Además del titular del organismo, se designó a la secretaria (inta)

Después de que el Gobierno nacional transformara al Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), se oficializó la designación de los nuevos funcionarios que estarán a cargo de la Presidencia y la secretaría del organismo.

Las designaciones se dieron a conocer esta madrugada, luego de que se publicara el Decreto 466/2025 en el Boletín Oficial. De esta forma, el Presidente Javier Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo, dispusieron que el nuevo presidente del INTA será Nicolás Bronzovich, un ingeniero agrónomo, cuyo puesto también tendrá rango y jerarquía de secretario.

En línea con esto, las autoridades nacionales también confirmaron que María Beatriz Giraudo Gaviglio asumirá el rol de consejera técnica del organismo. De acuerdo con el artículo 3° del documento, la funcionaria cumpliría con las tareas en “carácter ‘ad honorem’”.

Ambos funcionarios fueron aprobados para asumir el rol de las funciones pertinentes a sus puestos a partir del 8 de julio de 2025, fecha en la que también se asentaron las transformaciones dispuestas por el Gobierno nacional respecto al funcionamiento de los diversos institutos nacionales existentes.

Desde el 8 de julio, el INTA pasó a ser considerado un organismo desconcentrado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (INTA)

En el caso del INTA, a través del Decreto 462/2025, publicado el martes en el Boletín Oficial, fijaron que el organismo dejaría de funcionar como ente descentralizado del Ministerio de Economía, para transformarse en un organismo desconcentrado dependiente de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.

De esta manera, las autoridades resaltaron que los objetivos del instituto estarán enfocados en “impulsar, vigorizar y coordinar el desarrollo de la investigación y extensión agropecuarias en todo el territorio nacional y acelerar con los beneficios de estas funciones fundamentales de la tecnificación y el mejoramiento de la industria agropecuaria y de la vida rural”.

En simultáneo, las autoridades indicaron cuáles serán las tareas que debería cumplir el titular del INTA, ya que entre las funciones asignadas destacaron que deberá gestionar los bienes y el patrimonio asignado; dictar el reglamento interno de funcionamiento del organismo; y presidir el Consejo Técnico.

Además, deberá estar al frente de la celebración de acuerdos y convenios con organismo públicos, privados, nacionales o extranjeros, que busquen contribuir en investigación, innovación y desarrollo tecnológico y tendrá que proponer la estructura organizativa del organismo.






Por último, el presidente del INTA estará a cargo de gestionar el Fondo de la Promoción de la Tecnología Agropecuaria; y determinar los Centros de Investigación, Estaciones Experimentales, Institutos de Investigación y Laboratorios, que serían considerados necesarios para el funcionamiento del ente.

En cuanto al rol del Consejo Técnico, indicaron que estarán a cargo de los lineamientos científico-técnicos, bajo los cuales funcionarán el organismo.

Respecto a la estructura del equipo directivo, establecieron que estará constituido por el presidente y otros siete miembros, que serían designados por el Poder Ejecutivo Nacional. Asimismo, explicaron que tres de ellos serían seleccionados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, mientras que los cuatro restantes serían elegidos por los productores agropecuarios.

“Los miembros del Consejo Técnico deberán tener reconocida versación y notoria experiencia en materia agropecuaria y poseer, al menos, cuatro (4) de ellos, título de grado universitario”, establecieron, para luego remarcar que su período en funciones duraría cuatro años y que tendrían la oportunidad de ser reelegidos.

Las autoridades explicaron que las funciones de la comitiva serán elaborar los objetivos y planes generales de trabajo que deberá realizar el organismo -siempre y cuando cuente con la aprobación del presidente-. A su vez, tendrán que establecer los criterios de investigación con base a los requisitos científicos y productivos, y evaluar el impacto técnico y productivo de los proyectos y programas ejecutados, para así generar una serie de recomendaciones destinadas a mejorar el desempeño y la efectividad del INTA.