El presidente de Francia, Emmanuel Macron, estudia la creación de un servicio militar voluntario para reforzar la defensa nacional frente a la creciente amenaza rusa, según indicaron el lunes varios medios locales. La iniciativa aparece casi tres décadas después de que el entonces mandatario Jacques Chirac aboliera el servicio militar obligatorio en 1997.
Fuentes gubernamentales citadas por medios franceses señalaron que Macron evalúa presentar el programa en una visita programada para este jueves a un regimiento cercano a Grenoble, en la zona de los Alpes. Las mismas fuentes estimaron que el objetivo del presidente es contar con un complemento operativo para el Ejército en caso de conflicto. La posibilidad de un anuncio formal durante esa visita alimentó las especulaciones en la prensa local.
La ministra delegada de Defensa, Alice Rufo, reconoció el domingo en la emisora France Info que su cartera trabaja en esta propuesta. Rufo afirmó que “se está estudiando la creación de un servicio militar voluntario”, aunque aclaró que “todavía no existen decisiones concretas” sobre su implementación. Sus declaraciones confirmaron que el Gobierno analiza nuevas vías para ampliar la capacidad militar del país en un escenario internacional más tenso.
Macron subrayó durante los últimos meses la necesidad de fortalecer las fuerzas armadas francesas ante lo que describió como una creciente amenaza externa vinculada a Rusia. En la cumbre del G20 celebrada el fin de semana en Sudáfrica, el mandatario declaró que “Francia debe seguir siendo una nación fuerte con un ejército fuerte, pero también con capacidad de un movimiento colectivo”, una afirmación que medios franceses interpretaron como una señal directa hacia el proyecto de reinstaurar un servicio voluntario.
Estas palabras se produjeron pocos días después de su defensa pública del jefe del Estado Mayor de la defensa, el general Fabien Mandon, quien generó polémica al asegurar que, ante el aumento de los riesgos internacionales, el país debía estar preparado para “aceptar perder a sus hijos”. Las declaraciones del militar despertaron un intenso debate político sobre el grado de preparación de Francia y la necesidad de ampliar su base militar. Según analistas consultados por la prensa francesa, esa frase reflejó la existencia de discusiones internas sobre un programa de servicio voluntario que ampliaría la estructura de defensa.
De acuerdo con varios medios, la propuesta en estudio incluiría entre 10.000 y 50.000 jóvenes en una primera fase, que comenzaría en 2030. Para esa fecha, la planificación militar francesa establece una meta de pasar de los 200.000 soldados y 47.000 reservistas actuales a 210.000 militares y 80.000 efectivos en la reserva. La incorporación de un sistema voluntario serviría para acelerar ese incremento y para establecer un flujo permanente de nuevos recursos humanos en caso de crisis.
El proyecto encontró respaldo inmediato en los partidos de la derecha y la ultraderecha. Dirigentes de esas fuerzas consideraron necesario aumentar la masa militar del país frente a los desafíos geopolíticos actuales. En cambio, sectores de la izquierda expresaron mayor cautela. El portavoz del grupo socialista en el Senado, Patrick Kenner, afirmó que veía el tema con “prudencia” y defendió la importancia de mantener un ejército profesional, aunque no descartó la posibilidad de aceptar un modelo voluntario si se encuadraba dentro de los valores republicanos.
Fuentes conocedoras de las discusiones internas indicaron que, además del aumento de efectivos, el Gobierno ve en el servicio voluntario un instrumento para favorecer la cohesión nacional. Según esas fuentes, el programa permitiría que jóvenes de distintos orígenes sociales adquirieran formación militar básica, disciplina y competencias técnicas que el Estado considera útiles para el funcionamiento general del país en situaciones de tensión.
El Ejecutivo continúa evaluando la propuesta, y se espera que los próximos meses definan si el proyecto avanza hacia una presentación formal ante el Parlamento o si permanece en etapa exploratoria. Por ahora, la visita de Macron al regimiento de Grenoble aparece como la primera instancia concreta en la que el presidente podría dar señales públicas sobre la creación del nuevo servicio militar voluntario.
(Con información de EFE)