El Gobierno registró por primera vez, después de once meses de caídas, un crecimiento del empleo asalariado. Fue del 0,2%, una cifra que reconocen incipiente, pero así y todo la celebran en la Casa Rosada, al combinarla con otros indicadores positivos y consecutivos de agosto y septiembre.

Los datos de la Secretaría de Trabajo, Empleo y Seguridad Social, a cargo de Julio Cordero, surgen del análisis de la información del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) y de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL), que elabora la dependencia mensualmente.

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En diálogo con este diario, Cordero se mostró optimista por la situación, aunque reconoció que la mejora es “incipiente” y “moderada”, pero explicó que cree que ese movimiento en el empleo registrado en el sector privado, que representa un universo de entre 4000 y 5000 trabajadores en dos meses, es un primer resultado “de la confianza en la economía” y las modificaciones que se introdujeron a nivel laboral y legal en la Ley de Bases.

“Nos gustaría que fueran muchos más, pero la tendencia es a cuenta gotas, aunque se evidencia como muy positiva”, dijo el funcionario, de quien también depende una de las dos alas en las que se abrió el explan Potenciar Trabajo, en marzo pasado, y que apunta a que beneficiarios de ese programa ingresen al mercado laboral. Cordero también señaló que “el sindicalismo asumió una posición muy responsable” en cuanto a los reclamos paritarios. Y sostuvo que están “acompañando lo que la población votó, con la baja de la inflación y déficit cero”.

El secretario de Trabajo, Julio Cordero, apuesta a montar una mesa tripartita con los sectores dialoguistas de la CGT y las cámaras empresariales

El funcionario apuesta a conseguir resultados con la mesa tripartita que el Gobierno espera poder montar junto a empresarios y sindicalistas, entre los que están los representantes más dialoguistas de la CGT. “Es sustancial, porque es la mesa para la producción y el empleo”, añadió Cordero. Agregó que “será central” escuchar propuestas de ambos lados para ver “qué se puede mejorar” para que haya más contrataciones.

El crecimiento del empleo formal privado verificado entre agosto y septiembre obedece fundamentalmente, postulan, al cambio en el comportamiento de tres sectores muy importantes por su incidencia en el total del empleo asalariado registrado privado: construcción, industria y comercio.

Respecto a la construcción y el comercio, en Trabajo sostienen que se observó un incremento en la dotación de personal en agosto, mientras que a partir de septiembre la industria dejó de reducir su nivel de empleo luego de once meses de caída.

Una característica relevante de ese margen ínfimo de crecimiento del empleo formal privado en septiembre es que, afirman en el Gobierno, se encuentra generalizado en todas las calificaciones de la estructura ocupacional. Agregan que el nivel de empleo formal creció tanto en posiciones profesionales como en inserciones no calificadas. Sostienen que demás, el crecimiento del empleo formal privado en septiembre no se encuentra impulsado solo por los contratos por tiempo determinado y el personal de agencias, como podría esperarse en una fase inicial de recuperación del empleo, sino que también creció el personal contratado por tiempo indeterminado.

Desde Trabajo, que funciona bajo la órbita de Capital Humano, de Sandra Pettovello, explican también que, en septiembre de 2024, el poder adquisitivo del salario medio del empleo asalariado registrado privado y del promedio de las remuneraciones acordadas en los convenios colectivos de trabajo “presentan dinámicas moderadamente divergentes”.

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Y que cuando se analiza la evolución de los dos indicadores durante el período comprendido entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, se advierte una misma conclusión: la capacidad de compra del salario medio creció sensiblemente, dicen, desde diciembre de 2023. Pero aún se encuentra por debajo del nivel observado en noviembre del año pasado.

Para el Gobierno estos datos, aunque incipientes, representan el inicio de una fase de recuperación del nivel de empleo asalariado formal privado, “como resultado del proceso de estabilización macroeconómica y el incremento de la confianza de las empresas para contratar personal por la promulgación de la sección laboral de la Ley de Bases”.