Verónica di Tommaso, Maximiliano Savarino y Julieta Makintach (REUTERS/Agustín Marcarian)

En una jornada marcada por la tensión en el Tribunal Oral en lo Criminal N°3 de San Isidro, los jueces Maximiliano Savarino y Verónica di Tommaso alzaron la voz para deslindarse por completo del escándalo que envuelve a su colega Julieta Makintach, investigada por presuntamente ser parte de un documental del juicio por la muerte de Diego Maradona y separada este martes del cargo, luego de haber sido recusada por todas las partes.

Luego de que Makintach aceptara su pedido de apartamiento, Savarino, el juez que coordina el juicio por la muerte de Maradona, también se expresó al respecto, y avaló la solicitud de las partes de correr a Makintach: “Esta prueba es sumamente grave. Reitero que no sabíamos nada de este documental, nunca lo hubiéramos avalado, fue a nuestras espaldas y a espaldas de todos los jueces”. Lo hizo tras ver el trailer del film “Justicia Divina” que presentó la Fiscalía.

Pero antes de eso y de correrla del juicio, los dos magistrados fueron muy críticos y ácidos para separarse de su colega cuestionada. “Yo no soy hija de nadie”, soltó Di Tommaso en relación a que la jueza del escándalo es la hija del juez Juan Makintach.

Savarino, en cambio, fue irónico sobre la presencia de la jueza ahora separada del juicio en los Tribunales un domingo previo al inicio del debate para filmar los inserts del presunto documental, algo que hizo sin autorización: “Si vine algún fin de semana fue solo para trabajar”.

El juez, que junto a su colega Di Tommaso integran el TOC N°3 y que cubrieron con Makintach, integrante del TOC N°2, la vacante que arrastran desde hace unos años, fue enfático: “Yo no autoricé ninguna filmación, no sabía que había una grabación oculta”. Lo hizo en referencia a las imágenes que se tomaron ilegalmente en la audiencia de apertura del juicio por la muerte de Maradona y que desataron el escándalo y la investigación contra Makintach.

El magistrado se refirió con vehemencia a las imágenes del documental que se difundieron recientemente. Según explicó, tanto él como la vocal Di Tommaso, fueron grabados sin su consentimiento en la primera jornada del juicio.

Nosotros con la doctora Verónica Di Tommaso fuimos filmados por una cámara oculta el primer día ingresando al tribunal”, señaló. Y añadió: “Escuché falsedades de mí y de la doctora como que sabíamos del documental por una cámara oculta”.

A lo largo de su descargo, Savarino repitió varias veces una idea que buscó dejar grabada en la audiencia: él y su colega desconocían absolutamente la existencia de la producción audiovisual.

La jueza Julieta Makintach (REUTERS/Francisco Loureiro)

La doctora Di Tommaso y yo, Maximiliano Savarino, no tenemos nada que ver con la filmación documental que circula en todos los medios de comunicación”, expresó. Y con tono firme, aclaró: “Yo no voy a permitir que nadie me denuncie falsamente. Al TOC Nº3 de San Isidro no entró nadie a filmar, no había nadie ahí”.

Con respecto a la jueza del escándalo, Savarino marcó una clara distancia institucional y personal. “La doctora Makintach está en el Tribunal Nº2, no nos cruzamos. Yo no conozco a la señora que se presenta como amiga íntima de Makintach”, aclaró sobre la mujer que fue guionista del presunto documental y a quien la magistrada señalada admitió haberle dado una nota.

Y completó Savarino: “Yo comparto con ella esta causa, pero no en el día a día. No sé qué tenía un hermano, como ella no conoce a mis amigos de la infancia”.

Durante su exposición, el juez remarcó su incomodidad por los rumores y versiones que circularon en torno al rodaje del documental y cómo eso salpicó su nombre. “Se están diciendo cosas para relacionarnos con nosotros a una grabación con la que no tenemos nada que ver”, insistió. Y reforzó: “Yo no vi que había alguien grabando en la primera audiencia porque si no le hubiera llamado la atención”.

Gianinna Maradona se descompensó durante la escandalosa audiencia por el juicio por la muerte de su padre

Para dejar en claro su postura ética, Savarino se distanció también de los métodos utilizados para captar las imágenes. “No está en mis valores autorizar una cámara oculta porque no son los valores que me inculcaron”, sostuvo. “Cuando vine al tribunal un fin de semana siempre fue para trabajar”, concluyó.

La crítica de Di Tommaso

La vocal Verónica Di Tommaso, también integrante del Tribunal Oral en lo Criminal N°3, adoptó una línea similar a su colega y expresó su rechazo ante la posibilidad de haber sido filmada sin su conocimiento. Durante su declaración, subrayó: “Yo no sabía que nos estaban filmando. Solo dos personas sabían: el que grababa y el que autorizaba. Y no fuimos ni Savarino ni yo”.

La vocal también aprovechó la oportunidad para reivindicar su trayectoria profesional. En un mensaje que pareció apelar a sus orígenes y al esfuerzo personal, manifestó: “Yo soy la primera profesional de mi familia. Mis padres hicieron un esfuerzo gigante para que yo fuera a la universidad pública, yo no soy hija de ningún funcionario, no soy hija de nadie, sobrina de nadie”. La magistrada del escándalo es hija del juez Juan Makintach, un renombrado magistrado de San Isidro.