En el contexto de relaciones bilaterales que calificaron de “óptimas”, el gobierno de Javier Milei recibió con entusiasmo la designación del empresario Peter Lamelas como nuevo embajador de Estados Unidos en el país, anunciada ayer por Donald Trump como presidente electo.

“Muy buena noticia”, afirmaron desde Balcarce 50 y la Cancillería que encabeza Gerardo Werthein, proveniente del mundo empresario al igual que Lamelas, un hombre de empresa de origen cubano y aportante clave en la campaña electoral que llevó al líder republicano nuevamente a la Casa Blanca.

“¿Viste sus fotos con Milei? Esas fotos valen más que mil palabras”, resumían muy cerca del Presidente, en referencia a la serie de instantáneas que Lamelas y el presidente argentino se tomaron el 15 del mes pasado en Mar-a-Lago, la mansión de Palm Beach, propiedad de Trump, donde se llevó a cabo la cumbre conservadora en la que ambos presidentes volvieron a encontrarse.

“La semana pasada, en Mar-a-Lago, hablé con Javier Milei, un líder que tiene la misión de liberar a su país de décadas de socialismo y mala gestión. Al igual que el presidente Trump, Milei entiende que la prosperidad comienza con un gobierno más pequeño y eficiente”, publicó entonces Lamelas, que desembarcará en Buenos Aires luego de tramitar la aprobación de su pliego en el Congreso de los Estados Unidos.

Peter Lamelas, el embajador designado por Trump en la Argentina

El actual embajador, Marc Stanley, dejará su cargo el 20 de enero próximo, cuando termine el período del demócrata Joe Biden como presidente, mientras que su segunda, Abigail Dressel, finalizará su misión en el país en junio, y quedará como encargada de Negocios a cargo de la sede diplomática hasta que se concrete la llegada de Lamelas. El nuevo embajador, de estrecho vínculo con Trump, debería estar en funciones antes de mitad de año, estimaron fuentes diplomáticas.

En la Casa Rosada y la diplomacia nacional le restan trascendencia a que Lamelas no provenga del mundo diplomático y a que salvo, aquel encuentro al paso con Milei no tenga aún contactos con otros políticos argentinos. Destacan que, en el contexto de relaciones personales “óptimas” entre Milei y Trump, el designado embajador comparte muchos de los postulados que, en materia de política exterior, guían la estrategia del Gobierno.

“Es parte del sistema cubano. Bien anti-castrista, como debe ser”, se entusiasmó un diplomático nacional en un destino clave. “Cubano de nacimiento, legalmente americano por la gracia de Dios”, se definió el propio Lamelas en el extenso escrito en el que elogió repetidamente al presidente argentino, fustigó al comunismo que “sojuzga” y “oprime” a la población de su país natal, y afirmó que “la Argentina ha aprendido de lo que pasó en Cuba” y por eso eligió a Milei como Presidente.

En relación a Cuba, la votación en contra del embargo a ese país en la Asamblea General de Naciones Unidas le costó el puesto a la canciller Diana Mondino, eyectada “en media hora” (así lo dijo el Presidente) por haber votado en favor de la isla caribeña.

Sin lugar para más errores, y menos en el vínculo con el principal aliado del Gobierno en la escena internacional, en la Casa Rosada aseguran que, con Trump en la Casa Blanca y Lamelas en la embajada norteamericana del barrio de Palermo, el vínculo fluirá sin turbulencias. La Cancillería dio el primer paso a principios de noviembre, con la designación del empresario Alec Oxenford, residente en Brasil, como embajador argentino en Estados Unidos en reemplazo de Werthein. También dispuso el regreso a Buenos Aires del cónsul en New York, Pablo Piñeiro Aramburu, quien será reemplazado en unos días por Gerardo Díaz Bartolomé, diplomático que se encargó de la comunicación de la Cancillería durante la gestión de Mondino.