En las últimas horas, efectivos de Gendarmería Nacional comenzaron una redada de más de diez allanamientos en diversos puntos de la provincia de Buenos Aires en la causa que investiga la batalla motoquera de los Hell’s Angels y los Tehuelches, ocurrida en La Plata a mediados de octubre. En los operativos, ordenados por el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, se secuestraron armas de fuego y teléfonos.
Los procedimientos -que continuaban al cierre de esta nota- incluyen un giro en la causa. Al comienzo del caso, los Tehuelches -con dos miembros heridos- parecían las víctimas. Sin embargo, la lista de objetivos incluye también a miembros de la banda. Es decir, pasan de víctimas a sospechosos.
El hecho, filmado por diversos testigos, ocurrió en la esquina de 44 y 26 de La Plata. Fue en medio del encuentro mundial de los Hell’s Angels en la capital provincial, donde una caravana del grupo Tehuelches fue supuestamente emboscada por miembros argentinos de la banda norteamericana.

Así, comenzó una balacera a plena luz del día, que terminó con los dos miembros de los Tehuelches heridos. Uno recibió una puñalada en un muslo; el otro, un policía de la Bonaerense que respondió a la agresión con su pistola Bersa reglamentaria, terminó en el Hospital San Martín con dos disparos en un brazo.
El fiscal Condomí Alcorta inició un expediente por los delitos de abuso de armas y lesiones graves. Además, ordenó una redada a la Policía Bonaerense que terminó con armas incautadas, cocaína y seis detenidos. Entre ellos, Gustavo Adolfo Mazzitelli, que ya había sido arrestado en 2016 en Luján por otro enfrentamiento a tiros con los Tehuelches, donde fueron disparadas más de 100 balas. Mazzitelli también fue vinculado a la camioneta Ford Econoline empleada en el ataque.
Los seis detenidos fueron excarcelados tras ser imputados por el fiscal. Todos ellos se negaron a declarar.

Días más tarde, un sospechoso, miembro de los Hell’s Angels, entregó otro auto que participó en el tiroteo: un interesante Ford Fairlane de colección, así como un arma de fuego. El hombre, un mecánico oriundo de Entre Ríos, quedó imputado como presunto coautor del hecho en la causa y quedó libre. Por otra parte, entregó su arma de fuego.