“Me mandé una macana” decía el mensaje que Germán Reyes, de 46 años, le envió a un pariente en Paraguay con respecto a su pareja. Ese familiar, rápido de reflejos, le avisó a una de las hijas de la mujer, temiendo lo peor. La chica se subió a su moto y se fue hasta la casa de Garín que su mamá estaba construyendo para dejar la vida repleta de violencia junto al hombre que le pegaba y ella no se animaba a denunciar. Allí la encontró en la cocina, y lo que vio jamás lo olvidará.
“La mujer fue operada y está muy grave. Le fracturó la cabeza a golpes, incluso, con pérdida de masa encefálica y hay señales de que ella se defendió con las manos, como agarrándose de la pared”, confió una fuente de la causa a Infobae el dramático estado de la víctima, de 44 años, que no podía ni hablar cuando su hija la encontró bañada en sangre.
La víctima permanece en estado crítico, internada en el hospital DR. Horacio Argentino Dupuy de la localidad de Garín. Reyes está preso, acusado de intento de femicidio, en una causa que investiga el fiscal Christian Fabio, de la UFI N°4 de Escobar, especializada en Violencia de Género.
La primera versión que dio Reyes fue que su pareja se había caído del segundo piso de la casa que estaba ella construyendo en Garín. Nada dijo él que ella estaba sola en ese proyecto y que su plan era irse a vivir con sus hijas de 23 y 17 años y abandonar la vida de violencia que padecía a su lado. Tampoco se había llamado a la ambulancia.
Fueron los gritos de la hija de la víctima, al ver a su madre bañada en sangre en la cocina, los que alertaron a los vecinos. Con la ayuda de estos hombres, subieron a la víctima a un auto, incluso tuvieron que pedirle a Reyes que la asista, y la llevaron hasta la Unidad de Diagnóstico Precoz (UDP) del Hospital Dupuy.
En ese centro de salud, Reyes cambió la versión y dijo que habían discutido. Intentó irse, pero la hija mayor de la víctima, en medio de una crisis de bronca y dolor, alertó a los policías municipales de Escobar apostados en el lugar. “Ella gritó: ‘Agárrenlo, que se quiere ir y casi mata a mi mamá’”. Y lo demoraron.
La denuncia llegó al fiscal Fabio, quien fue al lugar del hecho con la Policía Científica. En esa obra en construcción ubicada sobre la calle Almirante Brown al 4500 de Garín enseguida se dieron cuenta de que la mujer no se había caído de ningún lado: era imposible la versión de la caída, toda la sangre estaba en la cocina.
“Lo que en un primer momento podía parecer un hecho violento aislado, comenzó a cobrar otra dimensión al cotejar las evidencias con los primeros indicios. Fue en ese preciso instante que surgió que no se trataba de un episodio más, sino de una tentativa de femicidio”, detallaron las fuentes con respecto al valor de la mirada con perspectiva de género del caso.
Y entonces el fiscal pidió de inmediato la aprehensión de Reyes, quien será indagado este lunes por el delito de femicidio en grado de tentativa.
Los testimonios de las hijas de la mujer fueron clave en la causa: contaron que su madre era víctima de violencia de género, que pensaba abandonarlo y por eso estaba haciéndose la casa para irse a vivir con ellas y que revelaron el mensaje que les mandó el pariente de Paraguay del detenido, donde le avisaba que se había mandado “una macana”.
La situación de la víctima es estable pero crítica. Según el informe médico, superó la intervención, pero presenta una inflamación cerebral severa que hace su estado crítico. También se le colocó una sonda para drenar la sangre acumulada, y se diagnosticaron múltiples contusiones en el lado izquierdo del cuerpo y laceraciones que afectaron el cuero cabelludo.