El presidente de Argentina, Javier Milei, habló la mañana del jueves 28 de agosto en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción (CICyP), donde centró buena parte de su exposición en explicar el motivo de la reciente suba de las tasas de interés. Desde el escenario que compartió con parte de su gabinete, insistió en que los aumentos no corresponden a una estrategia oficial, sino a lo que definió como una consecuencia de “incertidumbre y riesgo electoral”.
En su discurso, Milei vinculó la volatilidad financiera y el precio del dinero a la situación política, en especial al proceso electoral y la amenaza de regreso de la oposición: “La tasa de interés existe porque existe el tiempo. La tasa de interés es un mecanismo de coordinación intertemporal, es un mecanismo por el cual ustedes trasladan consumo del presente al futuro y viceversa”, expresó ante los empresarios, al retomar fundamentos teóricos y ejemplos del mercado argentino.
El titular del Ejecutivo se refirió a la historia reciente e hilvanó una explicación basada en tres escenarios posibles para los agentes económicos: statu quo, arca de Noé y fin del mundo. Sostuvo que cuando la percepción es de relativa estabilidad, la tasa de interés se mantiene en un rango bajo. Si los actores temen una crisis terminal que anule toda expectativa de futuro, la tasa sube de forma abrupta. “Si alguien se va a morir mañana, ¿cuánto pagaría por los bienes de mañana? Cero. Si el precio de los bienes de mañana es cero, la tasa de interés es infinita. Es decir, frente a los cucas enfrente, no les debería sorprender que la tasa de interés esté en las nubes. Porque el consumo de mañana a nadie le interesa”, dijo Milei, responsabilizando a lo que denominó como el “riesgo de un triunfo opositor” y la posible vuelta al poder del kirchnerismo.
Durante su intervención, Milei rechazó la visión predominante entre algunos economistas que definen la tasa de interés como “el precio del dinero” —un razonamiento que adjudicó al legado del economista John Maynard Keynes— y aseguró que dicho enfoque es incompleto para entender la dinámica nacional. En palabras del presidente: “Muchos están enamorados de creer que la tasa de interés es el precio del dinero. Y eso es una aberración conceptual”.
Milei introdujo analogías del contexto argentino para describir la reacción de los mercados: “El mercado se ha acostumbrado a vivir las campañas electorales como la oveja que mira a dos lobos peleándose por quién se la va a terminar comiendo”. Planteó que la incertidumbre ante la posibilidad de un cambio de signo político lleva a la dolarización de carteras y a la venta de instrumentos en pesos.
Al avanzar sobre el funcionamiento de las tasas, Milei relató un escenario intermedio que denominó “el arca de Noé”: en ese contexto, los individuos buscan refugio en moneda extranjera y los activos en moneda local pierden atractivo, lo que también dispara el costo del financiamiento. “Ante incertidumbre electoral o política, la gente se dolariza y trata de salir de los pesos y hacer posiciones dolarizadas. Pero igualmente, la tasa de interés se va un montón. Hay volatilidad sobre el futuro. La diferencia con el escenario anterior es que en lugar de esto ser permanente, es transitorio. Entonces, pasado el proceso electoral, la tasa de interés se va a desplomar”.
“Si alguien se va a morir mañana, ¿cuánto pagaría por los bienes de mañana? Cero»
El jefe de Estado impugnó la idea de que el Banco Central de la República Argentina utiliza la tasa como herramienta proactiva de política económica en esta coyuntura. “No vamos a negociar el superávit con ningún degenerado fiscal, ni vamos a emitir un solo peso para financiar proyectos proselitistas. El Congreso kirchnerista solo se mueve por capricho ideológico. Su ideología es la de buscar titulares rimbombantes para hacer campaña política”, enfatizó. Para Milei, la volatilidad y las tasas elevadas emergen como reacción del sistema financiero a la posibilidad de que la oposición frene el rumbo de la gestión actual.
El presidente defendió la política de mantener constancia en la cantidad de dinero y en la disciplina fiscal, y apuntó que las fluctuaciones de las tasas reflejan los riesgos de corto plazo ante “turbulencias políticas que generan inestabilidad en el mercado de instrumentos en pesos”. Milei remarcó que en todo momento comunicaron que “la cantidad de pesos iba a quedar fija”, y describió que son factores exógenos al gobierno los que explican la realidad del mercado.
“El Congreso kirchnerista solo se mueve por capricho ideológico. Su ideología es la de buscar titulares rimbombantes para hacer campaña política”
En otro tramo de su discurso, citó la tesis de un profesor universitario para reforzar su mirada teórica sobre las consecuencias de la emisión y el rezago monetario: “Días atrás recibí un mensaje de un amigo que es profesor en la Universidad Nacional de Córdoba, Enrique Neder, que es profesor de teoría monetaria, y uno de sus alumnos hizo su tesis sobre dinero, inflación y los rezagos monetarios. Los rezagos que tiene, cuando yo emito y cuando pega la inflación. Y básicamente lo que encuentra es que en promedio ese rezago es de veintiséis meses, o sea, no muy distinto de nuestra hipótesis de los veinticuatro meses. Por lo tanto, esto significa que habiendo fijado la cantidad de dinero el año pasado, para mitad del año que viene la inflación será historia”.
El tono de la exposición respondió a un auditorio sensibilizado por la incertidumbre sobre la reacción del mercado y la volatilidad del dólar. Entre las referencias que hizo Milei, sobresalió la mención a episodios recientes del pasado argentino en los que adjudicó los shocks inflacionarios y de tasas a movimientos opositores o a la interferencia de actores que buscan modificar el rumbo económico. Según sus palabras: “Este 7 de septiembre, el kirchnerismo va a utilizar todas las herramientas que tengan para tratar de torcer una elección. Van a recurrir a todas las artimañas, van a hacer fraude, van a hacer campaña negativa, van a hacer todo, o sea, van a sacar todo. Porque esto se parece a un equilibrio del tipo de Cortés, el que enfrentaba a Cortés, el de quemar las naves. Porque entonces nadie se podía escapar. Entonces era a todo o nada. Y eso es lo que está haciendo el kirchnerismo, está tirando todo en esta elección”.
Milei aludió también a la relación entre la secuencia de reformas económicas y la posibilidad de estabilizar la macroeconomía. Indició que la recuperación de la confianza sobre el futuro del peso y la baja de tasas solo serán posibles después de que se despejen los riesgos de retorno del modelo anterior, al que reiteradamente llamó “modelo de país esclavo”. Esta lógica, argumentó, implica que la recuperación de la demanda por activos en pesos post proceso electoral debería contribuir a normalizar los niveles de interés.
“No vamos a negociar el superávit con ningún degenerado fiscal, ni vamos a emitir un solo peso para financiar proyectos proselitistas»
A lo largo de la intervención, Milei subrayó que “la tasa de interés existe porque existe el tiempo”, y que su definición como “precio relativo de los bienes presentes respecto de los bienes futuros” conecta tanto con la literatura técnica como con la experiencia práctica de quienes invierten y producen en la Argentina. Citó en ese sentido al economista Juan Carlos De Pablo, ponderado por Milei como un referente conceptual en la interpretación de los procesos económicos argentinos, y reivindicó la perspectiva de que cada escenario define el grado de preferencia temporal de los agentes.
Durante la jornada, Milei respondió a quienes critican la exposición de tasas como obstáculos para el crecimiento económico. Afirmó que “lo que frena la actividad no es la tasa de interés, es el despiole que arman los cucas. Es decir, lo que genera volatilidad no es la tasa en sí misma, sino el contexto adverso y la incertidumbre política”. Para el presidente, los movimientos políticos opuestos a su administración explican en forma directa el encarecimiento del financiamiento y las tensiones cambiarias.
El mandatario concluyó su ponencia sin anuncios de nuevas medidas, y reiteró su visión de que la resistencia sociopolítica ante el rumbo actual justifica la posición tomada por los mercados financieros frente a las próximas elecciones. La presentación se realizó ante la audiencia empresaria del CICyP en el ámbito de la ciudad de Buenos Aires, bajo expectativas por la volatilidad del dólar oficial y el comportamiento de los instrumentos en pesos.