Tropas de Tailandia y Camboya se enfrentaron este jueves en una zona fronteriza en disputa, marcando un nuevo episodio en una crisis que combina tensiones diplomáticas, acusaciones sobre minas terrestres y choques armados.
El Ejército Real Tailandés informó que soldados camboyanos se posicionaron frente a una base militar tailandesa en la provincia de Surin y que el grupo, compuesto por seis efectivos, estaba “completamente armado, incluyendo lanzacohetes”.
Las fuerzas tailandesas aseguraron que Camboya abrió fuego primero y que tres de sus soldados resultaron heridos tras el uso de “múltiples armas”.
La versión oficial camboyana contradice estos hechos. Un portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya denunció una “incursión no provocada” por parte del ejército tailandés y sostuvo que sus tropas respondieron en defensa propia.
El titular del Senado camboyano Hun Sen, por su parte, afirmó en una publicación en Facebook que dos provincias del país fueron atacadas con fuego de artillería procedente del lado tailandés.
El conflicto escaló en un contexto de creciente hostilidad bilateral. El Gobierno tailandés anunció el miércoles por la noche la retirada de su embajador en Camboya y la expulsión del representante camboyano en Bangkok, luego de que un segundo soldado tailandés perdiera una pierna por la explosión de una mina terrestre en menos de una semana en la provincia de Ubon Ratchathani.
Tailandia sostiene que las minas fueron colocadas recientemente, acusación rechazada por Camboya, que la calificó de infundada. “Tenemos que ser cuidadosos”, declaró a la prensa el primer ministro interino tailandés, Phumtham Wechayachai. “Seguiremos el derecho internacional”, añadió.
Las autoridades tailandesas también ordenaron el cierre de pasos fronterizos en áreas bajo control de la 2ª Zona del Ejército y prohibieron el ingreso de turistas. En un mensaje difundido en redes sociales, el gobernador de la provincia de Surin, Chamnan Chuenta, instó a los residentes cercanos al templo Ta Moan Thom a refugiarse en sus hogares y prepararse para una posible evacuación.
El templo Ta Moan Thom, ubicado en una región montañosa de acceso limitado, es uno de varios puntos sin demarcación clara en los 817 kilómetros de frontera terrestre que comparten Tailandia y Camboya.
Las disputas territoriales se remontan a más de un siglo y han generado enfrentamientos recurrentes, como el intercambio de artillería registrado en 2011 que dejó una docena de muertos.
La actual crisis comenzó a tomar forma en mayo, tras la muerte de un soldado camboyano en un tiroteo en otra zona en disputa. En un intento por contener la escalada, la primera ministra tailandesa Paetongtarn Shinawatra mantuvo una conversación con Hun Sen, cuyos detalles filtrados provocaron una controversia interna que llevó a su suspensión por decisión judicial.
Aunque Camboya aún conserva millones de minas terrestres remanentes de su guerra civil, el ejército tailandés insiste en que las más recientes explosiones sugieren una colocación reciente de artefactos en territorio disputado. Hasta el momento, Tailandia no reportó bajas mortales ni nuevos movimientos tras el último enfrentamiento.
(Con información de EFE y EP)