Un consorcio integrado por las principales petroleras del país, encabezado por YPF, firmará esta semana un préstamo sindicado por USD 1.700 millones con un grupo de bancos internacionales, en lo que representa la mayor operación de crédito corporativo del sector energético argentino en al menos dos décadas. La firma está prevista para este viernes y el desembolso ingresaría antes de que finalice el mes, según confirmaron a Infobae en exclusiva fuentes con acceso directo a la operación.
La línea de financiamiento, con un plazo de cinco años, será destinada a cubrir parte de los costos de construcción del oleoducto Vaca Muerta Oil Sur (VMOS), una obra de infraestructura clave para el futuro energético del país, que prevé una inversión total superior a los USD 2.500 millones. Se trata de un oleoducto de 525 kilómetros de extensión entre la localidad neuquina de Añelo —epicentro del desarrollo no convencional— y Punta Colorada, en la costa atlántica de Río Negro, donde se construirá una nueva terminal de exportación.
La envergadura del proyecto explica el interés de una amplia coalición empresarial. El consorcio está conformado por YPF, Chevron, Shell, Vista, Pluspetrol, Pan American Energy (PAE) y Pampa Energía, y representa a los principales operadores de Vaca Muerta. Según pudo confirmar este medio, además del crédito externo, se prevé una emisión adicional por USD 400 millones en el mercado de capitales local durante el próximo año y aportes de capital de las compañías para completar el financiamiento.
Entre los bancos involucrados figuran nombres de peso como Citi, Deutsche Bank, Itaú, JP Morgan y Santander. En total, podrían sumarse hasta 15 entidades financieras. La tasa de interés estará atada a la referencia SOFR, con un spread que fuentes del mercado calificaron como “competitivo”, con un costo total inferior al 10% anual, según pudo saber este medio.
El desembolso sumará oferta de dólares en la economía y a las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA). En el Gobierno están atentos a la operación, que se cerraría apenas unos días después del Repo por USD 2.000 millones que concretó la autoridad monetaria para sumar poder de fuego.
“La parte del financiamiento destinada a hacer gastos en el país (puede ser para componentes importados) se venderá en el mercado de cambios. Algo puede ir a reservas brutas si por ejemplo, esos dólares los compra alguien y los guarda en el banco”, explicó una fuente oficial.
El objetivo del VMOS es duplicar la capacidad de evacuación del petróleo producido en la cuenca neuquina, que actualmente se encuentra en niveles récord. Según cálculos del sector, la nueva infraestructura permitirá aumentar en forma escalonada el volumen de exportaciones a partir de 2027 y alcanzar un flujo anual de USD 15.000 millones desde 2028, con impacto directo en la balanza comercial energética y la acumulación de reservas del Banco Central.
La construcción del ducto incluirá además obras complementarias: estaciones de bombeo, instalaciones de almacenamiento y un polo de exportación que tendrá la capacidad de operar buques de gran calado. La terminal en Punta Colorada también reducirá la dependencia del sistema de oleoductos hacia el Atlántico Sur, facilitando una salida más eficiente hacia mercados globales.
Fuentes del sector remarcaron que la magnitud de la operación no tiene antecedentes recientes en el país. “Hace más de veinte años que no se estructuraba un préstamo privado de este volumen con bancos internacionales para una obra de infraestructura energética”, señalaron a Infobae.
La concreción de este financiamiento también es vista como una señal de confianza de los mercados internacionales en la viabilidad del proyecto y en la posibilidad de replicar este tipo de esquemas para otros desarrollos estratégicos del RIGI. En un contexto de restricciones cambiarias y dificultades de acceso al crédito, la estructura mixta —crédito internacional más emisión doméstica— podría servir de modelo para futuras inversiones en sectores clave como la minería.
La construcción del Vmos comenzó en enero y ya avanza con movilización de contratistas, movimiento de suelos y entrega de caños. El mes pasado se concretó la primera soldadura del oleoducto.
El oleoducto podrá transportar hasta 550.000 barriles de petróleo por día desde el segundo semestre de 2027, con capacidad de expansión a 700.000 barriles diarios, lo que lo convierte en una pieza clave para el crecimiento sostenido de la producción y exportaciones de Vaca Muerta, considerada la cuarta reserva de shale oil del mundo. El diseño también apunta a mejorar la competitividad del crudo argentino en Asia, al conectar con buques VLCC (Very Large Crude Carriers), que reducen los costos logísticos.
El presidente de YPF, Horacio Marín, sostiene que el país podría exportar anualmente hasta USD 15.000 millones en GNL y otros USD 15.000 millones en petróleo hacia 2031, que se sumarían a los saldos exportables actuales. Esa suma total, cercana a USD 40.000 millones, equivale al aporte del campo en un buen año y podría ser una solución estructural al déficit crónico de dólares que enfrenta la economía nacional.