“Me llamo Edmond Dantès.” No lo dice exactamente así, pero podría. El protagonista de El Conde de Montecristo entra en la historia sin estruendo. Tiene 19 años, está enamorado, cree en el futuro. No sabe que lo van a traicionar. Que va a pasar catorce años en prisión. Que, cuando salga, no va a ser el mismo.

Publicada entre 1845 y 1846, El Conde de Montecristo fue una de las novelas más leídas del siglo XIX. Su autor, Alejandro Dumas, trazó una historia de traición, encierro, venganza y transformación. Una historia de renacimiento. Y, como sucede con los clásicos, cada época encuentra en ella su propia lectura.

Ahora, esa historia vuelve a estar al alcance de nuevos lectores, de nuevos escuchas. Como parte del proyecto de clásicos esenciales impulsado por Leamos, la editorial digital de Infobae, Montecristo se presenta en tres formatos gratuitos: el texto completo, disponible en la plataforma bajalibros.com; una versión abreviada pensada para facilitar el acceso inicial y un podcast narrado que puede descargarse como audiolibro, también de forma gratuita.

El objetivo es claro: abrir puertas a la literatura sin simplificarla. Las versiones abreviadas no sustituyen el texto completo sino que lo acompañan. Funcionan como mapa, guía de lectura o primer acercamiento. Sirven para quienes nunca leyeron la obra, para quienes quieren retomarla, para quienes necesitan comprender la estructura narrativa antes de adentrarse en el texto íntegro.

El podcast, elaborado con la ayuda de la Inteligencia Artificial, suma una experiencia distinta: escuchar el relato como si se tratara de una historia oral, un cuento transmitido en voz alta. La palabra de Dumas circula por el oído, no por la vista, y eso permite otro tipo de vínculo, más íntimo, más inmediato. Para quienes no tienen tiempo o hábito de lectura sostenida, o para quienes prefieren escuchar mientras caminan, viajan o descansan, el audiolibro representa una vía de acceso efectiva, cuidada y gratuita.

La propuesta de Leamos parte de una premisa sencilla: ofrecer herramientas distintas para entrar a los libros, sin alterar lo que los libros dicen.

Una historia que se adapta y se reinventa

El Conde de Montecristo cuenta la historia de Edmond Dantès, joven marinero acusado falsamente de traición, encarcelado sin juicio en el castillo de If, educado en secreto por otro prisionero, y liberado años después tras conocer la existencia de un tesoro oculto. Con esa fortuna, adopta la identidad del Conde de Montecristo y regresa a París para ejecutar una venganza meticulosa contra quienes arruinaron su vida.

La historia ha sido adaptada numerosas veces al cine y la televisión. En los últimos años, dos versiones recientes la han devuelto al centro de la conversación cultural.

En 2024 se estrenó El Conde: Amor y honor, una telenovela de Telemundo y Sony Pictures Television protagonizada por Fernando Colunga. Inspirada libremente en la novela de Dumas, la serie traslada los ejes de traición, amor y justicia al formato del melodrama televisivo contemporáneo. Se emitió en América Latina y Estados Unidos y generó un nuevo interés por la historia original.

El Conde de Montecristo, en la pantalla. Aquí, Sam Clafin.

En paralelo, una miniserie europea —coproducción entre Francia e Italia— fue lanzada en 2024 con Sam Claflin en el papel de Dantès y Jeremy Irons como el abate Faria. Con un enfoque más cercano al texto de Dumas, esta adaptación busca recrear la complejidad de la transformación de Edmond y los dilemas éticos de su venganza. La serie se estrenó en Europa y tiene previsto llegar a Estados Unidos en 2026 a través de PBS Masterpiece.

El regreso del personaje a las pantallas plantea una pregunta: ¿qué sigue diciendo Montecristo que todavía importa? Quizás la respuesta esté en el modo en que Dumas estructura la historia: no como una hazaña de venganza, sino como un proceso de metamorfosis. Dantès no es el mismo después de su encierro. No busca justicia con violencia, sino con cálculo. Y lo que encuentra al final no es alivio, sino límite.

Una lectura para hoy

En ese sentido, Montecristo no es solo una historia de aventuras. Es una reflexión sobre el poder, la memoria, el tiempo y la identidad. Y es también una historia de lectura. Porque su protagonista aprende en la cárcel, en secreto, a través de los libros. La educación que recibe del abate Faria lo transforma tanto como el tesoro que luego encuentra.

En un contexto de fragmentación de hábitos lectores, las propuestas abreviadas no reemplazan la experiencia literaria: la amplifican. Le hablan al lector curioso, al docente, al estudiante, al que leyó alguna vez y quiere volver. También al que vio una serie y quiere conocer el origen. O al que nunca se animó a Dumas porque creyó que no era para él.

Hoy, El Conde de Montecristo puede leerse en un sillón, escucharse con auriculares, o consultarse desde el celular. Puede resumirse en minutos o desplegarse en mil páginas. Puede acompañar una clase, un viaje, una búsqueda personal.

Y sigue diciendo lo mismo: que la justicia no es inmediata. Que el tiempo cambia a las personas. Que la venganza tiene un costo. Que la lectura transforma.