El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu estableció este jueves una zona desmilitarizada en el sur de Siria y advirtió que no permitirá el despliegue de tropas del nuevo régimen sirio al sur de Damasco, después de que Israel lanzara extensos ataques contra instalaciones gubernamentales y militares sirias en respuesta a los enfrentamientos que dejaron más de 500 muertos en la provincia de Sweida.
“Hemos establecido una política clara”, declaró Netanyahu en un mensaje de video. “Desmilitarizar el área al sur de Damasco, desde los Altos del Golán hasta las montañas drusas, es una línea [roja]. La segunda línea [es] proteger a los hermanos de nuestros hermanos, los drusos en las montañas drusas”.
El mandatario israelí justificó los bombardeos del miércoles contra Damasco argumentando que el régimen de Ahmed al Sharaa violó ambas líneas rojas establecidas por Israel. “Envió un ejército al sur de Damasco, a la zona que debía estar desmilitarizada, y comenzó a masacrar a los drusos. No podíamos aceptar esto de ninguna manera”, explicó Netanyahu.
Alto el fuego logrado “por la fuerza”
Netanyahu enfatizó que el alto el fuego anunciado por el presidente sirio, que incluyó la retirada de las tropas sirias de Sweida, “se logró con la fuerza. No con peticiones ni súplicas, sino con la fuerza”. El primer ministro advirtió que Israel “actuó, y continuará actuando según sea necesario” para hacer cumplir sus demandas.
Los enfrentamientos que comenzaron el domingo entre tribus beduinas sunitas y combatientes drusos escalaron dramáticamente cuando el gobierno sirio desplegó sus fuerzas en la zona el martes para intentar restablecer el orden. Sin embargo, organizaciones no gubernamentales, testigos y grupos locales acusaron a las fuerzas gubernamentales de cometer ejecuciones de civiles y saqueos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) reportó que los enfrentamientos dejaron al menos 516 fallecidos, entre ellos 83 civiles víctimas de “ejecuciones sumarias” de las fuerzas de seguridad. La violencia ilustra los desafíos que enfrenta el gobierno interino de Al Sharaa, el líder islamista que derrocó al presidente Bashar al-Assad en diciembre después de casi 14 años de guerra civil.
Bombardeos israelíes contra Damasco
Israel respondió con bombardeos el miércoles, atacando el Ministerio de Defensa y las inmediaciones del Palacio Presidencial en Damasco, además de otras instalaciones gubernamentales y militares en una escalada que solo horas después retornó a la calma tras el anuncio del repliegue sirio.
Los ataques israelíes se dirigieron tanto contra las tropas sirias que se dirigían al sur como contra instalaciones clave en la capital siria. Netanyahu defendió que Israel actuó para proteger a los drusos, una minoría surgida de una rama del chiismo considerada como una corriente esotérica y que mantiene vínculos únicos con Israel.
Antes de la guerra civil estallada en 2011, la comunidad drusa en Siria ascendía a 700.000 personas, la mayoría de ellas concentradas en Sweida. Israel mantiene una población drusa significativa en los Altos del Golán, territorio ocupado desde 1967.
Respuesta siria y mediación de EEUU
El presidente sirio Ahmed al Sharaa anunció este jueves el “éxito” de los esfuerzos para frenar el estallido de violencia en la provincia meridional de Sweida, cuya seguridad dejará en manos de facciones locales y líderes religiosos drusos.
“Los esfuerzos del Estado por restablecer la estabilidad y expulsar a las facciones proscritas han tenido éxito”, declaró Al-Sharaa en un discurso televisado. “Gracias a la eficaz intervención de la mediación estadounidense, árabe y turca, se salvó a la región de un destino incierto”.
El dirigente sirio explicó que se enfrentaba a dos opciones: “abrir una guerra con la entidad israelí a expensas de nuestro pueblo druso y de su seguridad, desestabilizando Siria y toda la región. O permitir a los sheijs drusos y eruditos que entraran en razón y dieran prioridad al interés nacional”.
Al Sharaa afirmó que dio “la prioridad al interés de los sirios en vez de al caos y la destrucción” y quiso evitar “una nueva guerra de amplio alcance”. El presidente sirio también condenó a Israel por recurrir a “un ataque a gran escala de instalaciones civiles y gubernamentales” en su país, que afirmó complicó la situación.
El secretario de Estado estadounidense Marco Rubio anunció el miércoles que los dos bandos acordaron “pasos específicos que pondrán fin a esta situación preocupante y horrible”. Poco después, el ejército sirio anunció su retirada de Sweida.
Aunque Estados Unidos es el principal aliado de Israel, también ha buscado un acercamiento a las nuevas autoridades sirias, a pesar del pasado yihadista de su líder. El presidente Donald Trump se reunió con Al Sharaa en mayo.
Devastación en Sweida
Con la retirada de las tropas del gobierno, los habitantes de Sueida salieron a las calles y comprobaron la devastación en la ciudad. Un fotógrafo de AFP vio este jueves 15 cadáveres en el centro de Sueida, aunque no pudo confirmar si eran civiles o combatientes.
“Es como si la ciudad acabara de vivir una catástrofe natural o una inundación”, declaró a la AFP Hanadi Obeid, una médica de 39 años. “He visto tres cadáveres en la calle, entre ellos el de una anciana. Hay coches quemados por todas partes, otros volcados, y he visto un tanque incendiado”.
Los enfrentamientos estallaron inicialmente el domingo tras el secuestro de un comerciante de verduras druso en la ciudad, bastión de esta minoría religiosa.
La violencia en Sweida ilustra los retos que enfrenta el gobierno interino de Al Sharaa para controlar el territorio sirio. El gobierno interino prometió proteger a las distintas minorías de este país caracterizado por su diversidad, pero estos enfrentamientos, junto con incidentes como la masacre de alauitas —la comunidad a la que pertenece el depuesto Assad—, siembran dudas sobre su capacidad de controlar la situación en el terreno.