Con agendas disímiles y desarticuladas entre sí, los bloques opositores en Diputados tratarán esta semana de llevarse un último triunfo antes del cierre del período ordinario. Se trata de la UCR, que volverá a la carga para limitar el poder de los gremios con su proyecto de “democracia sindical”; Encuentro Federal y el kirchnerismo, que tratarán de voltear el decreto de necesidad y urgencia (DNU) por el que el Poder Ejecutivo se autofacultó a canjear deuda sin el aval del Congreso así como avanzar con la iniciativa que busca combatir la ludopatía: y, por último, el Pro que retomará la discusión para imprimirle la media sanción a la “ficha limpia”.
Ninguna de las cuatro sesiones pedidas tienen garantizado el éxito. Todas las dicusiones están atravesadas por la negativa del oficialismo a sentarse a negociar el presupuesto 2025 con los gobernadores, que exigen al Poder Ejecutivo certidumbre para administrar los recursos del próximo año. Si bien los diez mandatarios de Pro y la UCR pidieron el jueves una “mesa de diálogo” a la Casa Rosada, todavía no obtuvieron respuesta y cualquier movimiento de sus alfiles parlamentarios estará atado a la predisposición del Gobierno a llegar a un consenso. Hasta ahora los libertarios no exhiben ningún interés por acordar: repiten que la garantía para evitar un revés en los mercados y con el Fondo Monetario Internacional (FMI) es el propio Javier Milei. “Es monotemático con el superávit fiscal”, señalan.
La hora de los leales y los confiables
“Hay que ver día a día”, se escucha entre los referentes de casi todos los bloques en Diputados. Es probable que crezca el número de avales para dejar sin efecto el DNU 846 sobre deuda si este lunes los mandatarios provinciales no reciben del Gobierno más que silencio. No obstante, todavía no comprometieron a sus legisladores a dar quorum. Nadie descarta que, tal como ocurrió hace dos semanas, la sesión sea desarticulada por el oficialismo en las horas previas al inicio, previsto para las 15 del martes. La Casa Rosada ejercerá una fuerte presión a los gobernadores de todos los colores políticos que, al igual que el Poder Ejecutivo Nacional, también tienen que renegociar compromisos de deuda en moneda extranjera y necesitan del decreto para agilizar este proceso.
El martes, a las 13, el radical Martín Tetaz, presidente de la comisión de Legislación Laboral, solicitó una sesión especial para modificar la Ley 23.551 que regula a las asociaciones sindicales. Tanto UCR como Pro impulsan esta reforma, frenada en los últimos meses por el oficialismo. Si bien el Gobierno se había comprometido a acelerar este debate, presionado por el macrismo, la semana pasada volvió a fracasar el intento de avanzar en un despacho de mayoría.
Para mantener su alineación con los gremios, los libertarios contaron con la ayuda de Miguel Ángel Pichetto, quien se rehusó a acompañar la iniciativa. El texto consensuado quedó a una sola firma de lograr la mayoría necesaria para llevarlo al recinto. Sin embargo, Tetaz no se resigna: si logra quórum -algo improbable-, pretende librar un debate reglamentario bajo el argumento de que, incluso sin la mitad mas uno de los integrantes de la comisión, el proyecto que reunió 15 avales puede debatirse por el pleno. Una discusión intrincada a la posiblemente el presidente de la Cámara, Martín Menem, le baje el pulgar.
El miércoles, a las 12, la bancada conducida por Pichetto, junto a la Coalición Cívica (CC), los radicales de Democracia y la Izquierda tratarán de imprimirle la media sanción al proyecto para combatir la ludopatía. En un plenario de cinco comisiones, lograron consensuar un despacho de mayoría que, entre otras cosas, prohíbe la difusión de juegos de apuestas online y limita su publicidad en las transmisiones de fútbol profesional. Además, apunta a crear un abordaje integral para tratar la adicción de juegos de azar virtuales en niños y adolescentes.
Con el argumento de que cercena la libertad de expresión, los referentes de Pro, la UCR y LLA presentaron un dictamen propio, de minoría, que es más laxo con la limitación de la propaganda. Es posible que bajen al recinto a discutir la propuesta ante la posibilidad de quedar expuestos ante un tema tan sensible.
Por último, el jueves, el macrismo volverá a la carga con “ficha limpia”. En su pedido de sesión especial incluirán también la iniciativa para reglamentar el voto en el exterior, garantizando la posibilidad de sufragar a través del correo postal; la implementación del juicio en ausencia; y el proyecto que endurece las penas para quienes registren reiterancia delictiva.
Tal como sucedió la semana pasada, cuando a la sesión le faltó solo un legislador para abrir el debate en mayoría, esta situación se podría volver a repetir. Encuentro Federal y los radicales de Democracia se rehúsan a avanzar en cualquier otra discusión si el Gobierno no se sienta a negociar el presupuesto. Por su parte, no está claro que el oficialismo quiera imprimirle la media sanción al proyecto que apunta a impedir que personas con condena confirmada sean candidatos a cargos públicos: consideran a Cristina Kirchner, a quien Casación le ratificó su pena por la causa Vialidad, como la contrincante perfecta en la provincia de Buenos Aires.