El ministro de Economía, Luis Caputo. REUTERS/Agustin Marcarian

El Gobierno necesitó ajustar las clavijas del gasto en áreas como salarios estatales, obra pública y subsidios para compensar una suba general que tuvieron las erogaciones primarias en la primera mitad del año, en torno del 3 por ciento. Ese aumento se dio por el efecto que tiene sobre las cuentas públicas la actualización automática por inflación de jubilaciones y Asignación Universal por Hijo.

La cuestión fiscal es, para el Gobierno, el ancla principal de política económica. Así, el Palacio de Hacienda se planteó una meta más exigente que la estipulada en el acuerdo con el FMI, como mensaje al mercado de que será aún más ortodoxo en esa materia y para evitar por esa vía una fuente de tensión financiera o cambiaria. La Casa Rosada logró acumular en los primeros cinco meses del año un superávit primario cercano a un billón de pesos, superando el nivel comprometido con el Fondo Monetario.

Un informe de la Asociación Argentina de Presupuesto (ASAP) trazó un panorama sobre la dinámica fiscal del primer semestre. En ese trabajo indicaron que “se puede afirmar que en los últimos meses, luego del notable ajuste del gasto ocurrido en 2024, las variaciones interanuales empiezan a oscilar entre valores negativos y positivos”.

El resultado del primer semestre muestra “una leve retracción (-2,1% interanual ajustado por inflación)”, mientras que los ingresos, excluyendo las utilidades del BCRA por su carácter excepcional, exhiben un comportamiento similar: “-0,6% interanual ajustado por inflación, a pesar de la eliminación del Impuesto PAIS”.

ASAP precisó que “durante el primer semestre el Gasto Total se contrajo (-2,0% interanual ajustado por inflación)”. Sin embargo, al excluir el pago de intereses, el resultado cambia: “La variación del Gasto Primario pasa a ser positiva (+2,9% interanual)”.

Este desempeño se explica por el crecimiento de “las Prestaciones de la Seguridad Social (+21,7% interanual ajustado por inflación)”, impulsado por “el efecto positivo de la nueva fórmula de actualización de los haberes y de la baja base de comparación”. La base de comparación se vio afectada por el rezago de la fórmula anterior, vigente hasta marzo de 2024, y por “la fuerte aceleración inflacionaria que tuvo lugar entre fines de 2023 y marzo de 2024”.

El gasto jubilatorio aumentó en el primer semestre del año por la fórmula automática por inflación

El informe destaca también “el aumento de las Transferencias corrientes a Provincias (+95,7% interanual)”, impulsadas por “el cumplimiento del mencionado fallo a favor de CABA”. Sin ese pago extraordinario, la variación se reduce a “-1,2% interanual”.

En contraste, el documento menciona “la retracción de las transferencias corrientes al Sector Privado (-17,8% interanual)”, que abarca “las prestaciones previsionales de Anses (-31,1%)” y los giros a “Empresas Públicas, Fondos Fiduciarios y otros del Sector Público (-21,1% interanual)”, dentro de los cuales figuran los subsidios a la energía y al transporte.

A esto se suma “la menor inversión pública reflejada en la caída del 31,5% interanual ajustado por inflación del Gasto de Capital”, que en igual período del año anterior ya mostraba “una reducción del 80,7% interanual ajustado por inflación”. El informe también señala “la contracción del 9,6% interanual ajustado por inflación del gasto en Remuneraciones”, explicada por “la caída real de los salarios públicos y la reducción de la planta ocupada”.

Por último, el resultado fiscal estimado por ASAP fue de un superávit primario de 6,73 billones de pesos y, al contabilizar los intereses de deuda, un superávit financiero de 1,64 billones de pesos. Eso a pesar de que junio tuvo un déficit primario de 1 billón de pesos y financiero de 2,74 billones.

Estos números no son comparables a los resultados “base caja” que publica la Secretaría de Hacienda y que son tomados en cuenta en el programa con el FMI. El informe de la asociación hace un muestreo de la Administración Pública Nacional, mientras que el reporte mensual considera a todo el sector público, un criterio que suma organismos descentralizados, empresas públicas y fondos fiduciarios.

El frente fiscal

Otro informe privado, de hace algunos días y que se centró en la evolución de los gastos, llegó a conclusiones similares. Según estimaciones de la consultora Analytica, en el acumulado de enero-junio la variación del gasto primario tuvo un incremento de 1,9% en términos reales en comparación con el mismo lapso del año pasado. Sobre un total de 53,5 billones de pesos gastados, unos 26,4 billones están explicados en jubilaciones y pensiones. Esto es prácticamente la mitad del total.

Esa partida, con mucha diferencia la que más peso tiene en la estructura presupuestaria, tuvo una suba en términos reales de 16,6% en el primer semestre del año. La explicación está relacionada a la puesta en marcha, desde abril del 2024, de la fórmula que indexó los haberes al IPC, por lo cual ese gasto se hizo mucho menos flexible.

A lo largo de 2024 y con mayor magnitud este año ese renglón del gasto comenzó a acelerar. Como la actualización jubilatoria se concreta con el índice de precios de dos meses antes (es decir, este mes se abonará un incremento de 1,5% por el IPC de mayo), en momentos de ritmo de subas de precios en desaceleración, ese rezago hace que el costo para las cuentas públicas crezca.

De acuerdo con el Grupo SBS, el equipo económico “mostró los mejores resultados” en el frente fiscal, aunque sin aplicar reformas estructurales que otorguen mayor solidez al ancla fiscal. La entidad subrayó “el compromiso con el orden de las cuentas públicas” y advirtió sobre la importancia de evitar señales de dominancia fiscal, dado que la política fiscal resulta clave para anclar expectativas en un esquema cambiario flexible.

“El orden fiscal es la raíz de la estabilidad macro de mediano y largo plazo”, señalaron, y estimaron que alcanzar la meta de superávit primario de 1,6 puntos del PBI este año -por encima del objetivo de 1,3 puntos incluido en el acuerdo con el FMI- es esencial para mantener una trayectoria macroeconómica creíble.

Adcap Grupo Financiero recordó que el Programa de Facilidades Extendidas (EFF) establece una meta indicativa nominal para el resultado primario basada en supuestos definidos a fines de 2024. En ese sentido, destacó que “dado que el PBI nominal superó ampliamente esas proyecciones, toda evaluación del desempeño fiscal debe ajustarse en consecuencia”.

Realizadas esas correcciones, el Gobierno está “encaminado a cumplir la meta del FMI”, aunque podría no alcanzar su propia meta más exigente. En los primeros cinco meses de 2025, el superávit primario acumulado llegó al 0,8% del PBI, mientras que el resultado financiero global alcanzó el 0,3% del PBI.