Un hombre fue hallado asesinado a balazos dentro de su auto en la localidad bonaerense de Cuartel V, partido de Moreno, y las autoridades creen que se trató de un ajuste de cuentas.
Según informaron a Infobae fuentes policiales y judiciales, el hecho se descubrió este miércoles por la mañana, luego de que un llamado al 911 por parte de un vecino alertara sobre un auto abandonado en un camino de tierra cerca del cruce de las calles Goncalves y Samaniego, en una zona poco transitada y conocida por el nombre de una fábrica de cerámicas.
Allí, los policías encontraron un Volkswagen UP con el cuerpo de un hombre en el asiento del conductor. La víctima fue identificada como Gustavo Javier Bravo, de 47 años, quien había salido de su casa el día anterior, aparentemente con la intención de reunirse con personas vinculadas a la barra brava de Racing Club. De acuerdo al testimonio de sus allegados, buscaba resolver una deuda de dinero.
El reporte policial señaló que Bravo tenía dos heridas de arma de fuego, una en la cabeza y otra en el tórax, ambas con orificio de entrada y salida.
Además, se constató un impacto balístico en la puerta trasera derecha del vehículo. El lugar del hallazgo fue preservado y se realizaron las pericias correspondientes con intervención de la Policía Científica y la DDI Moreno, bajo la instrucción de la Unidad Funcional de Instrucción N°4 del Departamento Judicial Moreno-General Rodríguez, a cargo del fiscal Federico Soñora.
Las fuentes consultadas confirmaron que a Bravo no le faltaban pertenencias de valor y que en el interior del rodado se hallaron su billetera y su teléfono celular, por lo que la hipótesis de un homicidio en ocasión de robo perdió fuerza desde el inicio de la investigación.
“Le debía plata a mucha gente, entre ellos gente vinculada a la barra de Racing, y se investigan esas líneas para llegar al autor o autores del crimen”, contó un detective del caso. El mismo, no duda: “Estamos seguros de que fue un ajuste”.
De acuerdo a registros oficiales, Bravo trabajaba con una productora de espectáculos musicales. En sus redes sociales, años atrás, había promocionado viajes a recitales y se lo veía en fotos en una radio local, aunque no está clara la función que cumplía allí.
Era simpatizante de Racing y, según los voceros, en los últimos días habría recibido amenazas por una deuda en moneda extranjera, vinculada al cobro de un monto por un espectáculo que finalmente no se concretó.
Tras conocerse el hecho, en las redes sociales comenzaron a multiplicarse mensajes de despedida de allegados de Bravo, especialmente de aquellos con los que compartía una afición por la banda de rock Jóvenes Pordioseros.
“Amigo querido, nos quedaban muchos recitales por compartir. Muchas charlas por WhatsApp. Más de 15 años siempre con la mejor onda. Conocí tu casa y vos la mía. El respeto por sobre todas las cosas. Espero puedas tener paz y tu familia justicia. ¡Cuidá a los tuyos desde donde estés! ¡Abrazo, hermano, nos vemos más temprano que tarde! ¡Stefani pordiosero!”, escribió uno de ellos.
Otro expresó: “Amigo, estamos todos destrozados. Se nos fue un pordiosero de alma”.
Un tercer mensaje, firmado por Los pibes del Mirador, dice: “¡Hoy nos toca volver a escribir desde el dolor para dar nuestro más sentido pésame a la familia de un amigo, un compañero de ruta en tantas noches pordioseras! Gustavo Bravo o Gus de Stefani, como le decíamos. ¡Te vamos a extrañar amigo! ¡Espero puedas descansar en paz y se haga justicia! ¡Cada vez que suene una canción de Jóvenes Pordioseros vas a estar ahí! ¡Nos vemos, Gus! Agitá desde arriba”.