El plazo fijo tradicional sigue siendo una opción elegida por buena parte de los ahorristas e inversores argentinos para preservar el valor de sus pesos. Pero se debe tener cuidado al momento de hacer el depósito, dado que los rendimientos ofrecidos por los bancos para depósitos a 30 días varían fuertemente entre una entidad y otra.
Según los datos informados por el Banco Central, la tasa nominal anual (TNA) más alta es del 38%, ofrecida por dos bancos que no integran el grupo de los más conocidos: el Banco CMF y el Banco Meridian. Con esa tasa, un depósito de $100.000 genera $3.123 en un mes, siempre que no se retire el capital antes de vencido. También se destacan otras entidades que superan el promedio del sistema, como Reba Compañía Financiera, con una TNA del 37,5%, y Banco Voii, que paga 37% anual.
Un poco más atrás, aunque todavía con rendimientos competitivos, se ubican bancos tradicionales y provinciales. Banco de Corrientes y Banco de Córdoba, por ejemplo, ofrecen una tasa del 36%, mientras que Banco Galicia, Banco Mariva y Crédito Regional Compañía Financiera se alinean en 36,25%. A su vez, Banco Comafi y Banco Bica pagan el 35% anual, lo que los coloca dentro del top ten de mejores retornos.
El Banco Provincia incorporó ayer a su billetera digital, Cuenta DNI, la posibilidad de constituir plazos fijos con una tasa preferencial del 36%. Para los depósitos hechos por homebanking, la tasa es del 32%.
En todos estos casos, el rendimiento mensual neto está por encima del 2,8%, una cifra que, en un escenario de inflación mensual del 2%, permite al menos conservar el poder adquisitivo.
Del otro lado del ranking, la tasa más baja corresponde al Banco Masventas, que ofrece un 22% anual. Para los ahorristas, esa diferencia implica una pérdida de rendimiento cercana al 40% respecto de las mejores alternativas disponibles en el sistema.
Mercado de competencia
Desde que el Banco Central eliminó el piso obligatorio para las tasas de interés en los plazos fijos, cada entidad quedó en libertad de establecer sus propios rendimientos. La decisión responde, entre otros factores, a la necesidad de fondeo, la cartera de clientes y las estrategias de captación de depósitos. Esa heterogeneidad es hoy más visible que nunca.
En el actual escenario de desinflación, con una política monetaria contractiva por parte del Gobierno, los analistas no esperan subas significativas en las tasas de interés de corto plazo para los plazos fijos. Pero eso no impide que algunos bancos decidan ajustar al alza para competir o cubrir faltantes transitorios de liquidez. Es por eso que, en esta etapa, la elección del banco en el que se inmoviliza el dinero es tan importante como la elección del instrumento.
Lo cierto, es que el plazo fijo tradicional continúa siendo una herramienta válida para aquellos que priorizan la seguridad por sobre el rendimiento. Aunque, como muestran los datos, elegir bien dónde depositar puede mejorar los retornos en más de un 70% mensual.
No obstante, el plazo fijo no es siempre la mejor alternativa. Frente a la inflación y la apreciación del dólar, el presente de los plazos fijos deja márgenes muy ajustados para quienes buscan preservar el poder adquisitivo mes a mes. La suba de 13,6% en el dólar oficial intensificó la presión sobre los instrumentos en pesos, ya que la mayoría de las tasas se ubican muy por debajo de ese salto.
Por lo pronto, la información recogida muestra que los bancos digitales y regionales encabezan la lista en términos de tasas y rendimiento a corto plazo, aunque la tendencia no es homogénea. Algunas entidades sólo equiparan la inflación o el tipo de cambio si el inversor tiene acceso a las propuestas más competitivas, disponibles muchas veces solo para quien abre cuentas digitales sin ser cliente previo.
Además, persistió la tendencia en bancos tradicionales de mantener tasas moderadas, centradas en la bancarización de sus clientes existentes más que en la captación de nuevos ahorristas a cualquier costo.