
Luego de la dolorosa eliminación de la Copa Argentina frente a Independiente Rivadavia de Mendoza, los problemas continúan para River Plate. Es que la semana comenzó con un contratiempo para el Millonario, debido a la lesión de Sebastián Driussi, quien estará ausente en los próximos compromisos.
En un contexto adverso, los planes de Marcelo Gallardo parecen no tener respuesta. La pobre producción en Rosario obliga al Millonario a pelear hasta el final en el Torneo Clausura y a ganar el Superclásico frente a Boca, los últimos dos objetivos de la entidad de Núñez en lo que queda del año.
Lo cierto es que el delantero de 29 años, que había regresado recientemente a la competencia tras una lesión previa, volvió a resentirse del isquiotibial izquierdo y quedó descartado para el próximo encuentro ante Gimnasia. Esta situación no solo lo margina del choque frente al Lobo, sino que también pone en duda su presencia en el duelo frente al Xeneize en La Bombonera.
La preocupación se instaló cuando Driussi debió abandonar la cancha durante el primer tiempo en la semifinal contra La Lepra mendocina, que terminó en derrota por penales.
Los estudios confirmaron una distensión muscular en la misma zona donde había sufrido un desgarro el 17 de septiembre, durante el cotejo de ida de los cuartos de final de la Copa Libertadores frente al Palmeiras. Su recuperación lo había devuelto a las canchas el 12 de octubre, en el Monumental, en el encuentro ante Sarmiento (caída por 1 a 0). Posteriormente, fue titular en la victoria sobre Talleres y, en el reciente compromiso ante Independiente Rivadavia, volvió a sentir molestias que lo obligaron a salir del partido.
La nueva lesión de Driussi podría dejarlo fuera de los tres compromisos restantes de la fase regular del Torneo Clausura. Además de perderse el choque ante Gimnasia, su participación en la fecha 15 ante Boca y en el partido frente a Vélez en Liniers está seriamente comprometida. La posibilidad de que reaparezca se vincula con un eventual cruce de octavos de final, instancia para la cual River aún no tiene asegurada la clasificación, aunque podría acceder incluso sin obtener una victoria en los partidos restantes.
Ante la ausencia del goleador con pasado en la MLS, la principal alternativa en el ataque será Facundo Colidio. El ex Tigre ya lo reemplazó en el partido disputado en Córdoba y, pese a mostrar altibajos similares a los del resto del plantel, ha tenido actuaciones destacadas a lo largo del año. Si el cuerpo técnico lo considera en óptimas condiciones, el Muñeco podría optar por una dupla ofensiva conformada por Colidio y Maximiliano Salas, aunque este último atraviesa una racha de bajo rendimiento en los encuentros recientes.
Desde su regreso al club, con una estatua erigida en las inmediaciones del Antonio Vespucio Liberti, Gallardo sigue en busca de su primer trofeo. Los números también reflejan la falta de respuestas: desde el empate frente a Huracán en el mítico estadio porteño que albergó al Mundial de 1978 (10 de agosto de 2024), el Muñeco dirigió 73 partidos, con un balance de 34 triunfos, 25 igualdades y 14 derrotas.
Estos registros contrastan con su primer ciclo, donde se convirtió en el técnico más laureado del club (tres Copas Argentina, tres Recopas Sudamericanas, dos Copas Libertadores, dos Supercopas Argentinas, una Copa Sudamericana, una Suruga Bank, una Liga Profesional y un Trofeo de Campeones). En aquel primer ciclo dirigió 425 encuentros, con 232 victorias, 101 empates y 92 caídas, alcanzando un 62,5% de efectividad; en la misma cantidad de partidos comparados con este presente, ya había conquistado la Recopa Sudamericana ante San Lorenzo y la Copa Sudamericana, tras eliminar a Boca en semifinales.