El estudio sobre orangutanes de Borneo revela estructuras vocales jerárquicas que desafían la exclusividad humana de la recursividad (REUTERS/Paul Hanna)

En la profundidad de la selva de Borneo, un descubrimiento reciente, publicado en la revista científica eLife, cuestionó la idea de que la recursividad jerárquica en el lenguaje es exclusiva del ser humano. Según Muy Interesante, un equipo internacional de científicos documentó que los orangutanes flanqueados (Pongo pygmaeus wurmbii) emiten vocalizaciones con estructuras complejas que, hasta ahora, solo se asociaban al lenguaje humano.

Este hallazgo desafía las nociones tradicionales sobre la evolución del lenguaje, abriendo nuevas perspectivas sobre la relación entre comunicación animal, cognición y los orígenes de la música.

Estructuras recursivas en los orangutanes

La recursividad jerárquica consiste en organizar elementos dentro de otros elementos, generando estructuras anidadas. En el lenguaje humano, esta capacidad permite crear frases como “la niña que cantaba la canción que le enseñó su madre”, donde la información se inserta en distintos niveles.

Científicos documentan patrones complejos en las llamadas de los orangutanes flanqueados, abriendo nuevas perspectivas sobre la evolución del lenguaje (EFE/BARBARA WALTO)

Los investigadores analizaron miles de grabaciones tras más de 2.500 horas de observación en la isla de Borneo. A partir de 66 grabaciones de “llamadas largas”, identificaron dos niveles jerárquicos: un nivel superior de pulsos vocales completos y un nivel inferior con subestructuras rítmicas repetidas. Lo más relevante es que las estructuras anidadas no eran simples duplicaciones, sino que presentaban ritmos distintos pero constantes, formando un patrón complejo y organizado.

Las vocalizaciones muestran “llamadas rítmicamente isócronas anidadas dentro de otras llamadas isócronas”. Los análisis estadísticos descartaron que estos patrones fueran fruto del azar o limitaciones fisiológicas. En particular, los investigadores concluyeron que los ritmos del estrato inferior no estaban relacionados con el superior mediante múltiplos simples, lo cual sugiere una organización jerárquica genuina y no una coincidencia anatómica.

Implicancias para la evolución del lenguaje

Este hallazgo obliga a reconsiderar la suposición de que la recursividad es un rasgo exclusivamente humano. En estudios previos, aves como los estorninos y primates como los monos rhesus solo lograron reconocer estructuras artificiales tras largos entrenamientos. En contraste, los orangutanes demostraron esta capacidad de manera espontánea y en su hábitat natural.

Esto podría implicar que la capacidad cognitiva para estructurar sonidos en múltiples niveles ya estaba presente en un antepasado común de humanos y orangutanes. En consecuencia, la evolución del lenguaje habría sido gradual, en lugar de un salto abrupto.

La recursividad vocal observada en los orangutanes sugiere que la capacidad cognitiva para estructurar sonidos podría ser ancestral (REUTERS/Jon Nazca)

Las llamadas de los orangutanes muestran complejidad estructural, y variabilidad contextual. Los individuos modifican el ritmo de sus vocalizaciones dependiendo del tipo de amenaza. Por ejemplo, ante un depredador real, el ritmo se acelera; frente a un peligro ambiguo, como un objeto artificial, el patrón se vuelve más lento e irregular. Esto indica una función comunicativa que va más allá del ritmo, transmitiendo información significativa al grupo.

Posible vínculo entre recursividad vocal y música

El estudio también plantea una hipótesis sobre los orígenes de la música humana. El ritmo isócrono y las estructuras jerárquicas anidadas son fundamentales en la composición musical. Según los investigadores, la combinatoria vocal recursiva podría haber sido una característica proto-musical de los homínidos, anterior al lenguaje articulado. Esto sugiere que la música y el lenguaje comparten raíces evolutivas comunes basadas en la organización estructural de los sonidos.

Contextualización comparativa y digital

El medio también traza una analogía entre la recursividad observada en los orangutanes y las estructuras utilizadas en ámbitos como la programación o las hojas de cálculo. En ambos casos, el anidamiento de funciones responde a una lógica jerárquica similar a la del lenguaje humano. Esta comparación subraya que el pensamiento estructurado podría no ser exclusivo de los humanos, sino parte de una capacidad cognitiva más generalizada.

Los científicos advierten que la recursividad vocal en orangutanes no implica equivalencia con el lenguaje humano, pero sí una organización compleja (Ann Batdorf/Smithsonian)

A pesar de la magnitud del hallazgo, los científicos adoptan una posición prudente. Los autores advierten que “esperar equivalencia con el lenguaje sería injustificado”, ya que implicaría que no hubo evolución significativa desde la separación entre humanos y orangutanes, hace unos diez millones de años. El estudio no afirma que los orangutanes comprendan frases complejas, sino que poseen un tipo de organización vocal compatible con los criterios científicos de recursividad.

Perspectivas futuras

Este trabajo abre nuevas líneas de investigación sobre la evolución del lenguaje y la música. La capacidad de estructurar sonidos jerárquicamente podría haber sido un precursor clave en la evolución cultural humana. El estudio proporciona una base empírica sólida para seguir explorando la conexión entre comunicación animal, cognición y cultura.

En suma, los orangutanes flanqueados de Borneo ofrecen una ventana única hacia los orígenes evolutivos de una de las habilidades más distintivas del ser humano: la capacidad de organizar el pensamiento y el sonido en estructuras complejas.