POSADAS, Misiones.- La palta Hass, esa variedad más pequeña que se encuentra en todas las verdulerías y es mucho más cara que la común, se importa en un 92% de Chile, Perú y Brasil, y es un fruto tropical cada vez más en auge en la Argentina, que no para de incrementar su consumo.

El famoso “guacamole”, como le llaman los mexicanos, aparece cada vez más en desayunos, ensaladas y todo tipo de consumos que ya exceden la cultura gourmet y se instalaron en los hábitos alimenticios de los argentinos. Lo mismo está sucediendo en el resto del mundo.

Derrumbe: en marzo cayeron un 36,1% las exportaciones argentinas de carne vacuna y fue por dos motivos

“Un argentino hoy consume 700 gramos per cápita al año, en EE.UU. se consumen 5 o 6 kilos, mientras que en México son 11 kilos”, explicó a LA NACIÓN Rodrigo Nuñez Hinostroza, un entusiasta de este cultivo que quiere ayudar a revolucionar la provincia de Misiones. Con su emprendimiento Nukor y Cía, Hinostroza y sus dos socios quieren facilitarle esta alternativa de producción a miles de colonos misioneros, con chacras de entre 25 y 50 hectáreas que hoy apuestan a la yerba, el té, el tabaco o el citrus. Todos cultivos que atraviesan hoy ciclos de bajos precios. “También es ideal para inversores externos, aquél que o bien puede comprar departamentos para resguardar su capital, pero también quiere invertir en una chacra y producir Palta Hass, como ya pasó con cultivos como el arándano, la nuez pecan o el pistacho”, señaló.

Nuñez Hinostroza, de 46 años, nació en Ezeiza, provincia de Buenos Aires, se recibió de ingeniero agrónomo en la Universidad Nacional de La Plata, donde fue ayudante de cátedra de la materia de fruticultura. “Siempre me interesó la fruticultura y no quería trabajar en cereales u oleaginosas, típicas de la pampa húmeda”, expresó. También tiene una maestría en tecnología de Alimentos en la Universidad Nacional de Misiones (UNaM).

“Aprendí mucho y hace 20 años me mudé a Misiones por un proyecto con el INTA, ya soy un misionero más”, dijo este hombre, que se asoció con Sebastián Koruniak, técnico frutihortícola y especialista en viverización, y también otro apasionado de la fruticultura. Un tercer socio aporta el capital.

Nukor y Compañía tiene una chacra en Cerro Azul, localidad a 70 kilómetros de Posadas, donde está el vivero, que también produce plantines de otra fruta en alza: la pitaya o fruta del dragón.

“Somos el único vivero especializado en palta hass y pitaya de la Argentina”, señaló. Nukor ofrece no sólo vender las plantas, sino el asesoramiento y el acompañamiento integral, y también están desarrollando la comercialización, para aquellos productores que no quieran hacerse cargo de vender el producto. Incluye una línea de empaque y una futura planta industrial de procesamiento que están desarrollando.

“Hoy el 92% de la Palta Hass que se consume en la Argentina es importada, y su consume está en alza, ya no es un lujo sino un alimento más en la mesa de los argentinos”, dijo.

Desde el 2011, el consumo de palta hass no para de crecer en la Argentina. Este es el dato de las importaciones, que explican hoy el 92% de lo que se consume, dicen en Nukor

El año pasado se importaron 27,5 millones de kilos, principalmente de Chile y Perú, pero también de Brasil. Según los datos de Nukor, en 2011 se importaban apenas 5 millones de kilos. Esta fruta tropical hoy se está empezando a producir en algunos provincias del norte, como Tucumán (la principal), Salta, Jujuy y Misiones, aunque en esta última a los productores, en su gran mayoría minifundistas, les cuesta mucho considerar nuevos cultivos desconocidos hasta ahora.

“A veces es más fácil entusiasmar a un inversor, mostrándole los flujos y la rentabilidad de la palta, que a un productor de yerba o té que buscan diversificarse”, reconoció Hinostroza. Según los datos que presenta Nukor, cultivar una hectárea de palta Hass demanda una inversión de entre 9500 y 13.500 dólares: ellos recomiendan el riego artificial para lo cual lo ideal es una superficie no menor a las cinco hectáreas.

Según los datos que presenta Nukor, cultivar una hectárea de palta Hass demanda una inversión de entre 9500 y 13.500 dólares

El fruto tiene su primera floración al año y da sus primeros frutos a los dos años, aunque llega a la plenitud productiva a los cinco años. “El recupero es en el sexto año”, precisó. “Se puede hacer en media o una hectárea, pero nosotros entendemos que una rentabilidad interesante arranca desde las cinco hectáreas”, indicó.

Hinostroza dijo que es muy factible llegar a rendimientos de 18.000 kilos de palta hass por hectárea, pero para hacer los flujos de ingresos y calcular la rentabilidad de los proyectos calculan un rinde de 10.000 kilos por hectárea. “Estipulamos un valor de venta en tranquera de 1900 dólares la tonelada o US$1,9 por kilogramo”, afirmó. “Esto es para aquél que está buscando diversificar su actividad productiva, para aumentar la rentabilidad de su emprendimiento o para aquellos ajenos a la actividad que ven la posibilidad de invertir en tierras con un proyecto”, destacó.

“Acá tienen la posibilidad de tener un producto para capitalizar la inversión, tenés un resguardo de valor en la tierra más un producto que sigue creciendo y su demanda sigue aumentando”, auguró.