Se dice que la cumbia ‘hierve’ en Lima Norte; sin embargo, esta afirmación no es del todo exacta. En distintos puntos de la capital, miles de peruanos disfrutan de este género en conciertos masivos. Y ni qué decir del norte del país, donde ciudades como Trujillo, Piura y Chiclayo han mantenido viva esta tradición musical. En esta última, una orquesta cosechaba éxitos, aunque sin lograr el mismo impacto en Lima.
Fue recién en los últimos meses de 2024 cuando una canción irrumpió en las radios de cumbia y logró gran aceptación del público. En pocas semanas, el ‘Mix que bonito’ se convirtió en un fenómeno musical. Su popularidad consolidó a la agrupación Son del Duke, que venía ganando reconocimiento en el norte del país.
El hecho de que esta orquesta se fundara en Chiclayo no garantizaba su éxito en la región. En las últimas décadas, el público se ha vuelto más exigente y ha encontrado en las redes sociales un espacio para expresar sus opiniones sobre las agrupaciones de cumbia y otros géneros, así como para evaluar a los cantantes.
Precisamente, una joven vocalista captó la atención de miles en Chiclayo gracias a su melodiosa voz y la interpretación del ‘Mix que bonito’. Se trata de Cielo Fernández, quien, con tan solo 18 años, logró emocionar tanto a enamorados como a corazones desilusionados en 2024. Su impacto no se limitó al norte, pues también conquistó al público limeño.
Prueba de este éxito son los videos difundidos en redes sociales, donde se observa a multitudes cantando la canción al unísono, algunos incluso visiblemente conmovidos. Otro factor determinante en su popularidad es el impacto digital: al 2 de marzo de 2025, el videoclip de ‘Mix que bonito’ supera los 10 millones de visualizaciones. Este reconocimiento no lo obtuvo una de las primeras versiones de la canción, grabada años atrás por Rossy War y su Banda Kaliente.
La canción más popular de Son del Duke fue grabada antes del 2000 por Rossy War
Rossy War y su Banda Kaliente fue la agrupación musical que marcó el resurgimiento de la cumbia peruana. Su vocalista, Rosa Guerra Morales, se consolidó como una de las figuras más representativas del género, especialmente dentro de la tecnocumbia.
Durante la década de los 90, la banda comenzó a ganar reconocimiento en la escena musical. Su estilo innovador, que combinaba los ritmos tradicionales de la cumbia con elementos modernos, les permitió ampliar su alcance y conectar con diversos públicos.
Antes de su irrupción en la escena musical en la década de los 90, la cumbia peruana estaba en declive y había sido opacada por otros géneros.
Damiler Díaz Terán, citado por Jesús Cosamalón en su libro “Historia de la cumbia peruana. De la música tropical a la chicha”, señaló que el desprestigio de los términos ‘chicha’ y ‘chichero’ contribuyó al ocaso del género y que la música fue utilizada para estigmatizar y deslegitimar a los provincianos y sus descendientes.
Otra posible causa de la crisis de la cumbia fue el auge y la creciente preferencia de los peruanos por otros géneros musicales. La escena musical en el país comenzó a diversificarse con la aparición de nuevos estilos que captaron la atención del público.
Entre estos, la salsa logró consolidarse, destacando especialmente su variante conocida como salsa sensual, que ganó gran aceptación a partir de mediados de los años ochenta. Asimismo, el rock y el pop en español se fortalecieron como géneros influyentes dentro del panorama musical peruano.
El panorama comenzó a transformarse en los años 90 con la aparición de Rossy War y su agrupación, quienes irrumpieron en la escena musical. “La segunda mitad de la década del noventa estuvo dominada por esta variante que rompió las barreras étnicas y fue aceptada por casi todos los peruanos”, sostuvo el investigador Cosamalón.
Según Walter Gonzales, citado en el libro “Historia de la cumbia peruana. De la música tropical a la chicha”, “en 1998 la cumbia retorna con fuerza a la lista de éxitos con Rossy War, y un año después a esa cantante se le suman Agua Marina, Armonia 10, Euforia y Ruth Karina como las voces y grupos más conocidos”.
A pesar de que Rossy War y su Banda Kaliente revitalizó la cumbia, no logró convertir su canción ‘Es el amor‘ en un éxito, a diferencia de ‘Nunca pensé llorar’, que sí alcanzó gran popularidad. Cabe destacar que Es el amor, que no tuvo gran acogida entre el público peruano, forma parte del ‘Mix que bonito’ de Son del Duke.
Cada vez que suena la canción más popular de la orquesta chiclayana, pocos recuerdan que Rossy War y su Banda Kaliente grabó su segunda parte. Es probable que esto se deba a que, en su momento, no logró el impacto esperado.