El primer fin de semana de marzo, un grupo de ocho colombianos fue extraditado a Estados Unidos, tras ser procesado por delitos de tráfico de drogas y concierto para delinquir.
El grupo, requerido por la Corte del Distrito Este de Texas, incluye individuos cercanos a alias Chiquito Malo, líder del Clan del Golfo, así como un exfutbolista y un cantante vallenato.
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Entre los extraditados se destaca Ángel Navarro Romero, conocido en el ámbito musical como Ángel. Según información de la Policía Nacional, Navarro estaría vinculado a una red de narcotráfico dedicada al envío de grandes cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos.
El cantante, que se encontraba escondido en Turbaco (Bolívar), fue capturado en diciembre de 2023, donde se ocultaba tras ser vinculado a la red criminal.
Las autoridades aseguran que Navarro, además de ser miembro clave de esta organización criminal, desempeñaba un rol fundamental en el manejo financiero de la misma.
A través de envíos de estupefacientes a Centroamérica, utilizaba lanchas rápidas tipo Go Fast y barcos de carga para disfrazar sus actividades bajo la fachada de empresario pesquero y de carga marítima. Según las investigaciones, el narcotraficante enviaba más de dos toneladas mensuales de clorhidrato de cocaína hacia Estados Unidos.
Las rutas utilizadas por la organización, según los reportes de las autoridades colombianas, pasaban por varios puntos clave, comenzando en los laboratorios clandestinos del Cauca y atravesando territorios controlados por el clan del Golfo, como el golfo de Urabá y Barranquilla. En este trayecto, se exigía el pago de impuestos por el tránsito de la droga.
La red de narcotráfico que lideraba Navarro se extendía más allá de las fronteras colombianas, utilizando rutas marítimas que conectaban el Golfo de Morrosquillo y el de Urabá, pasando por Panamá, Costa Rica y Honduras, hasta llegar a los Estados Unidos.
Según las autoridades, Navarro Romero no solo era un líder operativo, sino también el encargado de manejar el “músculo financiero” de la red. Su rol incluía la coordinación de los envíos de droga y la gestión de los recursos económicos generados por estas actividades.
El cantante vallenato, cuya carrera artística quedó opacada por su presunta vinculación con el narcotráfico, utilizaba su posición como empresario para facilitar el transporte de los estupefacientes.
La Corte Suprema de Justicia de Colombia autorizó su extradición el 14 de agosto de 2024, permitiendo su traslado al país norteamericano para enfrentar cargos relacionados con el narcotráfico.
Más sobre los otros extraditados
Entre los extraditados se encuentra el exfutbolista colombiano Rolan de la Cruz Biojó, quien, según las autoridades, utilizaba una empresa de almacenamiento de cítricos como fachada para camuflar cargamentos de cocaína destinados al mercado estadounidense.
De acuerdo con información oficial, Rolan de la Cruz Biojó, quien tuvo una destacada carrera en el fútbol colombiano y llegó a representar a Guinea Ecuatorial en la Copa Africana de Naciones 2012, fue detenido en octubre de 2023.
Tras su retiro del deporte, el exjugador habría asumido un rol en la logística del narcotráfico, utilizando su empresa como una pantalla para el envío de drogas. La decisión de extraditarlo, anunciada el 18 de septiembre de 2024, marca un punto crítico en la lucha contra las redes criminales que operan en el país.
Otro de los extraditados es Pedro Pablo Guzmán Usma, conocido como alias Pelomono, quien fue capturado el 13 de enero de 2024 en el municipio de Necoclí, Antioquia.
Según detalló la Policía Nacional, Pelomono desempeñaba un papel fundamental en la producción y envío de cocaína desde las regiones de Urabá, tanto en Chocó como en Antioquia, hacia Estados Unidos. Este individuo habría asumido el control de las operaciones tras la extradición de alias Plástico en 2022, consolidándose como un actor estratégico dentro de la red criminal.
Otro de los nombres destacados en esta operación es el de Antonio Ballesteros Vecino, alias Toño, señalado como una figura clave dentro de las operaciones del Clan del Golfo. Según explicó el coronel Hebert Noe Mejía Castro, director de Investigación Criminal e Interpol (Dijín) de la Policía Nacional, Ballesteros era considerado la mano derecha de alias Chiquito Malo.
Su principal responsabilidad era coordinar los envíos de cocaína desde la costa occidental del Golfo de Urabá hacia Estados Unidos, utilizando lanchas rápidas conocidas como Go-Fast.
Las autoridades estiman que alias Toño fue responsable del envío de al menos 12 toneladas de clorhidrato de cocaína hacia territorio estadounidense.