Nuevas imágenes revelan que el CEO de una empresa tecnológica valorada en más de 1.300 millones de dólares y su jefa de recursos humanos mantuvieron un comportamiento íntimo durante varios minutos en un concierto de Coldplay, antes del momento viral que captó la “kiss cam” y desencadenó la renuncia del ejecutivo días después.
Las grabaciones adicionales, descubiertas por asistentes al concierto que buscaban más evidencia del incidente, muestran a Andy Byron con el brazo alrededor de Kristin Cabot mientras se balanceaban al ritmo de la música en el Gillette Stadium de Boston la semana pasada. La pareja se encontraba de pie junto a otros espectadores sentados en la primera fila de uno de los palcos, con Byron abrazando a Cabot, en una posición claramente visible para Chris Martin y el resto de la banda.
El momento que cambió todo: de la intimidad al pánico
El comportamiento abierto de la pareja tomó un giro dramático cuando la cámara de besos del concierto se enfocó directamente en ellos. Las sonrisas iniciales se transformaron rápidamente en pánico mientras intentaban ocultar sus rostros y desaparecer de la vista del público.
La reacción del líder de Coldplay no se hizo esperar. Chris Martin comentó con humor: “O están teniendo una aventura o son muy tímidos”.
El momento incómodo provocó las carcajadas de las 55.000 personas presentes y desde entonces ha acumulado millones de visualizaciones en línea. Ambos empleados de Astronomer, la empresa tecnológica especializada en DataOps y Apache Airflow, fueron inmediatamente suspendidos tras el incidente.
Consecuencias corporativas inmediatas
Astronomer anunció la renuncia de Byron en un comunicado emitido el sábado pasado. “Andy Byron ha presentado su renuncia, y la Junta Directiva la ha aceptado”, declaró la empresa. El cofundador y director de producto Pete DeJoy asumió el cargo de CEO interino.
La compañía reconoció la situación incómoda en su declaración oficial: “Antes de esta semana, éramos conocidos como pioneros en el espacio DataOps, ayudando a los equipos de datos a impulsar todo, desde análisis modernos hasta inteligencia artificial de producción. Aunque el conocimiento de nuestra empresa puede haber cambiado de la noche a la mañana, nuestro producto y nuestro trabajo para nuestros clientes no han cambiado”.
La respuesta del nuevo CEO: de la incomodidad a la oportunidad
Pete DeJoy emitió una declaración en LinkedIn el lunes anunciando oficialmente su nuevo rol, sugiriendo que se siente emocionado por el escándalo que le otorgó el puesto. “La atención ha sido inusual y surrealista para nuestro equipo y, aunque nunca habría deseado que sucediera de esta manera, Astronomer ahora es un nombre conocido“, escribió.
DeJoy expresó su compromiso con el cargo: “Estoy asumiendo este rol con un compromiso total de cuidar a nuestra gente y cumplir con nuestros clientes. Los cimientos de Astronomer siguen siendo sólidos, construidos alrededor de la próspera comunidad Apache Airflow”, agregó, prometiendo que la empresa “no los defraudará”.
Impacto en las vidas personales: matrimonios y fortunas familiares
Los registros públicos indican que tanto Byron como Cabot están casados. Byron está casado con Megan Byron, quien eliminó el apellido de su esposo de sus perfiles de redes sociales poco antes de que el momento viral explotara. El ejecutivo de 50 años abandonó la casa familiar de 1,4 millones de dólares en Northborough, Massachusetts, y ha intentado mantener un perfil bajo en su propiedad de lujo de 2,4 millones de dólares en Kennebunk, a 106 millas de distancia.
Cabot, por su parte, está casada con Andrew Cabot, descendiente directo de una de las familias originales de la aristocracia de Boston conocida como “Boston Brahmin“. Este término se refiere a la aristocracia histórica de Boston, que se remonta a los primeros colonos ingleses y cuyas familias ultrarricas mantuvieron una influencia social, política y cultural significativa desde el siglo XVIII.
Andrew Cabot es director ejecutivo de Privateer Rum, una empresa de bebidas alcohólicas con sede en Massachusetts, y heredero de la fortuna familiar valorada en 15.400 millones de dólares.