Roberto Mosca, actor y director de extensa y reconocida trayectoria, murió tras más de sesenta años de dedicación al teatro, el cine y la televisión. La noticia fue difundida por las cuentas oficiales de la Asociación Argentina de Actores y Actrices a través de un comunicado. Su partida deja un vacío en la escena y una huella imborrable entre aquellos que lo conocieron y quienes disfrutaron de su talento en escena.

“Despedimos con profundo pesar al actor Roberto Mosca, figura emblemática de la escena nacional con una trayectoria de más de seis décadas en teatro, cine y TV. Acompañamos con nuestras condolencias a sus familiares y seres queridos”, escribió la asociación. Los restos serán velados a partir de las 12 del miércoles y luego trasladados al Cementerio de la Chacarita. “Sus hijos Fabry, Tito y Ale invitan a amigos y compañeros de tantos años a acercarse para despedir a Robertino”, concluyen el posteo, haciendo referencia a la familia del querido actor, que cruzó el Atlántico siguiendo aquella vocación que se le había despertado en un circo, como a tantos chicos de su generación.

Roberto Mosca tenía una larga trayectoria en el espectáculo

Mosca había nacido el 3 de marzo de 1942 en Taranto, Italia. A los ocho años, emigró con su familia a la Argentina. Comenzó temprano su vínculo con las tablas: a los doce años integró compañías infantiles en el Club Pinocho y tuvo su debut profesional en el Festival de Teatro Infantil de Necochea. Estudió actuación en la Alianza Francesa durante su adolescencia, y en 1965 se afilió a la Asociación Argentina de Actores, donde fue dirigente de la Secretaría de Cultura durante las gestiones de Jorge Salcedo y Juan Carlos Gené.

Desde 1964 integró el elenco estable del Teatro San Martín, institución en la que participó en numerosas producciones y contribuyó de manera decisiva al desarrollo del teatro nacional. Su trabajo se extendió también al teatro independiente, con una vasta carrera en escenarios emblemáticos.

Mosca fue parte de recordadas obras como Babilonia, El diccionario, Réquiem, Tierra del Fuego, Stéfano, Mustafá, Cyrano de Bergerac, Jettatore!, Todos eran mis hijos, Cremona, Mateo, Esperando a Godot y Los amantes de la casa azul, donde interpretó al revolucionario soviético León Trosky. Como director, abordó títulos como Borges Buenos Aires, Fuego en el rastrojo, Interviú, Delirio de grandezas, Rompecabezas para armar, cantar y bailar y una versión propia de Stéfano.

El posteo de la Asociación Argentina de Actores para despedir a Roberto Mosca

Si bien las tablas fueron el ámbito en el que más desarrolló su profesión, también visitó otros ámbitos, que lo acercaron a una mayor popularidad. En televisión intervino en ciclos emblemáticos como Balabasadas, La Tuerca, Telecómicos, La Revista Dislocada y Los especiales de ATC, entre tantos otros. También tuvo experiencia en la televisión española, donde trabajó en el programa infantil Los Chiripitifláuticos y en Un, dos, tres… responda otra vez.

Pero donde su cara se hizo conocida para el gran público fue en Poliladron, la serie creada y protagonizada por Adrián Suar y Laura Novoa, que inauguró la factoría Polka. Allí interpretaba a Dana, el dueño del bar en el que paraba el Nene Carrizo -el personaje que interpretaba el Chueco- con sus amigos y transcurría buena parte de la trama.

Entre sus trabajos en cine se encuentran Elsa y Fred, La herencia del Tío Pepe, El hombre del subsuelo, ¿Qué es el otoño?, De cara al cielo, Si se calla el cantor, La gran ruta, Estoy hecho un demonio, La noche del hurto y La muchachada de a bordo. Títulos disímiles que dan cuenta de su versatilidad tanto para la comedia como para el drama.

Como León Trotsky junto a Maia Francia, la Frida Khalo de Los amantes de la Casa Azul