Lejos de la euforia, las acciones y los bonos argentinos son negociados con bajas este jueves, luego de conocido el resultado de la colocación de un nuevo título público para atraer capitales externos. El objetivo de la emisión del BONTE 2030 es el de reforzar las arcas del Banco Central tras una reciente liberación cambiaria.
En un año con elecciones de medio término, el presidente libertario Javier Milei busca consolidar su presencia legislativa con mercados tranquilos y un tipo de cambio que no adicione presiones sobre la inflación, una de las principales preocupaciones de la población.
A las 12 horas, el índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires pierde 0,5%, en los 2.330.000 puntos, todavía afectado or balances considerados perjudiciales entre papeles del rubro bancario.
Entre los ADR y acciones de compañías argentinas negociados en dólares en Wall Street predominan las bajas, lideradas por Edenor (-2,8%), Banco Francés (-2,7%) y Banco Supervielle (-2,6%). Los índices de Nueva York ganan hasta 0,7%, liderados por el panel tecnológico Nasdaq.
El Tesoro colocó exitosamente el miércoles el título BONTE 2030 destinado a inversores no residentes, por el que captó 1,148 billón de pesos (equivalentes a unos USD 980 millones) con cupón del 29,5%, una operación que se encuadró en un máximo previsto de 1.000 millones de dólares en efectivo.
La novedad de la emisión, la primera de estas características desde 2018, es que se trató de una operatoria suscripta en dólares estadounidenses, a ser pagada en pesos argentinos y bajo legislación nacional.
Resultó “muy buena la emisión de BONTE, ya que permite acumular reservas internacionales -desafío pendiente- a un tipo de cambio conveniente para hacerlo, contra deuda en pesos a un plazo y tasas razonable”, afirmó el analista financiero y ex presidente del BCRA, Guido Sandleris.
“Lo más resonante es el BONTE a 2030, por el cual se recibieron ofertas por USD 1.694 millones de inversores internacionales con una tasa de 29,5%. En un principio, luce caro si tenemos en cuenta que la expectativa estaba puesta en que salga al mercado con una tasa de entre el 22%/23%. Por otra parte, brindó premio en término de tasas respecto al cierre del mercado secundario”, comentó Alan Versalli, research analyst de Cocos Capital.
“Tal como habían señalado en la previa, Hacienda ‘rolleó’ el 100% de los vencimientos -teniendo en cuenta el pago de BONTES de la semana pasada-. Adjudicó $8,6 billones habiendo recibido ofertas por $9,5 billones”, agregó Versalli. Esta renovación representó unos USD 7.316 millones, con títulos a más largo plazo.
La Consultora 1816 reportó que se espera “una importante compresión en el (mercado) secundario, lo que daría incentivos a otra colocación. El antecedente del 2016 fue exactamente así. Pensando en reservas netas, el flamante BONTE, al ser un titulo emitido en moneda local, suma entero para la meta de reservas” del BCRA.
Los bonos en dólares -Bonares y Globales- pierden un 0,2% en promedio.
Las reservas netas de la autoridad monetaria rondan los USD 38.442 millones, reforzadas recientemente con unos USD 14.000 millones producto del acuerdo firmado por Argentina con el FMI (Fondo Monetario Internacional) y otras entidades crediticias multilaterales.
El acuerdo con el FMI prevé que el BCRA deba sumar unos USD 4.400 millones de reservas netas a mitad de junio, lo que hasta el momento pareciera de difícil cumplimiento, coinciden operadores.
“Captar algunos dólares a tasa ‘elevada’ no es desorden, es planificación financiera. Se busca ganar tiempo, acumular reservas y bajar la inflación de forma sostenida, afirmó a Reuters Facundo Buscemi, analista financiero. “Cuanto más orden macro haya, más bajas serán las tasas de las próximas licitaciones”, acotó.