
Franco Colapinto no es el único argentino en la Fórmula 1. Además del piloto de Alpine, hay quienes trabajan en otras escuderías y cumplen roles claves como el jefe de logística de Ferrari, el bonaerense Sergio Bondi. Se suman los mecánicos cordobeses Nicolás Bianco (37 años) y Gregorio Mandrini (30), quienes integran Racing Bulls, la escuadra satélite de Red Bull y que ocupa el sexto puesto en el Campeonato Mundial de Constructores. En el Autódromo José Carlos Pace de Interlagos, en el marco del Gran Premio de San Pablo, Infobae habló con ellos y contaron su historia.
Se alegraron por los alfajores de regalo y la charla se dio en el hospitality (sector corporativo) del team de Faenza, cuyo origen fue el histórico Minardi donde corrieron Esteban Tuero (1998) y Gastón Mazzacane (2000). En 2005 el remanente fue vendido a Red Bull y se trata del equipo con el que Sebastian Vettel logró su primer triunfo en la Máxima, en Monza 2008. Luego pasó a llamarse Alpha Tauri en 2020 y desde 2024 lleva su actual denominación. Este año tienen como pilotos a Isack Hadjar y Liam Lawson, 10º y 14º en el campeonato, respectivamente.
Gregorio mamó el automovilismo desde chico ya que es hijo del ex piloto de Fórmula Renault Gustavo Mandrini. Mientras que Nico está en pareja con Julia Ballario, que fue piloto y es hija de Gustavo Ballario, quien también corrió en la Categoría Escuela. Hoy ambos están en la élite del automovilismo.
-¿Cómo llegaron a trabajar en un equipo de F1?
-NB: Desde 2017 que estoy trabajando. Llego porque me pongo a buscar trabajo. Estaba haciendo WTCC con un equipo JAS, con Honda, y apareció en Linkedin un trabajo para Emilia Romaña, pero no pusieron que era para un equipo de F1. Entonces empezamos a hacer todas las cosas y bueno, una cosa va, una cosa viene, y quedé en el equipo.
-GM: Entré un poquito más tarde, en el 2021. Estaba trabajando en Suiza en un equipo de Fórmula 4 con Jenzer. Yo aún no lo conocía personalmente a Nico, pero nos seguíamos en Instagram. Un día estábamos chateando y me dice “Che, hay un lugar libre, fijate, probá”. Bueno, pasé el currículum y empecé un poco con las conversaciones. Fueron cinco o seis entrevistas hasta que finalmente me comunican que tenía trabajo en el equipo.

-¿Qué función específica cumplen?
-GM: Al principio fue difícil, acostumbrarse por ahí a los métodos de trabajo y a todos los procedimientos que tiene el trabajo de una pista. Yo estoy con la parte de las gomas, pero como todo trabajo se va haciendo día a día.
-NB: En este momento estoy haciendo la parte de ensamblaje en el motor y chasis. Llega el motor medio armado, lo terminás de completar, lo conectás al auto y empezás a armar todo el auto alrededor.
-¿Cómo es estar tanto tiempo fuera de sus casas?
-GM: Esto es un estilo de vida ya. Vivís en un hotel, comés en un restaurante afuera. Yo incluso salgo un día antes que él de las carreras. O sea, estoy más días afuera, como 20/25 más que Nico y es un montonazo de días que pasamos afuera.
Gregorio es oriundo de León y vive en Faenza. Nico, por su parte, es de Marcos Juárez y vive en Lugo. Pasan 240 días fuera de sus casas. Se está llegando al límite con 24 fechas en las que recorren 21 países y cuatro continentes durante el año. Si bien cumplieron su sueño de poder trabajar en la F1, confiesan que no es fácil. Viajes, estar lejos de su familia, y un estilo de vida particular como ellos explican. Los dos trabajan en el auto de Lawson al que describen como alguien que “no es muy dado con la gente, pero es la personalidad de cada uno”.

-¿Es complicado el tema de la vida personal?
-GM: Es muy complicado. Yo estoy en pareja también. Ella vive en Argentina. Verse siempre es un problema, es ir combinando durante el año y lo mismo con la familia, tengo dos sobrinas chiquititas y vernos es complicado. Serán dos o tres veces al año con muchísima suerte que nos reencontramos.
-¿Alguna anécdota afuera de la pista?
-NB: Los viajes, las cosas que hacemos, o sea, porque hay momentos que vos tenés días libres cuando viajás y entonces nos organizamos para hacer algo lindo. Por ejemplo, cuando estás de viaje si no hay carrera, podés tener una semana libre. Te organizás unas vacaciones y por ejemplo, la semana pasada estuvimos en México y nos quedamos en Playa del Carmen. Vinieron las familias y organizamos esas mini vacaciones que son cosas lindas.
-GM: Con Nico, al ser dos argentinos que trabajamos juntos, somos muy compañeros y siempre que hemos tenido días libres, pues nos hemos organizado en Japón, hemos estado juntos de vacaciones allá, por ejemplo. Fuera del trabajo, fuera de pista, tratamos de estar juntos para acompañarnos un poco también.
-¿Qué es lo que más extrañan de Argentina?
-NB: Lo que extraño es el asado, mucho. Pero no la carne, si no la cultura del asado. Juntarte con amigos, prender el fuego y charlar.
-GM: La parte dura de estar lejos es que cada vez que hay algo, sea un evento familiar, sea una juntada de amigos, lo que sea, vos lo ves todo desde lejos.
-¿Cómo es el trabajo cuando hay que cambiar el motor?
-NB: Las personas involucradas dependen de cómo está el otro auto. Nosotros tenemos dos autos y dos equipos. Entonces, depende de cómo estamos organizados. Si es solo cambiar el motor se tarda una hora quince, una hora veinte minutos. Pero después empiezan todos los procedimientos que son muchos para cambiar un motor. No es sacar un motor y poner el otro. Hay que cumplir, además, una serie de procedimientos para poner en pista el auto y eso demora otra hora más. Así que son dos horas y media -más o menos- para cambiar un motor.
-¿Y en tu caso, Gregorio, qué es lo más complicado con el cambio de gomas?
-GM: El pit stop (parada en boxes) en general lo hace todo el equipo en conjunto. Yo hago, por ejemplo, en esta carrera el pit delantero y le vamos a poner adelante. Nico trabaja en la rueda trasera derecha. Después todo mi trabajo es la preparación de todos los neumáticos, usamos 20 set por fin de semana por auto, o sea, son 40 por equipo. Y preparar también todos esos compuestos distintos, temperaturas y presiones distintas es un trabajo bastante largo.
-Para el pit stop, ¿cuántas horas de entrenamiento hacen en la semana?
-NB: Nosotros hacemos 50 pit stop por fin de semana, más o menos. Después cuando vamos a fábrica, hay veces que entrenamos también. Más o menos hacés entre 900 y 1.000 pit stop al año. Yo son nueve años que estoy, así imagínate cuántos tengo (risas).
-¿Qué pasa cuando falla una pistola?
-GM: Obviamente son muy complicadas (las pistolas). Es un elemento con demasiados sensores y un programa por detrás bastante complicado. Así que, yo no soy ingeniero, pero supongo que puede fallar como todo, que te falle un sensor, te falle simplemente el programa en sí.
-NB: O que se bloqueen los programas. Es un software, puede pasar. Calculá que en Fórmula 1 está todo hecho al momento. No es tan fácil hacer que todo se combine. Puede pasar que se bloquee un sensor y te hace perder un pit stop. Todo puede pasar. Cualquier cosa. Son momentos muy cortos, muy rápidos. Cosas muy rápidas que hacer. Puede pasar que se bloquee algo, que un sensor no funcione y con ese sensor te manda todo fuera. Se puede romper una tuerca o se puede romper una rosca.
-GM: Está todo hecho a medida para esto, digamos, está diseñado para esto. Entonces, al estar hecho tan específico, puede ser que en algún momento de diseño o algo pueda fallar algo, porque lo van probando de momento a momento. Es algo que ya se conoce y que se usa en F1 en todo el mundo. Se hace solamente acá y está diseñado solo para esto. Todo el desarrollo que van teniendo es en base a los problemas que les vamos detectando por ahí en lo que usamos y fueron modificando en base a lo que aparecía.

-¿En cuánto les ayuda que los nuevos neumáticos sean más chicos?
-GM: Los probamos, pero en realidad las llantas que usamos en esa prueba (Hungría) no son las que se van a usar el año que viene, entonces el peso quizá no es exactamente lo que va a ser el que viene.
-¿En el receso viajan a Argentina?
-GM: Yo trato de viajar a Argentina para pasar las Fiestas con la familia y amigos. Desde que me vine a Europa a trabajar, sea antes con la Fórmula 4 o ahora con el Fórmula 1, me puse como objetivo, por lo menos, las Fiestas pasarlas en casa con la familia. Yo me crié adentro de un taller, desde chiquitito que estoy ahí adentro del automovilismo por mi papá.
-¿Es una vorágine fuerte trabajar en F1?
-NB: Lo que pasa es que estamos tan acostumbrados a todo esto y lo vemos algo muy normal. Yo no lo siento como si fuese un trabajo pesado, porque te da muchas cosas lindas y cosas feas, algo que pasa por lo general en el automovilismo. Tenés cosas muy lindas, como ganar y hacer algo bien por el equipo, como hacer un buen pit stop y te sentís muy bien. Pero también tenés momentos que tenés que cambiar cinco motores en un fin de semana y que quedás tirado. Después el viajar, se torna un poco pesado. Pero en sí, es una buena experiencia para hacer.
¿Se llegó a un punto límite con 24 carreras?
-GM: Yo creo que sí.
-¿Tendrían que ser menos?
-GM: Para mí sí, o por lo menos, empezar a tener más gente para poder a hacer más carreras.

-¿Siguen el automovilismo argentino?
-NB: Lo estamos siguiendo poco. No nos da tiempo a nada. Vivís viajando y cuando tenemos un rato libre no es que me pongo a ver qué está pasando en Argentina o cómo están las cosas. Sí, lo que veo que (el automovilismo argentino) está muy bajo de tecnología. Estamos perdiendo un poco la tecnología con respecto a Europa o al mundo.
-GM: Más allá de lo que son las categorías argentinas, lo que noté es que con Franco Colapinto se creó un efecto por detrás de pilotos argentinos que quieren ir para Europa. Eso es impresionante y se notó muchísimo. Me alegra muchísimo que sea así.
-¿Qué escuchan de sus compañeros o del ambiente sobre los pilotos argentinos?
-NB: Ahora se están escuchando muchos pilotos que están surgiendo en el karting y hay muchísimos pilotos. Somos de ir a algunas carreras de karting en Italia y ya dicen “ah, este es argentino” y son chicos jóvenes y los ves que están adelante con muy buenos autos. Yo creo que vamos a tener un muy buen semillero para las próximas temporadas.
-¿Hay algún momento durante la temporada o el fin de semana que dicen “qué estoy haciendo acá?
-GM: Depende: hay días que no ves la hora de terminar e irte directo para descansar y hay días que me pasa adentro y digo “Mirá dónde estoy”.
-BN: Tal cual. Tenés momentos que no querés saber nada con entrar adentro del box y hay otros que te das cuenta que es una buena sensación estar acá adentro.
-¿Cuál sería el mensaje para un chico de Argentina que quiere trabajar en Fórmula 1?
-GM: Lo primero que tenés que tener para venir a trabajar son los papeles para entrar a trabajar. Hay que hacerlo. Juéguense todo lo que tienen para hacerlo porque es algo muy lindo. Es una experiencia muy linda la Fórmula 1. Es pesado, el sacrificio es total, pero la experiencia que te da y la cabeza cómo te la abre, está muy bueno.
-NB: Lo principal es tener una ciudadanía. Después es seguir un sueño. Hay que soñar con llegar acá y hay que prepararse para llegar acá también. No es simplemente un sueño, sino que hay que trabajar para eso. Lógicamente, por ahí, llegar desde Argentina directo a la Fórmula 1 no es fácil, pero hay un montón de categorías previas en Europa, que ya llegar al mundo europeo es una diferencia con trabajar en la Argentina. Y después ir creciendo y soñar con llegar acá. Es una experiencia que hay que hacerla. Obviamente es pesado, pero vale la pena.