Cuando terminaba enero, el ministro de Economía, Luis Caputo, reforzó su cruzada contra las provincias que aumentaron impuestos. Puso el foco específicamente en Ingresos Brutos. En su momento, buena parte del empresariado lo apoyó. Dos meses y medio después, Chaco se movió en la dirección reclamada por el Gobierno: aprobó una ley tarifaria que estipula la baja de ese tributo, sumado a la reducción de la carga de otros gravámenes.

La legislatura chaqueña aprobó la ley tarifaria provincial que tiene como su aspecto más llamativo la baja en Ingresos Brutos, que se da luego del reclamo del Gobierno a los gobernadores. En este caso, la iniciativa —que empezará a implementarse una vez que el gobernador Leandro Zdero la promulgue— dispone una reducción de la alícuota general del 3,5% al 2,9%, que se aplicará para ventas mayoristas y minoristas.

De esta manera, Chaco se convertirá en la provincia con la menor alícuota de Ingresos Brutos para ventas minoristas junto con Corrientes, de acuerdo con un relevamiento del tributarista César Litvin, quien consideró que este es el “impuesto más distorsivo”.

Luis Caputo y Leandro Zdero Gobernador de la Provincia del Chaco

Según los datos del especialista, CABA, Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Entre Ríos, Neuquén, La Rioja, Río Negro, Salta y Tucumán gravan las ventas minoristas con 5% de Ingresos Brutos.

En tanto, Catamarca aplica un 4,8%; Jujuy, Mendoza, Misiones y Santa Fe, un 4,5%; San Luis, un 4,2%; La Pampa, un 3,9%; y San Juan, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Santa Cruz y Formosa, un 3%.

En el caso de las ventas mayoristas, CABA, Buenos Aires, Córdoba, Chubut, Entre Ríos, La Rioja, Neuquén, Río Negro, Salta y Santa Cruz encabezan el ránking con un 5%. Les siguen Jujuy, Mendoza y Misiones con 4,5%; Tucumán con 4%, La Pampa y Catamarca con 3,9%, Formosa, San Juan, Tierra del Fuego y Santiago del Estero, con 3%, y San Luis y Santa Fe, con 2,5%.

Fuentes del Ministerio de Economía chaqueño explicaron que la baja impositiva se aplicará de manera gradual: comenzará en 2025 y llegará al umbral de 2,9% en 2026. También destacan que la tasa para el sector primario (agro) pasará de 0,75% a 0,5% y que la presión para distribuidoras quedará unificada en 2,9%.

La gobernación destacó el impacto que tendrá esto en otras actividades. Por ejemplo, los productores de seguros tenían una tasa del 5,1%, que caerá a 2,9%, y los sectores industriales tendrán escalas cuyo gravamen dependerá del nivel de ventas y oscilará entre 0% y 1,5%.

Asimismo, indicaron que algunos contribuyentes dejarán de pagar el Impuesto a los Sellos, ya que se implementará un mínimo imponible que arrancará en los $320.000.

A su vez, los contratos de locación también sufrirán modificaciones. En el caso de alquiler de vivienda, estarán exentos si la cuota mensual no supera dos salarios mínimos. Si se ubica por encima, pagará una alícuota de 0,5%.

Si los contratos de locación fueran para comercios, la gestión de Zdero dispuso la baja de 1,5% a 1%, así como la exención total del Impuesto Inmobiliario Rural para propiedades de hasta 1.000 hectáreas.

Esta “sintonía impositiva” entre la gobernación de Chaco y la Casa Rosada no es el primer movimiento que muestra a ambas partes cercanas.

De hecho, la semana pasada el Gobierno volvió a licitar una obra pública en Chaco, mediante la cual autorizó un presupuesto oficial de $71.305 millones, algo poco usual en los tiempos del “no hay plata”. Esa inversión busca finalizar el Segundo Acueducto para el interior de Chaco, que comenzó en 2011 y, tras cambios en su financiamiento salpicado por el Lava Jato brasileño, sufrió reprogramaciones.

Antes de eso, Zdero anunció una alianza local entre el radicalismo chaqueño y La Libertad Avanza.