El presidente de Argentina, Javier Milei, celebró de manera enfática el anuncio de los ganadores del Premio Nobel de Economía 2025. En su cuenta oficial de redes sociales, el mandatario escribió: “¡Ganó el crecimiento económico! Ganaron los tecno-optimistas y los neoschumpeterianos que creen en la destrucción creativa como el camino para alcanzar el desarrollo”. Este mensaje, publicado tras conocerse la decisión del jurado internacional, puso en primer plano el debate sobre el papel de la innovación y el dinamismo en el desarrollo económico global.
El tuit del presidente Milei referenció la comunicación oficial de la organización del Premio Nobel, que anunció la distinción a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt. De acuerdo con la nota difundida: “La Real Academia de Ciencias de Suecia ha decidido otorgar el Premio Sveriges Riksbank de Ciencias Económicas en memoria de Alfred Nobel 2025 a Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt ‘por haber explicado el crecimiento económico impulsado por la innovación’”. Además, se detalló la distribución de la distinción: la mitad del galardón correspondió a Mokyr “por haber identificado los requisitos previos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico” y la otra mitad se dividió entre Aghion y Howitt “por la teoría del crecimiento sostenido mediante destrucción creativa”.
La reacción de Javier Milei se enfocó en destacar la vigencia de las ideas vinculadas a la innovación tecnológica y al proceso de destrucción creativa en los modelos de desarrollo económico. En su publicación, el presidente utilizó la expresión “Ganaron los tecno-optimistas y los neoschumpeterianos”, en clara alusión a corrientes de pensamiento que subrayan la importancia de la adopción tecnológica y la transformación constante en la estructura productiva como motores del crecimiento. El propio concepto de “destrucción creativa”, central en los estudios premiados este año, subraya el proceso mediante el cual nuevas tecnologías y emprendimientos reemplazan estructuras y empresas antiguas, movilizando recursos hacia actividades más productivas.
Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt establecieron en sus investigaciones una conexión directa entre la innovación, el progreso tecnológico y el crecimiento económico de largo plazo. La visión de Mokyr se centró en identificar las condiciones que permiten que los avances tecnológicos produzcan desarrollo sostenido en las economías. Sus aportes contribuyeron a explicar cómo ciertos marcos institucionales, educativos y culturales facilitan la aparición y diseminación de nuevas tecnologías.
Por su parte, Aghion y Howitt aportaron, a través de su trabajo conjunto, la elaboración de una teoría detallada sobre el crecimiento sostenido basado en innovación y reemplazo de estructuras productivas preexistentes. La “destrucción creativa” —concepto introducido originalmente por Joseph Schumpeter y reformulado en la investigación económica contemporánea— se transformó en el eje central de sus análisis sobre el funcionamiento de las economías desarrolladas y emergentes.
La premiación destacada por la Real Academia de Ciencias de Suecia puso en relieve la centralidad del dinamismo tecnológico y la competencia en el desarrollo de las naciones. El reconocimiento, anunciado oficialmente esta mañana, generó repercusiones inmediatas en los círculos académicos y políticos de distintos países. El presidente Javier Milei se posicionó entre los primeros líderes en felicitar a los galardonados y en subrayar la importancia de su línea teórica para la gestión de políticas públicas orientadas al crecimiento.
En la edición 2025 del Premio Nobel de Economía, el jurado destacó explícitamente la influencia de los estudios sobre “crecimiento impulsado por la innovación” en la formulación de estrategias nacionales de desarrollo. La publicación del fallo se produjo a través del canal oficial de la organización del premio, e incluyó palabras textuales sobre el aporte de los economistas reconocidos.
El concepto de “destrucción creativa” quedó asociado este año a la línea de análisis distinguida internacionalmente. De acuerdo con el anuncio, la mitad del premio fue asignada al trabajo de Mokyr por poner en evidencia “los requisitos previos para el crecimiento sostenido a través del progreso tecnológico”. La otra mitad recayó en Aghion y Howitt, quienes desarrollaron un modelo teórico que integra la aparición de nuevas empresas y tecnologías como motores de reemplazo y modernización dentro del tejido económico.
La reacción del mandatario argentino, con un tono celebratorio, amplificó la repercusión mundial de la noticia. La referencia directa a los “techo-optimistas” y “neoschumpeterianos” en el mensaje presidencial sumó un matiz político al debate académico sobre los factores que permiten el desarrollo sostenido de los países. El mensaje, reproducido ampliamente en redes sociales, situó la discusión sobre la innovación y el progreso tecnológico entre las prioridades del presidente Milei y de su gestión política.
Como cada año, la entrega del Premio Nobel de Economía atrajo la atención de investigadores, funcionarios y medios internacionales. El anuncio de los ganadores y la reacción inmediata de líderes políticos resaltaron la relevancia del tema premiado y su vínculo con los desafíos actuales en materia de crecimiento económico. La aparición pública de Milei con su mensaje enfático marcó el tono de la cobertura institucional y política del evento global.