Jared Kushner y Steve Witkoff asisten a una rueda de prensa de Trump y Netanyahu en la Casa Blanca. 29 de septiembre de 2025. (REUTERS/Kevin Lamarque)

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, se reunió el lunes con los emisarios estadounidenses Steve Witkoff y Jared Kushner después del estallido de hostilidades en Gaza que amenazan la tregua impulsada por el presidente Donald Trump.

“El primer ministro Netanyahu se encontró hoy con el enviado especial Steve Witkoff y el yerno del presidente Trump, Jared Kushner, para abordar los eventos y novedades en la región”, dijo Shosh Bedrosian, portavoz de la oficina del dirigente israelí.

La visita de los emisarios a Tel Aviv se produce un día después de que el frágil acuerdo enfrentara su primera crisis importante, cuando Israel amenazó con detener las transferencias de ayuda humanitaria luego de que militantes de Hamás mataran a dos soldados israelíes, según informó el ejército israelí.

El portavoz de Netanyahu también anunció una visita “de varios días” a Israel del vicepresidente estadounidense, JD Vance, y su esposa. “Se reunirán con el primer ministro”, afirmó.

La embajada de Estados Unidos confirmó que los dos enviados habían aterrizado en Tel Aviv. Más tarde, el ejército israelí anunció que reanudó la aplicación del alto el fuego, y un funcionario confirmó que las entregas de ayuda se reanudarían el lunes. A primera hora de la tarde, no estaba claro de inmediato si el flujo de ayuda se había restablecido.

Han pasado más de una semana desde el inicio de la tregua propuesta por Estados Unidos, destinada a poner fin a dos años de guerra. El presidente Trump dijo a periodistas a bordo del Air Force One el domingo que Hamas ha estado “bastante alborotado” y “han estado disparando”.

También sugirió que la violencia podría ser culpa de “rebeldes” dentro de la organización en lugar de su liderazgo.

Un vehículo militar israelí moviendo bloques de barrera para marcar la

Desde que comenzó el alto el fuego, las fuerzas de seguridad de Hamas han regresado a las calles de Gaza, enfrentándose con grupos armados y matando a presuntos delincuentes en lo que el grupo terrorista dice que es un intento de restaurar la ley y el orden en áreas donde las tropas israelíes se han retirado.

El domingo, el ejército israelí informó que militantes habían disparado contra tropas en áreas de la ciudad de Rafah que están bajo control israelí según las líneas del alto el fuego acordadas.

Hamas, que continuó acusando a Israel de múltiples violaciones del alto el fuego, dijo que la comunicación con sus unidades restantes en Rafah había estado cortada durante meses y que “no somos responsables de ningún incidente que ocurra en esas áreas”.

Las próximas etapas del alto el fuego se espera que se centren en el desarme de Hamas, la retirada israelí de áreas adicionales que controla en Gaza y el futuro gobierno del devastado territorio. El plan estadounidense propone el establecimiento de una autoridad respaldada internacionalmente.

En una entrevista con “60 Minutes” durante el fin de semana, Kushner dijo que el éxito o fracaso del acuerdo dependerá de si Israel y el mecanismo internacional pueden crear una alternativa viable a Hamas. “Si tienen éxito, Hamas fracasará y Gaza no será una amenaza para Israel en el futuro”, afirmó.

Mientras tanto, una delegación de Hamas liderada por el negociador jefe Khalil al-Hayya estaba en El Cairo para hacer seguimiento de la implementación del acuerdo de alto el fuego con mediadores y otros grupos palestinos.

Un funcionario de seguridad israelí dijo el lunes a la agencia AP que la ayuda continuaría ingresando a Gaza a través de Kerem Shalom y otros cruces después de la inspección israelí, en línea con el acuerdo. El funcionario habló bajo condición de anonimato de acuerdo con las regulaciones militares.

En su ataque del 7 de octubre de 2023 contra Israel que desencadenó la guerra, terroristas liderados por Hamas mataron a alrededor de 1.200 personas, en su mayoría civiles, y secuestraron a 251 personas como rehenes.

La guerra entre Israel y Hamas ha matado a más de 68.000 palestinos, según el Ministerio de Salud de Gaza, que no distingue entre civiles y combatientes en su recuento. Miles más están desaparecidos, según la Cruz Roja.