La experiencia de volar fue completamente distinta para una pasajera estadounidense, identificada como Katie y popular en TikTok como @buonapastaclub, que eligió preparar ñoquis frescos desde su asiento durante un vuelo comercial. Descontenta con la comida a bordo, llevó sus propios ingredientes y se dedicó a amasar pasta, sorprendiendo a la tripulación y a los pasajeros.

El episodio, captado en video, provocó un intenso debate en redes sociales sobre la creatividad, la higiene y las normas que deben respetarse en la cabina.

En el video, que rápidamente atrajo la atención de millones de usuarios, Katie, originaria de San Diego, mezcla harina, huevos y papas en un recipiente poco profundo que llevó consigo al avión. La pasajera, quien se declara amante de la pasta y manifiesta su rechazo a la comida de avión, documentó todo el proceso: amasó, cortó la masa y formó pequeños gnocchi, utilizando incluso un utensilio de madera para darles la forma tradicional. “Punto de vista: odias la comida de avión, así que la preparas tú misma”, escribió en la publicación que encendió el debate, según recogió Daily Mail.

La pasajera Katie preparó ñoquis frescos en pleno vuelo y desató un debate viral sobre normas y convivencia a bordo (TikTok: @buonapastaclub)

Las reacciones en redes sociales no tardaron en aparecer. Algunos usuarios aplaudieron la iniciativa y la destreza culinaria de Katie, mientras que otros expresaron su preocupación por la falta de higiene y el posible malestar causado a los pasajeros cercanos. Entre los comentarios destacados, uno advertía: “No entiendo cómo la gente no se da cuenta de que el avión es el lugar menos higiénico”. Otro usuario, con tono irónico, sugería: “También podrías llevarte un sándwich”, mientras que un tercero manifestaba su incomodidad: “Perdería la cabeza si me tocara sentarme al lado de esta persona”. También surgieron dudas sobre la seguridad, como la de quien preguntó: “¿Cómo lograste pasar una bolsa Ziploc con harina por el control de seguridad?”.

El tema de la salud fue especialmente relevante en los comentarios, sobre todo en relación con las personas celíacas. Un usuario advirtió: “No es una buena idea. Si hay celíacos en las filas cercanas, no estarán contentos con la harina volando”. La preocupación se centró en el riesgo real que representa la manipulación de ingredientes como la harina en espacios cerrados y compartidos, donde la contaminación cruzada puede afectar gravemente a quienes padecen intolerancias alimentarias.

Daily Mail recordó que los asistentes de vuelo han advertido en repetidas ocasiones que superficies como las mesas plegables, los bolsillos de los asientos y los reposabrazos suelen albergar bacterias fecales y esporas de hongos, lo que convierte a la cabina en un entorno poco propicio para la preparación de alimentos frescos.

El video de Katie amasando pasta en un avión generó opiniones divididas sobre creatividad, higiene y seguridad alimentaria (TikTok: @buonapastaclub)

El video compartido por Katie también provocó controversia porque no muestra en ningún momento cómo cocina los gnocchis recién preparados. La grabación solo exhibe el proceso de amasado, cortado y moldeado de la pasta, pero omite detalles sobre la cocción o el consumo a bordo. Esta ausencia generó dudas y críticas entre los usuarios, quienes cuestionaron la viabilidad real de completar el plato durante el vuelo.

Este caso no es el único que ha generado controversia en torno a la preparación de comida a bordo. En diciembre de 2023, otro creador de contenido estadounidense, conocido como Barfly, causó indignación al mostrar en TikTok cómo cocinaba camarones y puré de papas en el lavabo del baño de un avión de Delta, utilizando dos baterías de seis voltios para alimentar su experimento. Tras mezclar los ingredientes en una bolsa para vómito, regresó a su asiento y comió con las manos, lo que provocó comentarios como: “Imagina ser la siguiente persona en usar el baño” y “Este es uno de los videos más insólitos que he visto en esta aplicación”, según reportó Daily Mail.

La viralidad de estos casos refleja una tendencia creciente de pasajeros que buscan alternativas a la comida de avión, pero también pone sobre la mesa los riesgos y desafíos que implica cocinar en espacios públicos y compartidos. El debate sigue abierto en redes sociales, donde la creatividad y la búsqueda de experiencias diferentes se enfrentan a la preocupación por la salud y el respeto a los demás viajeros.

Para quienes padecen alergias o intolerancias alimentarias, la manipulación de ingredientes en espacios cerrados como la cabina de un avión puede representar un peligro real.