Una ola de allanamientos comenzó hoy martes por la mañana en busca de los acusados de una de las mayores estafas de la historia bancaria reciente. Tres conocidas empresas fueron víctimas de este ataque, con un robo de sumas millonarias, “una cifra escandalosa”, asegura un investigador clave, más de $300 millones. La herramienta usada para cometerlo, aseguran fuentes del caso a Infobae, fue el virus Mekotio, una pieza de malware conocida por las fuerzas de seguridad en Latinoamérica.
La causa, a cargo del fiscal Alejandro Musso, con una investigación realizada por personal de la DDI de San Isidro de la Policía Bonaerense y la Policía de la Ciudad llevó a 16 procedimientos realizados esta mañana en CABA y en territorio provincial, con la colaboración de la Justicia porteña, según confirmaron fuentes del caso a Infobae.
Hay, también, varios detenidos, entre ellos un ciudadano ruso, que operaba una supuesta cueva financiera llamada “Tenevoy”, o “clandestino” en su idioma. El primer sospechoso en caer fue arrestado en la zona de Núñez. Se trata de M.C, un joven de 24 años, registrado en los rubros de mensajería de la ex AFIP, ex empleado de una cadena de supermercados, todavía cubierto por la obra social de su padre. La Policía Bonaerense también irrumpió en la villa Carlos Gardel.
La investigación comenzó en mayo de 2024, con una serie de denuncias realizadas por las víctimas, que detectaron importantes movimientos de dinero no autorizados, con transferencias a cuentas desconocidas. Los ataques, descubrió el fiscal Musso, fueron realizados a través de correos electrónicos con archivos infectados con el virus Mekotio.
Así, las víctimas descargaban los archivos y los abrían, lo que le permitía a los delincuentes “acceder de forma remota a las computadoras, monitorear su actividad financiera y, tras un período de observación, vaciar sus cuentas mediante transferencias encadenadas hacia cuentas muleto”, confirma una fuente clave en el expediente.
Luego, la banda convertía el dinero en criptomonedas, lo que complicaba aún más seguir el rastro.
Los investigadores analizaron movimientos bancarios, informes telefónicos, tomaron declaraciones testimoniales y realizaron tareas de inteligencia, lo que permitió identificar a los sospechosos.
No es la primera vez que tramposos locales aplican el virus Mekotio en la Argentina. En abril de 2023, el mismo fiscal Musso, cabeza de la UFEIC de San Isidro, ya había investigado otra causa con un desfalco de $60 millones de aquel entonces, en moneda argentina.