El Gobierno de Santa Fe, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad, resolvió ofrecer una recompensa de 8 millones de pesos a quienes aporten información útil para identificar al responsable del asesinato de María Florencia González, ocurrido el pasado 9 de agosto en el barrio Empalme Graneros, ubicado en la zona noroeste de Rosario. El ataque también dejó gravemente herido a su hijo de 16 años, quien recibió un disparo cuando ambos caminaban por la vía pública.
La decisión fue oficializada mediante la Resolución Nº 2478, firmada por el ministro Pablo Cococcioni, y se enmarca dentro del Programa Provincial de Recompensas, establecido por la Ley Nº 13.494. Según el documento, quienes cuenten con datos relevantes pueden acercarlos de manera presencial a cualquiera de las Fiscalías Regionales del Ministerio Público de la Acusación o remitirlos por correo electrónico a la casilla recompensas@mpa.santafe.gov.ar. El Ministerio enfatizó que se garantiza el anonimato de quienes colaboren con la causa en todas las etapas del proceso judicial.
La investigación está en manos del fiscal Patricio Saldutti, de la Unidad Especial de Homicidios de la Fiscalía Regional Rosario, quien desde un principio sostuvo que el crimen fue “al voleo” y desligó a la víctima de cualquier vínculo con bandas criminales. “Florencia no tenía ningún tipo de conflicto con ninguna banda criminal ni había radicado tampoco ninguna denuncia, era una persona completamente ajena a cualquier tipo de conflictividad barrial”, afirmó Saldutti días después del hecho, según informó el medio local Conclusión.
De igual forma, la coincidencia de dos balaceras en la misma cuadra en un lapso menor a las 24 horas con un arma idéntica no es un dato menor. De hecho, subrayó que en los dos ataques las vainas servidas tenían la inscripción CBC. “Es un indicio para inclinar la investigación”, señaló.
El ataque se registró cerca de las 22.45 del sábado 9 de agosto, cuando González, de 37 años, caminaba junto a su hijo Martín hacia un kiosco, ubicado en la esquina de Cavour y Ottone. Antes de llegar, un hombre a pie se les cruzó en el camino y abrió fuego sin mediar palabra. La mujer murió en el lugar y el adolescente fue trasladado con una herida de arma de fuego a la altura de la cadera al Hospital de Niños Víctor J. Vilela, donde recibió atención médica.
El episodio generó conmoción en el barrio, no solo por la brutalidad del ataque, sino también por su aparente falta de motivación. Un día antes del homicidio, vecinos habían denunciado que una vivienda ubicada a pocos metros del lugar del crimen —y señalada como un presunto búnker de venta de drogas— había sido baleada desde una motocicleta. La hipótesis que manejan los investigadores es que el ataque contra González y su hijo pudo estar vinculado a esa seguidilla de hechos violentos en la cuadra.
A pesar de las sospechas, el fiscal aclaró que al momento de enviar a la Policía a realizar tareas de vigilancia sobre el inmueble señalado, no se hallaron pruebas de actividad ilícita. “Mandamos a hacer tareas de vigilancia, pero no encontramos nada parecido a un comercio ilegal de drogas”, detalló Saldutti. De todas formas, reconoció que la existencia de ese punto de venta había sido denunciada con anterioridad por residentes de la zona.
En este sentido, las autoridades remarcaron que la recompensa es una herramienta para facilitar el avance de investigaciones que, como en este caso, aún no han logrado identificar a los autores del hecho.
En paralelo, continúa el análisis de las cámaras de videovigilancia, la recolección de testimonios en el vecindario y los peritajes balísticos sobre las vainas servidas calibre .40 recogidas en la escena del crimen, que serán sometidas a estudios comparativos.
Las autoridades insisten en que toda información aportada por la ciudadanía puede ser determinante para avanzar en la causa.