Los elementos incautados en el allanamiento

Un adolescente de 16 años, detenido la semana pasada en el barrio porteño de Caballito, enfrenta una investigación judicial tras ser acusado de planificar un tiroteo masivo en una escuela. En este contexto, la jueza María Romilda Servini dispuso la realización de peritajes psiquiátricos, en el marco de una causa caratulada como “intimidación pública”.

Mientras avanza la investigación para determinar la responsabilidad penal y el riesgo que podría representar el menor en la comunidad, la titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 1, dispuso que el joven permanezca a disposición del Cuerpo Médico Forense para el examen psiquiátrico.

La amenaza fue detectada a partir del monitoreo de redes sociales realizado por el FBI, de los Estados Unidos. El reporte alertó a las autoridades argentinas sobre un usuario de la red X que había manifestado la intención de realizar, durante noviembre de este año, un atentado masivo en una institución educativa.

La investigación sobre la identidad de la persona detrás de la amenaza, quedó a cargo de la Unidad Fiscal Especializada en Ciberdelincuencia (UFECI), encabezada por el fiscal general Horacio Azzolin, con intervención de la Fiscalía en lo Criminal y Correccional Federal N°3, de Eduardo Taiano.

El adolescente fue individualizado tras la intervención del Ministerio Público Fiscal y del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista de la Policía Federal Argentina (PFA).

Durante el allanamiento realizado en su domicilio, la PFA secuestró varias réplicas de armas de fuego, cuchillos, municiones, gas pimienta y otros objetos de interés para la causa, como una notebook, teléfonos celulares, un pendrive y cuadernos con anotaciones, simbología neonazi y que hacían referencia a otros ataques masivos.

Según precisaron desde Fiscales.gob.ar, se le incautó un cuaderno con el presunto plan para ejecutar el ataque y una carta de despedida en la cual el adolescente manifestaba intenciones de quitarse la vida.

La réplica de un subfusil presentaba inscripciones con los nombres de reconocidos tiradores en masa

Las réplicas de armas secuestradas presentaban inscripciones con símbolos nazis junto a los nombres de reconocidos tiradores en masa, como el australiano Brenton Tarrant, responsable del atentado en Nueva Zelanda en 2019; el noruego Anders Breivik, condenado tras el atentado en Oslo y la masacre en Utøya en 2011; y el argentino Rafael Solich, autor de la masacre de Carmen de Patagones.

Según los indicios recolectados en el allanamiento, planeaba ingresar al establecimiento escolar con un disfraz de agente policial tras una falsa amenaza en un centro comercial cercano. El objetivo era aislar a los alumnos en un aula para concretar el tiroteo. Las autoridades de Brasil también aportaron evidencia a la investigación a través de la red 24/7 de la Convención de Budapest.

El caso

Un adolescente de 16 años fue detenido el viernes pasado por la PFA, acusado de amenazar con perpetrar un atentado masivo en un colegio de CABA. El joven, que expresaba apología al nazismo y glorificaba conductas violentas en sus redes sociales, fue identificado tras una investigación iniciada a partir de una alerta emitida por el Federal Bureau of Investigation (FBI), según informaron fuentes del caso a Infobae.

En sus libretas tenía una carta de despedida y detalles de su plan

El perfil, descrito como seguidor del régimen nacionalsocialista nazi, presentaba diversas publicaciones en las que el adolescente exaltaba figuras de autores de ataques múltiples y masacres, además de divulgar discursos de odio y conductas violentas.

Tras recibir el informe, el fiscal Azzolin, encargado de la UFECI, ordenó la intervención del Departamento Unidad de Investigación Antiterrorista (DUIA) de la Policía Federal Argentina. Mediante tareas de ciberpatrullaje y análisis de datos, se logró ubicar al joven en una vivienda situada sobre la avenida Juan Bautista Alberdi, en el barrio porteño de Caballito. De acuerdo con lo relatado por las fuentes consultadas por este medio, el adolescente manifestaba de manera habitual admiración por doctrinas violentas e ideologías extremistas.

En el allanamiento, los agentes hallaron varias réplicas de armas de fuego, cuchillos, municiones, gas pimienta, artefactos tipo “molotov” y dispositivos electrónicos, entre ellos dos teléfonos celulares, una notebook y un pendrive.