Daniel Artana, economista de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), uno de los centros de estudios más tradicionales de la Argentina, señaló este sábado que la decisión del gobierno de empezar desde enero a ajustar el piso y el techo de la “banda cambiaria” y que el Banco Central (BCRA) empiece a comprar dólares y acumular reservas en función de la “remonetización” de la economía son medidas positivas pues “corrigen un error” de la política cambiaria aplicada hasta ahora.

Entrevistado por radio Mitre, Artana aclaró inicialmente que no se trata, como algunos la denominan de una “nueva tablita cambiaria”, en referencia al fallido programa económico de Alfredo Martínez de Hoz entre fines de 1978 y principios de 1981, en plena dictadura militar, cuando aplicó el llamado “enfoque monetario del balance de pagos”.

El anuncio responde a la crítica de muchos economistas, del FMI e incluso del Tesoro de los Estados Unidos

Daniel Artana

El economista, que integró el equipo encabezado por Carlos Melconian que en 2023 asesoraba en temas económicos a la entonces candidata presidencial Patricia Bullrich, explicó que, a diferencia de aquella “Tablita”, lo que ahora se ajusta son los límites de una banda de flotación, “no es un tipo de cambio único e indexado”, subrayó. Una segunda diferencia, afirmó es que responde positivamente a la crítica de muchos economistas profesionales, del Fondo Monetario Internacional e incluso del Tesoro de los Estados Unidos acerca de “cierta debilidad en la posición de reservas internacionales netas del Banco Central. El anuncio de que la entidad presidida por Santiago Bausili comprará dólares, dijo, “ayudó a bajar el riesgo país, generó confianza y llevó tranquilidad al mercado cambiario”.

Debilidad

“Esto va corrigiendo una debilidad, porque las reservas son una especie de seguro anticrisis, que la Argentina venía reemplazando con el swap acordado con Estados Unidos”, dijo Artana.

La falta de acumulación de reservas era una

“Hay que tener un criterio para corregir la banda cambiaria. Ante era un número fijo (el 1% mensual) ahora será la inflación”. Eso puede generar inicialmente alguna inercia inflacionaria, reconoció Artana, pero también genera una “efecto confianza” por lo cual “si se corrige una debilidad, es algo positivo”.

En cuanto al riesgo de que el nuevo esquema indexatorio le ponga “un piso” a la inflación, Artana lo enmarcó en términos de la estacionalidad de la economía. La inflación de enero es estacionalmente alta, explicó, pero a su vez recordó que la economía estaba convergiendo hacia el 1,5% mensual hasta que “se dio vuelta” en la previa electoral, que la colocó otra vez por arriba del 2% por mes.

No creo que haya inflaciones mensuales de 3 o 4%. Lo que sí puede ocurrir es que la baja de la inflación sea más lenta. Lo más probable es que a partir del 2,5% en enero vaya para abajo

Daniel Artana

“Eso se debería corregir más adelante. En enero vas a partir con el valor más alto del 2027. Eso es bastante probable. No creo que haya inflaciones de 3 o 4%. Lo que sí puede ocurrir es que la baja (de la inflación) sea más lenta. Lo más probable es que la inflación a partir del 2,5% mensual vaya para abajo”, vaticinó el economista.

Cuando se le señaló el cambio de prioridad o criterio del gobierno, que de bajar la inflación viró hacia la acumulación de reservas, Artana volvió sobre sus conceptos iniciales. “Uno de los problemas del programa era que no acumulaba reservas. Yo veo positivo corregir una posición que no era la más razonable. Si alguien corrige un error, me parece positivo. Y lo hicieron relativamente rápido”, concluyó.

El plan de compra de reservas anunciado por el BCRA asume un “escenario base” de remonetización en el que la “base monetaria” crece del 4,2%a 4,8% del PBI, a abastecer con la compra de USD 10.000 millones. Según las previsiones oficiales, se trata de un esquema “compatible con la liquidez diaria del mercado de cambios”, en el que el Central participaría con un 5% del volumen, buscando a la vez evitar “grandes fluctuaciones” del precio del dólar. La meta enunciada: “acumular reservas sin generar distorsiones ni presiones sobre los precios, acompañando el proceso de estabilidad macroeconómica”.