La 59.ª edición de la Jalsa Salana congregó a 47.000 musulmanes en Alton, Surrey, convirtiendo esta convención de la Comunidad Musulmana Ahmadía en la mayor de su género en Europa Occidental.
El evento, que se se celebró del 26 al 28 de julio, se ha convertido en una notable plataforma para la promoción de la paz, el diálogo y el entendimiento. El orador principal de la conferencia fue Mirza Masroor Ahmad, Jalifa de la Comunidad Musulmana Ahmadía.
La presencia de delegaciones de más de 100 países, incluyendo funcionarios diplomáticos, académicos y representantes oficiales como la Directora Nacional de Culto de Argentina, Martina Godoy, subrayó la dimensión internacional del encuentro.
La convención atrajo mensajes de apoyo de figuras de alto nivel, incluyendo al rey Carlos de Inglaterra y al primer ministro británico Keir Starmer. El Vaticano también expresó su respaldo a través del Nuncio Apostólico en el Reino Unido, Monseñor Miguel Buendía, quien leyó personalmente el mensaje papal durante la ceremonia.
La Jalsa Salana se posicionó como el “epicentro del crecimiento espiritual de la comunidad”, según describieron los organizadores. La convención funcionó como plataforma para la promoción de la paz y el entendimiento, proyectando una visión que trasciende las divisiones sectarias y políticas del mundo musulmán contemporáneo.
El encuentro propuso un enfoque que combina introspección espiritual con acción social, promoviendo lo que sus organizadores denominaron «un camino hacia un mundo más inclusivo y armonioso“. Este enfoque requiere, según el mensaje final de la convención, “diálogo, comprensión y, sobre todo, el compromiso compartido de construir puentes, no muros”.
El imán Marwan Gill, Presidente de la Comunidad Musulmana Ahmadía de Argentina, contextualizó los objetivos de la convención frente a los desafíos contemporáneos del diálogo interreligioso. “Es muy preocupante la situación actual del mundo donde vemos tantas fisuras y muros que amenazan la convivencia armónica”, declaró Gill.
Citando una reciente encuesta en Inglaterra que reveló que la mitad de las personas sostienen que el islam no es compatible con los valores occidentales, Gill subrayó la importancia de la convención como formadora de “embajadores y comunicadores del islam verdadero”. La estrategia propuesta enfatiza “tejer lazos interreligiosos que permitan conocer y escuchar al otro” como herramienta fundamental “para combatir el odio y la ignorancia en nuestras sociedades”.