El canciller Álvaro Leyva Durán se fue lanza en ristre contra ministro de Interior, Armando Benedetti - crédito Cancillería/Colprensa

El ambiente político se mantiene en su estado más tenso, después de que el excanciller Álvaro Leyva revelara la carta que le hizo llegar al presidente Gustavo Petro y que terminó siendo la prueba con la que se confirmaría el presunto problema de drogas que rodea el Gobierno nacional.

De hecho, aunque el exfuncionario intentó ser reflexivo y hacer recomendaciones al jefe de Estado, también se despachó fuertemente contra Benedetti y volvió a referirse a él como un ‘adicto’.

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En la comunicación, Leyva aseguró que fue por su gestión que Armando Benedetti llegó a la embajada de Colombia en Venezuela.

Sin embargo, el hoy ministro se mostró reticente a aceptar el cargo, pues su intención, desde el principio, era trabajar en una posición más alta en el Gobierno nacional.

“Me correspondió nombrar a Armando Benedetti como embajador en Venezuela. Me dijo usted que hablara con él. Lo cité a mi apartamento. No quería aceptar la designación. Aspiraba a trabajar en una posición importante en Colombia. Quizá como un eventual ministro”, señaló Leyva en su carta.

Incluso, el excanciller señaló que en su encuentro con Benedetti se dio cuenta de que el embajador estaba atravesando serios problemas personales, específicamente relacionados con el abuso de sustancias.

Leyva contó que en una reunión en su apartamento Benedetti le confesó que tenía problemas de adicción a las drogas.

A pesar de que Leyva trató de ayudarlo, Benedetti no aceptaba la situación con la gravedad que requería, y su estado de salud personal no fue tomado en cuenta con la urgencia necesaria.

“Como si yo estuviera al tanto de sus problemas personales me manifestó que el doctor Miguel Bettín ya lo tenía al otro lado. Lo comentamos. Comprendí por todo lo que manifestó que estaba adicto a las drogas. Bettín gran profesional de enorme reputación. De mi entrevista con Benedetti concluyó que se trataba de un enfermo. Sigue igual señor Presidente”, continuó el excanciller.

Según Leyva, este comportamiento refleja una falta de atención del presidente a los problemas internos dentro de su círculo cercano, incluyendo los de sus colaboradores más cercanos.