Mario Pergolini, conductor de Otro Día Perdido (Eltrece), sorprendió al público con una historia desopilante que involucra nada menos que a Lionel Messi. Entre risas y aplausos, el presentador recordó el día que conoció al capitán de la Selección Argentina y cómo terminó su breve paso por la cancha con un blooper inolvidable.

Todo comenzó cuando Laila Roth le preguntó si alguna vez había conocido a Messi en persona. Pergolini no dudó y respondió: “Sí, una vez. La selección se despedía en River y yo conducía el evento. La única condición que puse fue poder ir con mi hijo Matías, que es fanático del fútbol, y que él pudiera estar en el vestuario con los jugadores”.

Lo que siguió fue una escena de película: “Cuando sale Messi, lo ve a mi hijo y se pone a jugar con él. Messi le pasa la pelota, mi hijo se la devuelve, van y vienen… hasta que en una de esas me la pasa a mí. Yo la toco y rompo la única ventana que había en todo el lugar”, contó entre carcajadas, mientras el estudio estallaba de risa.

El conductor sorprendió al público al contar cómo rompió una ventana jugando al fútbol con Messi y su hijo durante una despedida en River (REUTERS)

Pero el mejor momento llegó después: “Messi me mira, se acerca y me dice… y esto te juro que es real, no creo que se lo haya dicho a nadie más en el mundo: ‘Sos horrible’”, relató Pergolini, provocando otra ronda de aplausos.

Rada, humorista del ciclo, intervino divertido: “No puedo entender cómo todas las anécdotas con Mario siempre terminan mal”. El conductor, sin perder el humor, remató: “Jugué con Messi y me dijo ‘sos horrible’. Lo tengo certificado”.

Recientemente, el aire de Luzu, el popular canal de streaming, vibró con una confesión inesperada. Mario visitó el estudio para participar de la programación especial del feriado y, frente a todas las cámaras, sentenció: “No voy a estar más. Yo creo que el streaming se volvió muy joven, hasta 40, por ahí, y no nació un streaming en el que yo le pueda hablar a gente un poco más”.

Martín Garabal y Nico Occhiato, anfitriones del ciclo Edición Especial, recibieron al conductor y no demoraron en preguntarle lo obvio: ¿le gustaría sumarse a Luzu con un programa propio? Pergolini, dueño de una ironía inconfundible, respiró, miró el estudio y disparó su primer dardo: “¿Ustedes programa de música no hacen, así, de música, pero música?”, linkeando con su especialidad. La respuesta de Occhiato fue instantánea —y con guiño a la competencia interna—: sí, el canal tiene Algo de música, conducido por Karina la Princesita.

El gesto de Pergolini fue tajante. “No, no quiero invadir el lugar de la cantante”, comentó. Y entonces indagó sobre los horarios para el año siguiente. La agenda de 2026 todavía es un interrogante y los casilleros vacíos superan a los obvios. El conductor no disimuló en procesar en voz alta: “¿Qué horario? Las tardes las tengo complicadas, si sigo haciendo la tele, a la tarde no puedo”. Se sinceró: “Bueno, lo pienso”.

Ese, en apariencia, fue el preámbulo de un anuncio impensado. El creador de Vorterix se permitió la duda, la introspección y una confesión pública que dejó en silencio a quienes se encontraban con él en el estudio como detrás de cámaras y de la pantalla: “Yo ya estoy grande para el streaming, a mí me parece que hay una edad en que ya no hay que estar”. Sus palabras flotaron en el estudio, mientras admitía: “La verdad es que lo estoy diciendo al aire ahora”. Y fue más allá: “En vivo creo que sí, no voy a estar más”. “El streaming se volvió muy joven, hasta 40 años, por ahí, y no nació un streaming en el que yo le pueda hablar a gente un poco más grande. A mí a esta altura me gustaría hacer otra cosa”, reflexionó.