El Gobierno anunció una nueva y sorpresiva operación de deuda en pesos para el próximo lunes tras conocerse el resultado de la megalicitación que sólo cubrió el 61% de los casi 15 billones de pesos de vencimientos en moneda local.
Así lo anticipó en su cuenta de X Federico Furiase, director del Banco Central y asesor de Luis Caputo, en un posteo que luego fue replicado por el secretario de Finanzas Pablo Quirno. “Los pesos excedentes de la licitación de hoy serán absorbidos de manera inmediata. En este caso, serán absorbidos mayoritariamente vía aumento de encajes remunerados con nuevos títulos públicos a ser suscriptos el lunes próximo (día de la liquidación de la licitación de hoy), a través de una nueva licitación del Tesoro», mencionó Furiase en su posteo.
La elección de encajes remunerados, en principio, pareciera ir en contra de otra decisión reciente del Banco Central, cuando dispuso que a partir de agosto sean reducidos. El BCRA había determinado aumentar en un 4% la porción de los encajes hechos en efectivo (sin remuneración alguna) y reducir la parte encajada con títulos públicos.
Sin detalles oficiales y únicamente informada a través de las redes sociales de los funcionarios, esta decisión se conoció tras la megalicitación de deuda realizada este miércoles. En esa operación, el Ministerio de Economía convalidó otra suba de interés de sus bonos de corto plazo en pesos pero aún así tuvo una renovación del 61% de los vencimientos de esta semana, por 9,1 billones de pesos.
De esta manera, en la licitación de hoy quedaron “liberados” unos $5,7 billones que el equipo económico busca aspirar con la nueva licitación del lunes próximo.
Según se informó, las dos letras de más corto plazo tuvieron una adjudicación de 2 billones de pesos a una tasa de 4,48% mensual, bien por encima de la expectativa inflacionaria, para el caso de la Letra con vencimiento el 12 de septiembre próximo. También habilitó una tasa mayor para la Letra que finaliza sobre el cierre de septiembre, con 4,20% mensual.
Esta “mega licitación” de deuda en moneda local tuvo lugar en un contexto de sostenida volatilidad en las tasas de interés en pesos del sistema financiero, un fenómeno que se intensificó tras el desarme de las Lefi que liberaron al mercado unos 10 billones de pesos, y sobre los que el Gobierno necesitó tomar una serie de medidas, algunas de mayor urgencia, para recomponer la estabilidad monetaria.
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