Iván Zuleta recordó que Diomedes Dïaz no ensayaba con sus músicos, pues llevaba 20 años cantando las mismas canciones - crédito ivan_zuletab/Instagram

Iván Zuleta, uno de los más célebres acordeoneros del vallenato, recuerda con admiración y gratitud su relación profesional con Diomedes Díaz, el legendario ‘Cacique de La Junta’.

Si bien la dupla dejó una huella profunda en el género, los inicios de esta colaboración, cuando Zuleta era apenas un adolescente, están llenos de anécdotas poco conocidas que revelan la astucia de Diomedes para proteger a su joven compañero del impacto de la fama.

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En una reciente entrevista, Iván Zuleta compartió detalles de esos primeros días, pues con solo 17 años, el joven músico fue llamado a llenar el vacío que había dejado Juancho Rois, uno de los acordeoneros más influyentes de Colombia, que falleció en noviembre de 1994 en un accidente aéreo.

De acuerdo con el músico de la dinastía Zuleta, la responsabilidad era abrumadora: “Le voy a decir una cosa, yo de pronto hice las cosas bien, porque nunca fui consciente de la responsabilidad tan grande que tenía. Primero, llenar el espacio de Juancho Rois, que venía pasando su mejor momento musical. Segundo, tocar con Diomedes”.

Iván Zuleta aseguró que tomó con calma el hecho de ser el reemplazo de Juancho Rois - crédito ivan_zuletab/Instagram

Zuleta recordó con claridad los ensayos previos a su debut con Díaz, dado que, a pesar de su inexperiencia, la ilusión y el entusiasmo le ayudaban a enfrentar los desafíos; por lo que, en uno de esos ensayos, en un lugar llamado La cueva del lobo, Zuleta, con apenas cuatro prácticas encima, le pidió a Diomedes que se uniera.

La respuesta del Cacique fue una muestra de su grandeza: “Ensayar, ¿quién, yo? Ensaye usted que yo tengo 20 años cantando lo mismo”, una respuesta que dejó en evidencia la confianza y naturalidad con las que el ícono vallenato manejaba su arte.

La verdadera prueba llegó el 7 de diciembre de 1994, durante su primera presentación juntos en el Club Valledupar, pues el evento atrajo una atención masiva: “Había periodistas arriba de los palos, de los techos, de todas partes”, comenzó por recordar Zuleta que confesó sentirse asombrado por la magnitud de la fama de Díaz.

En ese momento, la estrategia del Cacique de la Junta para tranquilizar a su joven acompañante se hizo evidente, antes de salir del auto, Díaz elogió a Zuleta: “Yo no veo la hora de estar en la tarima porque veo que este pela’o sí va a tocar bonito”, le dijo.

Estas palabras, según Zuleta, eran un truco psicológico: “Diomedes era muy inteligente”, explicó, y agregó que, si le hubiese hablado con dureza, el nerviosismo habría sido incontrolable, en cambio, sus elogios ayudaron al acordeonero a mantener la calma: “Eso era de psicología de él, porque si se me iba por el lado fuerte sabía que me iba a poner nervioso”.

Por último, Iván Zuleta recordó que el debut fue un éxito, pues ya en tarima, el Cacique marcó el inicio de la presentación palmeando el suelo, un gesto que significó una señal de aprobación: “Ahí arranco yo con Diomedes”, y desde ese momento, el joven músico se transformó en uno de los acompañantes más icónicos del artista.

Cuánto ganaba Iván Zuleta con Diomedes Díaz

El impacto de esa relación entre el cantante y su acordeonero no solo fue emocional y artístico, también económico, pues antes de unirse al Cacique de la Junta, Zuleta tocaba en pequeños hoteles por 120.000 pesos, una cantidad que debía dividir con otros músicos.

Sin embargo, al unirse al equipo del vallenatero, sus ingresos cambiaron drásticamente, pues en sus primeras presentaciones ganaba un millón de pesos por show, una cifra extraordinaria para alguien de su edad y experiencia, incluso, solo un mes después de comenzar, Zuleta había alcanzado ingresos de hasta tres millones de pesos en un solo fin de semana.

El éxito del álbum

1995 marcó el verdadero despegue con el lanzamiento del álbum Un canto celestial, en homenaje a Juancho Rois con un éxito arrollador: las preventas alcanzaron las 800 mil copias, una hazaña sin precedentes para la industria musical vallenata de la época, por lo que los ingresos de Zuleta se dispararon, llegando a acumular hasta 50 millones de pesos mensuales.