El render difundido por la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.

Un predio con una ubicación privilegiada en el centro porteño, en Córdoba y Reconquista, se encuentra envuelto en una polémica. A su lado se alza un convento que sobrevivió a una invasión inglesa, funcionó como hospital de guerra y fue hogar de un grupo de monjas que “colaboraron” con el prócer Manuel Belgrano.

Hoy, en manos de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días —más conocida como la Iglesia Mormona—, el predio encendió las alarmas entre organizaciones vecinales porteñas.

«En la Ciudad de Buenos Aires se construirá un nuevo espacio que unirá espiritualidad, historia urbana y naturaleza“, abre el comunicado de prensa del pasado lunes 9 de junio.

El proyecto todavía no cuenta con la aprobación de las autoridades porteñas ( Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días)

El proyecto para la construcción del templo mormón se encuentra, por el momento, en proceso de revisión por parte de las autoridades porteñas. Ingresó recién esta semana a la Dirección General de Interpretacion Urbanistica (DGIUR), según pudo averiguar Infobae.

“Aún no fue evaluado. Lo que han hecho circular es su proyecto, pero habrá que ver si cumple con la normativa o requiere cambios”, confirmaron fuentes del Gobierno de la Ciudad a este medio. Sin embargo, la organización religiosa ya es dueña del terreno.

En caso de aprobarse, la construcción se desarrollará sobre el predio delimitado por la Avenida Córdoba y las calles Reconquista, San Martín y Viamonte. Sobre Reconquista supo funcionar un estacionamiento anteriormente, ya cerrado.

El predio data de 1745.

En tanto, hacia la calle San Martín se encuentran la Iglesia y el Convento de Santa Catalina de Siena, construidos en 1745 y testigos de importantes acontecimientos de la historia argentina.

Un dato no menor es que el predio está incluido dentro del Área de Arquitectura Especial 16 (AE16), según el Código Urbanístico.

El templo, de construirse, estará acompañado por una plaza de más de 3.600 metros cuadrados, abierta al público: “Frente a la preocupación por la necesidad de espacios verdes en la ciudad, los líderes del proyecto subrayan que el 60 % de la superficie del terreno será destinado a áreas verdes y paisajismo”.

Los vecinos destacan el valor patrimonial del sitio.

De acuerdo con la Iglesia Mormona, la iniciativa incluye un correador peatonal que conectará la Avenida Córdoba con la calle Viamonte, “lo cual servirá de zona de amortiguación y protección” a la Iglesia Santa Catalina de Siena.

La organización mormona informó que una firma de arquitectos local —cuyo nombre no fue precisado— será la encargada del diseño del templo, con un estilo que remite al art déco y al racionalismo porteño.

“Además, contemplará estacionamientos subterráneos para mantener el protagonismo del espacio verde en superficie considerando todos los requerimientos arqueológicos indicados por las autoridades gubernamentales”, concluyó el comunicado.

La vista desde arriba del sitio.

Según las autoridades de esta organización religiosa -que este año celebra su centenario en Sudamérica- hay casi medio millón de fieles y más de 730 congregaciones en Argentina.

Fuentes del Arzobispado de Buenos Aires indicaron a Infobae que, por el momento, no se prevé elevar un reclamo al respecto.

La polémica con los vecinos

Ya en 2016, el Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires había impedido la construcción de una torre en el predio lindero al monasterio, tras una acción de la Asociación Civil Basta de Demoler.

El plano compartido por Basta de Demoler (Instagram)

“Desde entonces, Basta de Demoler presentó tres proyectos de ley en la Legislatura para crear un espacio público. Una plaza verde y arbolada permitirá mejorar las condiciones de preservación y asoleamiento del Monasterio, dará valor a este monumento generando un entorno visual adecuado y mejorará las condiciones de vida del microcentro”, indica un reclamo publicado en las redes sociales de la asociación civil.

Y agrega: “La Constitución Nacional y la de la Ciudad permiten la expropiación por causa de utilidad pública. Crear una plaza es la mejor forma de proteger el patrimonio, dar respuesta a la emergencia climática y ofrecer un lugar de encuentro para los nuevos habitantes del barrio”.

La organización resalta el valor patrimonial del predio (Instagram)

La organización argumenta que el lote requiere una excavación arqueológica: “La plaza se ubicará en el terreno donde antiguamente se encontraba la huerta del monasterio y un cementerio de monjas y esclavos”.

Este sábado a las 14 horas, las organizaciones vecinales convocan a una jornada especial en la esquina de Córdoba y Reconquista, epicentro del conflicto. La convocatoria, que contará con la participación de Jóvenes por el Clima y Basta de Demoler, busca visibilizar el reclamo por la creación de un espacio verde.

Un monasterio con casi 300 años de historia

A principios del siglo XVIII, con el propósito de estimular la vida religiosa en el Río de la Plata, se autorizó la fundación de un convento de monjas dominicas en la esquina de las actuales calles Defensa y México.

La convocatoria del sábado busca visibilizar el reclamo por la creación de un espacio verde (Basta de Demoler)

Sin embargo, el gobernador Bruno Mauricio de Zabala, el obispo Juan de Arregui y Juan de Narbona —quien estuvo a cargo de la obra— consideraron que el terreno original no era adecuado. Por eso, en 1738 comenzaron las obras en la manzana donde hoy se encuentra la iglesia, que fue inaugurada en 1745.

El Monasterio de Santa Catalina de Siena -anexo a la iglesia del mismo nombre- fue el primer convento femenino de Buenos Aires. Está compuesto por dos plantas dominadas por dos claustros y cuenta con celdas para alojar hasta 40 monjas.

Según relata el sitio web del Monasterio, durante la época de la Independencia, las monjas del convento, junto con las Monjas Capuchinas, confeccionaron 4.000 escapularios con la imagen de Nuestra Señora de La Merced para los jefes y soldados del Ejército del Norte, liderado por el general Manuel Belgrano.

Basta de Demoler argumenta que el lote requiere una excavación arqueológica.

Durante la Segunda Invasión Inglesa al Río de la Plata, el convento fue ocupado por las tropas británicas el 5 de julio de 1807 y permaneció bajo su control hasta su rendición, dos días después. El sitio histórico se convirtió, entonces, en un hospital para asistir a los heridos de ambos bandos.

En la década del 70, y tras más de dos siglos de presencia en el lugar, la congregación se trasladó a una nueva sede en la localidad de San Justo y donó el histórico edificio al Arzobispado de Buenos Aires. En el patio central, donde aún se conservan centenarios palos borrachos, hoy funciona un restaurante, y desde 2001 el antiguo convento alberga un Centro de Atención Espiritual.

El monasterio fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1975.