POSADAS.- En un sorpresivo giro, el oficialismo misionero votó ayer a favor de la designación del radical Javier Mela como nuevo diputado provincial en reemplazo del expulsado Germán Kiczka, hoy detenido por tenencia y tráfico de Material de Abuso Sexual Infantil (MASI).
“Como bloque mayoritario, el Frente Renovador de la Concordia solicita que la vacancia generada por Germán Kiczka se cubra con la designación de Paulino Javier Mela”, elevó la moción Martín Cesino, el jefe del bloque oficialista. A su lado escuchaba atento Carlos Rovira, el jefe del oficialismo, que ya había dado la contraorden a su tropa de habilitar la entrada de Mela al Poder Legislativo.
La designación de Mela se aprobó por 37 a 0 y como ayer fue la última jornada legislativa del año, el radical jurará el próximo 10 de diciembre, en la sesión especial en la que se designa a las autoridades del cuerpo para el período 2025.
Inicialmente, la intención del oficialismo era “castigar” a Juntos por el Cambio y negarle la banca que dejó vacante Kiczka, quien fue expulsado por unanimidad el 12 de septiembre pasado. Como ayer era el último día de sesiones, la oposición interpretaba que si Mela no entraba ayer, ya no podría ingresar al cuerpo porque la ley indica que si un diputado es expulsado el año que vence su mandato, ya no debe ser reemplazado.
Cabe recordar que días antes de la inminente expulsión de Kiczka, todos en el ámbito político misionero -en el oficialismo y la oposición- asumían que Mela ingresaría en la sesión siguiente a ocupar la vacante sin ningún tipo de contratiempos y casi cumpliendo un trámite de rutina. Pero Rovira sorprendió a todos con una dura carta abierta en la que pidió sancionar al frente que validó a Kiczka por no haber evaluado correctamente a los candidatos que llevó en las listas.
“Es claro que no han cumplido la tarea de ser los primeros filtros de antecedentes a la hora de confeccionar su oferta electoral”, dijo Rovira.
Desde entonces, el bloque oficialista se dedicó a denostar a la oposición en las sesiones siguientes cada vez que pedían la banca, criticándolos por mostrarse “únicamente preocupados por un cargo”.
La estrategia del oficialismo fue dejar todo en manos del Tribunal Electoral y que el tiempo pasara hasta ayer, último día para decidir por sí o no la entrada del radical Mela.
Finalmente, el Tribunal Electoral, cuyas decisiones raramente van en contra de la voluntad del oficialismo, se pronunció y dijo que había “un vacío legal” en el trámite, dejándole nuevamente la decisión al oficialismo. Es decir, a Rovira.
Mientras tanto, la Unión Cívica Radical, a través de las autoridades provinciales del partido, diputados, concejales, venía solicitando la banca de Kiczka para Mela con numerosas cartas al exgobernador y titular de la Cámara de Diputados (el legislativo es unicameral), Oscar Herrera Ahuad.
La última carta fue del bloque de diputados nacionales de la UCR, que advirtió el lunes pasado que quedaban “tres días para que el gobierno de Misiones le devuelva la banca a su gente”.
“El 31 de octubre es la fecha límite para que el Frente Renovador misionero reconozca que la banca que pertenecía al desplazado Germán Kiczka debe ser ocupada por su natural reemplazante, Javier Mela, y le permita asumir el cargo en la Legislatura provincial”, advirtieron los diputados nacionales de la UCR.
Ayer, cuando se cumplía el plazo y todos creían que Rovira impondría su voluntad, el jefe del oficialismo misionero decidió dar marcha atrás sorpresivamente, y habilitó a su bloque para que, en contra de los discursos que venían pronunciando sus principales voceros en el recinto, fuera el mismo oficialismo el que solicitara la habilitación de la banca para el radical Mela, quien ya fue diputado provincial hasta diciembre de 2021.
Con lo cual Rovira, aún cediéndole la banca a los radicales (que no influye en las votaciones porque la Renovación tiene mayoría) terminó dejando contenta a la oposición, evitando que lo acusen de “estar por encima de la ley” y, al mismo tiempo, dejando bien claro quién tiene las riendas del poder en Misiones.