La justicia platense revocó la prisión domiciliaria que había beneficiado al exconcejal massista Facundo Albini y a su padre, el exsubdirector de personal de la Legislatura bonaerense Claudio Albini, ambos acusados de haberse apropiado de los sueldos de empleados “ñoquis” de la Legislatura provincial junto a Julio “Chocolate” Rigau.

Rigau consiguió estar preso en su casa con una tobillera electrónica. Fue detenido mientras retiraba dinero de cajeros del centro de La Plata con 48 tarjetas de débito ajenas.

Chocolate Rigau en los tribunales de La Plata

El mismo beneficio habían obtenido los Albini, pero ahora la Sala III de la Cámara de Apelación y Garantías en lo Penal de La Plata revocó esa decisión y ordenó que sigan en prisión preventiva en las condiciones que tenían hasta ahora.

Esto fue a pedido de la fiscal Betina Lacki, que argumentó que la decisión de mandarlos a la casa era arbitraria y no estaba motivada. Dijo que no se habían valorado correctamente las circunstancias personales y procesales de los imputados, “especialmente su rol jerárquico dentro de la organización criminal”.

Pablo Secchi, de Poder Ciudadano, también impugnó la decisión, argumentando que se aplicaron incorrectamente los argumentos utilizados en el caso de Rigau, pues los Albini tenían un “rol jerárquico” en la organización de recaudación de fondos para la política.

Betina Lacki

El tribunal destacó que Claudio Albini estaba en la cúspide de la estructura delictiva y que Facundo Albini tenía un rol intermedio, lo que los ubica en un lugar de mayor riesgo de obstrucción de la justicia.

Los riesgos procesales, como la posibilidad de fuga y la obstrucción de la investigación, no se neutralizan con el arresto domiciliario, dijeron, y mencionaron que al revocar el arresto domiciliario y mantener la prisión preventiva aseguraban la integridad del proceso judicial.

Rigau fue detenido el 9 de septiembre del año pasado y así se inició esta causa. Y los Albini fueron arrestados el 23 de noviembre de 2023 y desde entonces están tras presos, procesados con prisión preventiva.

La prisión domiciliaria había sido dispuesta por el juez Guillermo Atencio.

Rigau y los Albini afrontarán un juicio oral, acusados de haber desviado al menos 464 millones de pesos de las arcas públicas, con la complicidad de 48 “ñoquis” y empleados “fantasma” de la Legislatura bonaerense, durante años.

Tal como informó LA NACION, pese a lo investigado por la Justicia, la Legislatura mira para otro lado: completó una “investigación preliminar” plagada de lagunas e inconsistencias, pero en la que descartó que se hubieran cometido “irregularidades” –mucho menos delitos-, elogió el “buen desempeño” y el “compromiso laboral” de los empleados que la Justicia considera “ñoquis”, y hasta desechó un “perjuicio” económico para el Estado bonaerense, según consta en esas actuaciones cuya copia obtuvo LA NACION.

La investigación

La investigación está a cargo de la fiscal platense Lacki y del juez Atencio. “Chocolate” fue liberado, después de 13 días preso, por una disposición de los camaristas platenses Alejandro Villordo y Juan Benavides, pero tras el estrépito público que generó, el fallo fue revocado y Rigau volvió a prisión el 14 de octubre del año pasado. A fines de diciembre, le otorgaron la prisión domiciliaria.

Cuando la Justicia confirmó la prisión preventiva de los Albini, ellos pretendieron deshacerse de una mansión de 481 metros cuadrados en un barrio cerrado sobre la ruta 2, mediante una venta simulada de la propiedad.

Tanto la fiscal Lacki como el juez Atencio consideran que los ñoquis, “Chocolate” Rigau y los Albini serían apenas los niveles iniciales y medios de un entramado delictivo cuyos máximos responsables continúan en las sombras, desde donde buscan controlar los daños.