueider y González.
En julio del año pasado comenzó la instalación de la red de fibra óptica en Diamante. El plan era cubrir 500 de las 850 manzanas que hay entre esa localidad y Strobel. Se calcula que llegaron a cubrir como mínimo la mitad, en un par de meses de trabajo.
Describe Análisis que los instaladores usaban tres camionetas desvencijadas sin ploteo de ninguna empresa, eran operarios sin mamelucos ni arnés, algunos con vestimenta futbolera, que rompían donde querían, ponían postes en cualquier lado y hasta se subían a los techos de las viviendas y colocaban ménsulas para ubicar las cajas y tirar los cables.
Iceler se fue, dice Análisis, y dejó no solo la inversión abandonada sino daños en la vía pública. Esta situación generó quejas de muchos vecinos, desde aquellos que se asustaban por ver a desconocidos sin identificación en los techos de sus casas, los que presentaron denuncias por los daños ocasionados en veredas que no reparaban y la colocación de postes contra ventanas o en lugares no permitidos. Hasta dejaban los escombros amontonados contra las paredes.
De salida
Darrichón manejó el poder en Diamante en los últimos 20 años, tanto cuando gobernó como cuando lo hicieron otros del Partido Justicialista. Ejerce una gran influencia sobre todos los ámbitos, institucionales o no. El 22 de octubre del año pasado intentó la reelección, pero perdió con el candidato de Unidad Vecinal, Ezio Gieco.
Menos de un mes después de la derrota, el entonces intendente firmó un decreto que estableció: “Otorgar permiso de ocupación de la vía pública a ICELER S.A., CUIT: 30-71809398-4, a la que se autoriza la colocación de postes propios y la utilización de los existentes, a hacer uso de suelo, espacio aéreo y subterráneo con el objetivo de instalar un tendido de red de fibra óptica y brindar un servicio de internet”. Además, con la exención total de tasas y con el sello de “urgente”. Darrichón le otorgó el permiso para hacer lo que ya habían hecho.
Luego de asumir, la nueva gestión en la Municipalidad de Diamante advirtió estas desprolijidades. Como creían conveniente un nuevo servicio para la ciudad, emplazaron a Iceler a inscribirse ante la administración local y presentar la documentación correspondiente, como los planos, informes técnicos, elementos a instalar, y otros detalles de la obra ya realizada y a realizar, según se lee en el decreto del 19 de junio de este año firmado por el intendente Gieco.
Le dieron un plazo de 30 días. Al día 29 se presentó en la sede del Poder Ejecutivo de Diamante Rodolfo Daniel González. Se presentó como “gente de negocios”, dijo que hicieron una inversión de “muchísimos millones de pesos” e intentó negociar algo. Les otorgaron un período más para ponerse en regla o retirar todos los postes y cables, pero no apareció nadie y en Diamante quedó el paisaje de postes en cualquier lado y cables colgando en distintas cuadras. Ni siquiera los roba cables se interesan en esa inversión, ya que no tienen cobre.
El intendente Gieco contó la situación con la que se encontraron, las medidas que adoptaron y las conversaciones con González, en una entrevista en el programa Cuestión de Fondo de Canal 9 Litoral.
El expediente de Iceler será incorporado a la causa del fiscal José Arias, de Concordia, que investiga a Kueider por presunto enriquecimiento ilícito.
No se sabe cuánto es el dinero invertido. No hay un registro formal del monto de los gastos que tuvieron. Como mínimo, instalaron la red en 250 manzanas. Análisis consultó a especialistas en el mercado de fibra óptica, quienes afirmaron que cada manzana requiere una inversión de 1000 dólares, con lo que la cuenta da unos 250.000 dólares para un emprendimiento hoy abandonado.
Mientras tanto, cuenta Análisis, aparecieron otros interesados en resolver la cuestión y para hacerse cargo de lo que había dejado Iceler y brindar el servicio de comunicaciones. Se presentó la empresa Internet Plus (o IPlus), donde Iara Guinsel Costa trabajó hasta que empezó en el Senado con Kueider en marzo pasado. La firma, en un comunicado, se desligó de este asunto, dijo que es una empresa con trayectoria en este rubro y reconoció el vínculo laboral que mantuvo con la secretaria de Kueider.
Pero aclaró que la “Sra. Guinsel adquirió infinidad de conocimientos, teniendo todo el know how, luego de desvinculada y por información periodística se toma conocimiento de que habría utilizado los mismos en forma antiética”.