El operativo de seguridad por la marcha prevista para mañana en la Capital en protesta contra el discurso que realizó el presidente Javier Milei en el foro de Davos, en Suiza, donde criticó la ideología de género, el feminismo y vinculó la homosexualidad con la pedofilia, provocó un nuevo choque entre la Casa Rosada y el gobierno porteño.

Es que en la administración de Jorge Macri sospechan que el Poder Ejecutivo nacional optó por no aplicar el protocolo antipiquetes que utiliza la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, desde que Milei asumió la Presidencia en diciembre de 2023, para impedir los cortes totales y parciales en las calles y asegurar la circulación en las zonas de la ciudad de Buenos Aires que están bajo jurisdicción federal, ya sea accesos, autopistas o en las inmediaciones de los edificios públicos, como el Congreso y la Plaza de Mayo.

Protesta contra el discurso de Milei: dónde se concentrarán, qué se reclama, quiénes convocan

Ante la consulta de LA NACION, las autoridades del Ministerio de Seguridad evitaron hacer comentarios sobre la movilización prevista para mañana. Hasta ahora, Bullrich había desplegado a las fuerzas federales –Policía, Gendarmería, Prefectura y Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA)- para mantener el control de las calles en las grandes protestas. ¿El “triángulo de hierro” le ordenó que no lo haga en la marcha de mañana?

Está prevista esta tarde una reunión entre Bullrich y los representantes de la Ciudad, el ministro Waldo Wolff y Ezequiel Daglio, número dos en la cartera de Seguridad porteña, para delinear el operativo de mañana. “No vamos a hacer comentarios”, señalaron cerca de la funcionaria de Milei, quien se ha jactado de aplicar en todo momento y todo lugar la doctrina de “el que las hace las paga”.

La movilización fue convocada por organizaciones de la comunidad LGBTIQ+ en repudio del discurso de Milei en el Foro de Davos, en el que embistió contra la ideología de género, el feminismo o la diversidad sexual. La manifestación contará con la participación de gremialistas y los principales partidos de la oposición, que anticiparon su rechazo al proyecto de “igualdad ante la ley” con el que el Gobierno busca derogar el cupo laboral trans, el DNI no binario y el femicidio como agravante penal.

El Presidente y Karina Milei, en Washington

En el gobierno porteño se encendieron las luces de alarma en las últimas horas. Intuyen, en base a información que circula en las cúpulas policiales, que Milei y Bullrich analizarían no activar el protocolo de actuación de las fuerzas de seguridad ante eventuales cortes en la vía pública durante la autodenominada Marcha Federal del Orgullo Antifascista y Antirracista. “Todo indica que no lo van a aplicar. Liberar la circulación es un peligro. ¿Qué pasa si hay infiltrados o si hay pintadas en la Catedral?”, despotrican en la cúpula del gobierno de la Ciudad. En el entorno de Jorge Macri machacan con que sería sugestivo que Milei no aplique el protocolo después de la polémica por los dichos de Milei contra la diversidad de género.

En la cartera de Bullrich y en los pasillos de la Casa Rosada circulan diversas versiones. “Hubo un giro de último momento. Veníamos diseñando un esquema y ahora nos pidieron un operativo mínimo. La orden vino de arriba y no vamos a aplicar el protocolo”, señala una fuente oficial al tanto de las conversaciones. En la Nación esperan que se movilicen entre treinta mil y cincuenta mil personas.

La ola de repudios por las declaraciones de Milei en Davos obligó al Gobierno a recalcular sus pasos. Esta vez, el Presidente intentó explicar el sentido de sus palabras y no redobló la apuesta. En el Ejecutivo se impone el ánimo de “no provocar”. “No es un día hábil. No queremos ir al choque, además, puede haber un sector de nuestro electorado que participe”, indicó un funcionario libertario.

En tanto, otros colaboradores de Milei remarcan que consideran que, en caso de que haya ataques a edificios públicos o disturbios o la movilización no transcurre de forma pacífica, el gobierno libertario podría salir fortalecido de una discusión incómoda. Es decir, vislumbran que la marcha podría ser “funcional” a los intereses de LLA, sobre todo, porque entienden que se politizó con la presencia de opositores y gremialistas. En paralelo, arguyen que cualquier exceso en la protesta será beneficioso para Milei. “Si se hacen quilombo o se suben dirigentes políticos, nos la dejan servida. Para nosotros, lo peor ya pasó”, asumen en las filas libertarias.

Desde que asumió, Bullrich despliega las fuerzas federales en las zonas bajo jurisdicción federal -edificios públicos, accesos a la Capital y estaciones de trenes- para evitar piquetes en la Ciudad. Y solo aplica el nuevo protocolo en el territorio porteño en caso de que reciba un requerimiento formal de Jorge Macri. Es decir, para no violar la ley de seguridad interior, el Ministerio de Seguridad de la Nación requiere de un convenio o un pedido de ayuda de los gobiernos provinciales para intervenir con las fuerzas federales.

Jorge Macri desplegará un grupo especial de policías mujeres en la marcha de mañana

Jorge Macri, en cambio, prevé emular el esquema de seguridad que utilizó su administración en las marchas en defensa de la universidad pública que se realizaron a fines de abril y a mediados de octubre. Es decir, planean desplegar efectivos de la Policía de la Ciudad y agentes de tránsito para evitar desmanes, sobre todo en la Avenida de Mayo, y ordenar la circulación.

El jefe porteño apuesta a mostrar un rol activo: dispondrá controles en el segundo y tercer anillo de seguridad. Y ordenó que el cuerpo especial de oficiales mujeres de la ciudad se coloque en la posición de avanzada para prevenir excesos o disuadir a los manifestantes ante eventuales situaciones de conflicto. Los suele utilizar la Ciudad ante protestas de “poblaciones vulnerables”, como jubilados, adolescentes o mujeres con hijos. “Son oficiales para negociar y disuadir, pero si la violencia escala, están preparadas para garantizar el orden en el espacio público”, dijo Jorge Macri en la presentación de la unidad. En la primera línea, además, habrá uniformadas de la Policía de la Ciudad.

El domingo, el jefe porteño, quien sigue a rajatabla las indicaciones de su nuevo estratega, Antoni Rubí Gutiérrez, buscó tomar distancia de las expresiones de Milei en Davos, defendió la agenda de diversidad de la Ciudad y cuestionó el paralelismo trazado entre homosexuales y pedófilos. Los dichos de Jorge Macri provocaron la reacción del líder de La Libertad Avanza (LLA).