Ganar masa muscular y fuerza sin exponerse a lesiones es una meta que comparten muchos entusiastas del fitness. El Método Bilbo, ideado por el reconocido pressbanquista español Jesús Varela, se presenta como una alternativa innovadora y segura para quienes buscan resultados efectivos en el gimnasio.
Según la revista GQ, este sistema de entrenamiento destaca por su enfoque en la velocidad y la explosividad, permitiendo a los usuarios alcanzar un alto volumen de trabajo muscular sin recurrir a cargas excesivas que puedan comprometer la integridad física.
“Se trata de un método con el que se busca ganar fuerza y volumen muscular a través de la velocidad y la explosividad del movimiento, siempre evitando cargas demasiado altas, por lo que disminuye el riesgo de lesión”, explicó el entrenador personal Jose Alonso Gutiez de HIITstudio en declaraciones recogidas por GQ.
Origen y creador del Método Bilbo
Jesús Varela desarrolló el Método Bilbo a partir de su experiencia y logros en el levantamiento de pesas. Con una trayectoria marcada por récords tanto en España como en Europa, demostró la efectividad de su sistema, que le ha permitido alcanzar marcas de hasta 225 kilogramos en press de banca.
El método surgió como respuesta a la necesidad de maximizar la ganancia de fuerza y masa muscular sin incurrir en el elevado riesgo de lesiones que suele acompañar a los entrenamientos con cargas extremas.
De acuerdo con GQ, la motivación de Varela para crear este sistema radica en la búsqueda de un equilibrio entre intensidad y seguridad, permitiendo a los deportistas “petar el músculo al máximo” y obtener un entrenamiento exigente, pero sin dañar el cuerpo.
Principios y funcionamiento del método
El núcleo del Método Bilbo reside en la combinación de velocidad, explosividad y cargas moderadas. Jose Alonso Gutiez detalla que la variante más efectiva del método consiste en iniciar la sesión con una única serie de entre 15 y 50 repeticiones ejecutadas a máxima velocidad.
Esta serie se realiza con una carga cercana al 50% del peso de la repetición máxima (RM), dejando entre una y tres repeticiones en reserva. Luego, se continúa con el entrenamiento habitual, compuesto por tres o cuatro series de entre 8 y 15 repeticiones con los pesos acostumbrados.
Esta estructura tiene como objetivo congestionar el músculo antes de la rutina principal, lo que incrementa la exigencia del entrenamiento y favorece la rotura de fibras musculares, un proceso fundamental para el crecimiento muscular. Según Gutiez, “con ello, lo que conseguiremos será congestionar el músculo antes de comenzar nuestra rutina de entrenamiento, por lo que esta será más exigente y alcanzaremos esa rotura de fibras necesaria para que el músculo crezca”.
Aplicabilidad y frecuencia recomendada
Aunque el Método Bilbo se asocia principalmente al press de banca, su aplicación se extiende a todos los grupos musculares. Ejercicios como la sentadilla trasera, el peso muerto o el jalón pueden beneficiarse de este enfoque. Gutiez aclara que “el Método Bilbo es aplicable a todos los grupos musculares, desde ejercicios como el press de banca a la sentadilla trasera, el peso muerto o el jalón, entre otros”.
En cuanto a la frecuencia, la recomendación es emplear el método unas dos veces por semana para cada grupo muscular, incrementando la carga de manera progresiva cada semana.
Errores comunes y advertencias
El éxito del Método Bilbo depende en gran medida de la correcta ejecución técnica y del control de la carga. Gutiez advierte sobre tres errores frecuentes: una mala ejecución técnica, el aumento demasiado rápido de la carga y la búsqueda del fallo muscular. Estos errores pueden derivar en una pérdida de rendimiento y, en casos más graves, en lesiones.
El entrenador subraya que “condenar el ejercicio a la rapidez o al hecho de cumplir con ello es sabotear nuestro propio entrenamiento y, por extensión, nuestros resultados; es decir, hacer el movimiento mal no nos llevará a ningún sitio”. Además, enfatiza la importancia de mantener un superávit calórico para quienes buscan hipertrofia, ya que sin un aporte calórico suficiente, la ganancia muscular se ve limitada.
Recomendaciones técnicas específicas
La técnica es un pilar fundamental en la aplicación del Método Bilbo. Para aislar el músculo objetivo y optimizar el recorrido del movimiento, Gutiez recomienda, en el caso del press de banca, realizar una ligera retracción escapular hasta formar un arco lumbar, de modo que la zona lumbar no toque el banco y el apoyo recaiga sobre las escápulas. Además, aconseja ejercer presión en el suelo con las plantas de los pies para asegurar una base de sustentación estable. Estas indicaciones permiten concentrar el esfuerzo en el pectoral y minimizar el riesgo de lesiones.
Explicación de la repetición máxima y cálculo de la carga
Uno de los conceptos clave del Método Bilbo es la repetición máxima (RM), que se define como el peso máximo que una persona puede levantar en una sola repetición de un ejercicio. Para aplicar el método, la carga utilizada en la serie inicial debe corresponder al 50% del peso de la RM. Por ejemplo, si una persona puede levantar un máximo de 100 kilogramos en una repetición, la serie Bilbo se realiza con 50 kilogramos.
Gutiez aclara que “el peso correcto será ese que nos permita llegar a hacer 15 repeticiones a máxima velocidad y dejando entre una y tres en reserva”. Además, recomienda aumentar la carga de manera progresiva cada semana, siempre dentro de los límites que permitan mantener la técnica y la velocidad de ejecución.
Beneficios principales: fuerza, volumen y seguridad
Gutiez sostiene que “principalmente, lo que vamos a conseguir con el Método Bilbo es ganar fuerza y volumen muscular de manera segura, ya que es un método bastante efectivo si se aplica correctamente”. Por último, “otro de los grandes beneficios es que apenas existe riesgo de lesión, pues nos movemos en un porcentaje bajo de carga respecto a nuestra repetición máxima y el control de la técnica es mayor”.