Ni la volatilidad cambiaria ni las elecciones parecen ser obstáculos para apostar a un repunte de los bonos en dólares. Crédito AFP

En un año muy flojo para los activos argentinos, las expectativas de recuperación se mantienen latentes. Ayer fue una jornada de importantes rebotes para las acciones argentinas que cotizan en Wall Street, con subas de hasta 5%, mientras que surgen recomendaciones para la compra de bonos dolarizados. Ni la volatilidad cambiaria ni la cercanía de las elecciones legislativas parecen ser obstáculos para apostar a un repunte.

El pago de deuda del 9 de julio no mostró la reinversión esperada, pese al pago de USD 4.200 millones que realizó el Gobierno. En general, según reconocen en las ALYC, los inversores prefirieron mantenerse cash o buscar opciones muy conservadoras y de corto plazo luego de haber cobrado capital e intereses de la deuda en dólares.

Un informe de Adcap Grupo Financiero indicó que se mantienen constructivos con los bonos en dólares. El motivo principal es “un mejor set de prioridades por parte del Gobierno”. “El nivel actual de tipo de cambio, sostenido por el Tesoro, prioriza la acumulación de reservas por sobre la desinflación”.

El Gobierno viene comprando dólares en bloque en las últimas semanas, demostrando un mayor compromiso por la acumulación de reservas. Hasta ahora el resultado fue un ajuste cambiario superior al 10% sin mayor traspaso a la inflación. Se proyecta en julio un índice parecido al del mes pasado, en torno a 1,6%.

El “escenario base” de Adcap es que los rendimientos de los bonos podría ajustarse hasta los niveles de la deuda de El Salvador, es decir rendimientos cercanos al 8,2% contra cerca de 11% actual. “Seguimos recomendando posiciones en bonos soberanos como el GD 35, con objetivo de rendimiento de 8,2% (El Salvador) y 9,5% (Egipto)”. El retorno esperado en caso que suceda esa compresión es cercano al 20%.

Todavía se mantiene la expectativa que el riesgo país retroceda hasta niveles de 500 puntos básicos, lo que dejaría al Gobierno a las puertas de emitir nueva deuda en el mercado internacional.

Sin embargo, es clave lo que vaya a suceder en las elecciones legislativas. Los inversores ya miran de cerca el 7 de septiembre, que es la fecha de votación de los comicios bonaerenses. Se espera que actúen como un termómetro de la fortaleza del Gobierno y un buen adelanto de lo que podría suceder en la elección legislativa, considerando que representa el 37% del padrón electoral.

La mejora de la calificación por parte de Moody’s también es un factor que tiene su relevancia. La evaluadora de riesgo aumentó dos escalones la nota de la deuda argentina como consecuencia de la salida parcial del cepo y el acuerdo con el FMI.

El Gobierno muestra una absoluta voluntad de pago de la deuda y de hecho viene cumpliendo con todos los compromisos. Claro que al hacerlo con recursos propios el impacto se siente en el nivel de reservas netas, que volvieron a estar negativas en aproximadamente unos USD 8.000 millones.

El FMI viene exigiendo un ritmo de acumulación mayor, pero por ahora se viene cumpliendo a cuentagotas. Ahora se espera una revisión del acuerdo para fin de mes, aún no confirmado oficialmente por el organismo, donde se discutirá cómo sigue esa exigencia.

En cuanto a los bonos en pesos, la fuerte suba de tasas de las últimas jornadas empezó a habilitar la posibilidad de posicionarse sobre todo en los tramos cortos para aprovechar esos rendimientos. Para las Lecap más cortas, el negocio hasta para los próximos tres meses es apostar a que el dólar no supere los $ 1.427, o sea 7% debajo del techo de la banda definida por el Gobierno con el FMI.