Los restos del ex juez uruguayo Luis Alberto Delfino aparecieron en un auto calcinado, cerca de Felipe Cardoso, la gran planta de residuos de Montevideo. Con esa macabra escena se encontraron los vecinos de Flor de Maroñas hace casi una semana. Los restos pertenecían a un abogado y magistrado, que se había desempeñado en la órbita penal y que había sido cesado de su cargo. Tenía 63 años.
Delfino no tenía antecedentes penales, según informó el diario local El País, y su muerte es una misterio: los investigadores exploran al menos dos hipótesis sobre cuál podría haber sido el motivo del asesinato. A la familia le llama la atención que estuviera vinculado a algo extraño: no sabían que tuviera algún tipo de conflicto.
El ex juez era hijo de un reconocido abogado y se recibió en 1991. Trabajó hasta 1993 en el estudio de su padre y luego ingresó en el Poder Judicial hasta que fue cesado. Desde entonces ejerció la abogacía independiente.
La Policía y la Fiscalía están tratando de esclarecer este asesinato. La teoría principal de los investigadores es que fue asesinado en otro barrio, a kilómetros de donde apareció, y que luego fue trasladado hasta esa zona.
La investigación por su homicidio comenzó el lunes 11, cuando una persona denunció haber encontrado los huesos en el baúl de un auto. Según su declaración, había comenzado a revisar el vehículo para ver si encontraba algún objeto de valor. Como se encontró con huesos humanos, dio cuenta a la Policía.
El caso fue catalogado como muerte dudosa desde un principio. Incluso, de acuerdo con El País, una de las hipótesis fue que se trataba de material de estudios de algún alumno de la Facultad de Medicina. Sin embargo, esto quedó descargado cuando se logró saber que esa persona había muerto por un crimen: tenía un disparo en la cabeza.
La Policía intentó dar con el dueño del auto Volkswagen Gol blanco en el que estaban los restos. Una matrícula que estaba cerca de ese lugar permitió dar con el nombre de Delfino.
Las autoridades se comunicaron con él, pero no hubo respuesta. Luego llamaron a sus familiares, que aseguraron que hacía un día no sabían nada de él. Delfino no estaba denunciado como desaparecido.
De acuerdo a la información que tiene la Policía, Delfino había hablado por última vez entre el sábado y el domingo previo a ser asesinado, informó el noticiero Telemundo de Canal 12. Ellos no pudieron explicar qué pudo haber pasado y fue en ese momento que señalaron que no tenían información de que tuviera un problema con alguien.
Otra de las hipótesis que manejaron los investigadores fue que Delfino haya sido asesinado para ser robado. Sin embargo, esta línea quedó prácticamente descartada: no tiene sentido que el auto haya aparecido calcinado.
El motivo del crimen sigue siendo incierto.
El cese como juez
Delfino tuvo una corta carrera en el Poder Judicial. Ingresó en el organismo en marzo de 1993 como juez de paz de Canelones y ocho meses después fue trasladado a Pando. Luego, se fue a vivir a Cerro Largo, un departamento del noreste uruguayo. En 1998 regresó al departamento de Canelones, donde estuvo durante dos años hasta su destitución, según consignó La Diaria.
La Suprema Corte de Justicia lo destituyó por “múltiples irregularidades”, de acuerdo a la resolución consignada por el medio uruguayo. Había un “descrédito” hacia él y se comprobó que aplicó un “abuso de autoridad en ejercicio de funciones”. El máximo tribunal uruguayo consideró que Delfino no estaba apto para el cargo.
La liberación de dos estafadores brasileños, el otorgamiento de bienes confiscados a policías y el uso de pasajes de regalo fueron elementos que tomó en cuenta la Suprema Corte para cesarlo.