En el año 2000 Marixa Balli y Mariano Fischer, quien en ese momento era su pareja, sufrieron un accidente en la ruta 2 mientras volvían de Mar del Plata. El auto volcó, dio vueltas en el aire y a causa del impacto, su novio perdió la vida en el momento, Marixa quedó en terapia intensiva luchando por su vida. Si bien no suele hablar del tema, estuvo como invitada en Sería Increíble (Olga) y contó lo que vivió esa fatídica noche.

Mientras hablaba de sus amistades, contó que a algunas personas del medio las eliminó de su vida tras el accidente: “En momento que estuve mal o mismo cuando transite una terapia intensiva, que fue uno de los momentos más difíciles de mi vida, venían los médicos y me decían ‘Hay tal persona que quiere entrar’ y yo ‘Que no me tenga lástima, que no me tenga pena porque no la necesito, no la necesite antes, no necesito gente tóxica”. Al nombrar la terapia intensiva, Nati Jota quiso preguntar, pero no se animó, sin embargo, Balli no dudó en seguir con el tema.

Estoy viva de milagro. Ahí tenés un antes y después, tocas fondo, ves lo peor. En ese momento te despedís de tu familia, pasan cosas muy importantes que solo las personas que lo vive lo lleva en la piel”, contó. Y siguió: “Fueron tres o cuatro segundos, me pasaron cosas muy increíbles en ese momento, lo primero es que no siento más nada, como que me voy, estuve consciente todo el tiempo, pero hubo un momento en el que me voy, como que desaparezco, fue el último momento y cuando vuelvo, que el auto seguía en el vuelco, cuando sentí que no paraba más y que estaba esperando el golpe final para ver si se terminaba mi luz pensé ‘Qué pena lo mal que van a vivir mis viejos y mi hermano’”.

En mayo del 2000 Marixa tuvo un accidente en la ruta 2 que le costó la vida a su pareja

“Pasas por un montón de situaciones, nervios, tensión. Yo venía temblando, no paraba de temblar porque había un frío raro, que jamás había transitado. Yo me quería tirar del auto y no podía mover la mano”, recordó la bailarina y Jota, con la intención de dar contexto para la audiencia, le pidió que arranque la historia desde el principio.

Todo comenzó con el papá de Marixa, quien se encontraba internado en Mar del Plata. A raíz de una conversación con el médico a cargo del hombre, decidió ir un fin de semana a visitarlo y su novio la acompañó para que no estuviera sola. Una visión fue la que le dio inicio a la preocupación de la cantante: “A mí ya me había dicho una peluquera de Canal 9, amorosa, ella me decía que tenía visiones, yo en ese momento estaba en un momento muy explosivo y una semana antes de irme de viaje me dice: ‘Tené cuidado. Veo mucha sangre’. Me la pasaba en la ruta y me dio mucho miedo. Y me acota otra cosa de otra persona que también hacía shows y fue lo que paso, primero yo a la semana y después él a los tres meses». La clara referencia es hacia Rodrigo Bueno, ex novio de Marixa que el 24 de junio de ese mismo año, tres meses después, murió en un accidente sobre la autopista Buenos Aires-La Plata.

Con la intención de protegerla le dio una estampita con la oración de la virgen desatanudos. “Gira, espectacular, fin de semana intenso, gracias a dios nada, yo venía con mi virgencita desatanudos leyéndolo. Cuando me voy a Mar del Plata, ahí no lo leo y cuando vuelvo, no sé qué me pasa, que cuando paramos en Castelli a cargar nafta dije ‘No llegó a Buenos Aires’, raro. Leo y me pasa algo por dentro que dijo ‘Yo no llegó a Buenos Aires’”, rememoró acerca de lo que le sucedió en medio del regreso a Capital Federal.

“Cuando arrancamos lo hacemos a muy alta velocidad y yo ahí me sentí un poco rara. En un momento acelera mucho antes del puente de Samborondón, entonces yo le digo ‘Yo esta ruta la hago desde los 3 años, tené cuidado porque el puente es muy cerrado y a esta velocidad nos hacemos percha’ y me mira como ‘esta que está diciendo’, no disminuye y coleamos, coleamos, coleamos”, dijo acerca de lo que había sucedido. A los pocos minutos llegaron al peaje y ella tomó la decisión de bajarse del auto, pero su pareja le hizo la promesa de ir más despacio.

La bailarina continuó con su relato: “Fueron 13 kilómetros desde el peaje y en un momento empiezo a sentir mucho frío, mucho frío, empiezo a temblar. Paso algo en esa cabina, se congeló. Después con el psiquiatra me dijo que es muy normal que todos los que sobreviven accidentes de auto le hablan del frío. Es como si fuese la presencia de la muerte en la cabina”.

“No me pude mover más del frío, quede paralizada. Fue feo todo. Al toque viene una curva que no estaba marcada y creo que fueron 19 vuelcos terribles. Un testigo dijo que primero se elevó y después cayó de trompa”, detalló. Esto la dejó con heridas tan fuertes y profundas que lo único que podía hacer era quejarse del dolor: “Cada cosa que se me iba incrustando era terrible. Después derrapa, me abre la cabeza y ahí me despido. Fue una cosa muy dura. Cuando golpea con el alambre del campo me empiezo a pellizcar, siento dolor cuando lo hago, miro lo que no quiero ver e intentó salir del auto”.

Después del accidente no pude tener hijos, de todo lo que tuvieron que trabajar. Fue un antes y después en mi vida, es algo inolvidable y ahí comienza una vida nueva. Estuve varios días a un hilo de no saber qué pasa, por el derrame interno”, cerró Marixa.